‘Fue una suerte poder ver’ al niño en el agua, dijo oficial de Guardacostas sobre naufragio de catamaranes

Dos niños y un joven de 19 años fueron rescatados en Bahía Potrero, Guanacaste luego de que el catamarán en que viajaban se volcara y fuera arrastrado por el viento.

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“Fue una suerte poderlo ver porque no recibimos ninguna alerta o llamado, fue de vuelta de un patrullaje rutinario que logramos divisar a uno de los niños pidiendo ayuda”, así describió Gerardo Murillo, oficial del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) que atendió el rescate a dos menores y un joven de 19 años el pasado sábado, cuando naufragó el pequeño catamarán de velas en el que viajaban.

Según presumen las autoridades del SNG, la embarcación no portaba radio de comunicación lo que impidió avisar de la emergencia, afortunadamente lograron divisarlo, pues en esa zona, en bahía Potrero, Guanacaste, los botes pasan muy rápido y no siempre se pueden observar objetos o personas en el agua. A eso se suma que la velocidad del viento es muy fuerte lo que complica las labores de rescate de los afectados.

Gerald José Avelarez Tercero, el muchacho de 19 años, tripulaba el barco junto a dos niños canadienses de 12 y 10 años. Muy cerca navegaba otro catamarán de un amigo suyo que se volcó, por lo que Gerald trató de darle vuelta para auxiliarlo pero las ráfagas de viento eran tan fuertes que cayeron al agua. En ese momento, el niño de 12 años se alejó del barco y no le dio tiempo de nadar hacia la embarcación.

Gerald y el otro menor de diez años trataban de darle vuelta a la pequeña embarcación, pero el viento los arrastró cerca de un kilómetro por lo que no lograban ver al otro niño y solo alcanzaban a gritarle que nadara; no obstante, era más rápido lo que el viento se los llevaba que lo que él niño podía nadar y lo perdieron de vista.

“Encontramos al pequeño temeroso pidiendo ayuda sin poder hablar, mientras que señalaba a lo lejos un objeto y fue cuando vimos a Gerald con el catamarán volcado y el otro niño sostenido de los flotadores”, explicó Murillo.

Luego del rescate, los oficiales valoraron a las víctimas, quienes se encontraban en buen estado de salud, por lo que no requirieron atención médica. Normalmente, los policías del SNG reciben entre dos a tres alertas al día por emergencias o accidentes en altamar.

Entre las recomendaciones que brindan a la población marítima y que practica el turismo recreativo, es usar los chalecos de seguridad, no alejarse mucho de la playa, andar acompañados, y hacerse visibles.

Los catamaranes de vela no están obligados a tener un radio de comunicación, así que no aplicaría una sanción por la ausencia de este dispositivo de seguridad, explicó SNG.

La Nación intentó comunicarse con Gerald Avelarez para conocer más detalles sobre el rescate y la experiencia que vivió el fin de semana, pero tras varios intentos telefónicos al número de su hermana no fue posible.