La balacera ocurrida este lunes frente a la escuela de El Cairo, en Siquirres, Limón, durante la salida de clases, no es un hecho aislado en cuanto a la violencia que pone en riesgo la seguridad de los estudiantes en cualquier parte del país.
El sicariato opera sin distinción de la proximidad a un centro educativo o un hospital. En este incidente, un hombre perdió la vida tras recibir seis disparos, mientras que dos mujeres y tres niños de 11, diez y cuatro años resultaron heridos por las balas.
Este suceso recuerda lo acontecido del 11 de abril del 2023 a tan solo 50 metros de la Escuela Ciudadelas Unidas, en San Felipe de Alajuelita, donde un muchacho de 16 años fue asesinado en plena vía pública. Después de ese incidente, las maestras practicaron con sus niños de 4 y 5 años las acciones a seguir en caso de una emergencia similar.
Otro ejemplo ocurrió el 29 de setiembre del año pasado frente a la Escuela Rescate de Ujarrás, en Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago. Ese día, hombres encapuchados y armados con AK-47 acribillaron a Raúl Arrieta Torres, cuyos casquillos llevaban escrito su apodo: Rábano. Afortunadamente, no hubo víctimas colaterales, aunque algunos disparos impactaron en una de las paredes del centro educativo.
El 22 de octubre del mismo año, un hombre murió en un tiroteo frente a la plaza de deportes de San Miguel de Santo Domingo, en Heredia, a escasos 40 metros de una escuela, donde los agresores atacaron a Edwin Campos Figueroa, de 34 años. En este caso, una niña de 12 años resultó herida.
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