Limón. Albin Vargas Avendaño, condenado a 12 años de prisión por el delito de homicidio simple, consiguió cinco notas de 100 en las pasadas pruebas de bachillerato.
El joven, de 28 años, obtuvo de esa manera su título como bachiller en educación media junto con otros cuatro privados de libertad del centro penitenciario Sandoval en Limón.
Vargas, quien goza en la actualidad de un beneficio de la libertad condicional, obtuvo un promedio ponderado de 100 en las pruebas de Matemática, Biología, Cívica, EstudiosSociales e Inglés. Únicamente en Español sacó una calificación de 77,24.
“No esperaba tan buenas calificaciones; sí me esforcé bastante, pero no esperaba algo tan bueno”, manifestó Vargas al lado de su madre, la única persona que lo pudo acompañar durante la graduación en la cárcel.
La opción de estudiar para este vecino de Valle de la Estrella, llegó tarde y en el lugar menos pensado, según confesó.
“Cuando ingresé solo tenía el sexto grado de la escuela; decidí estudiar para superarme y porque tenía muchos problemas en los pabellones”, añadió el joven.
Con el título bajo el brazo, la amarga experiencia de la cárcel y la motivación de heredar un buen futuro a su hija de seis años, Vargas espera darle un giro a su vida.
Entre sus planes está mantener un trabajo estable y arrancar el próximo con la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
Además de Albin, 26 privados de libertad más culminaron en diferentes niveles académicos.
En total, se graduaron cuatro en bachillerato, dos en sexto grado escolar, diez en noveno año y 11 en el programa de alfabetización.
“La mayoría de nuestros estudiantes son personas con muchas ganas de aprender”, explicó Carlos Hernández, director del Centro Integrado de Educación de Adultos (CINDEA) en Limón, ente que dirige el programa educativo en los penales del país.