La familia del conductor fallecido el miércoles tras ser herido de bala por un oficial de tránsito, no descarta acudir a la vía judicial.

Así lo confirmó este jueves Raquel Sánchez, hermana de Yeimir, de 24 años. Según la mujer, por ahora se ocupan de los trámites para el funeral, pero luego analizarán la posibilidad de accionar un proceso judicial. La familia es oriunda de San Vito de Coto Brus.

“Vamos a ver como tramitamos todo para la demanda porque el tipo lo que hizo está muy mal hecho, ya que mi hermano en ningún momento los amenazó ni nada como para que él tuviera que disparar”, dijo.

Considera que un oficial de Tránsito no puede disparar a alguien por la espalda. A su juicio lo que procedía era seguirlo o pedir ayuda a compañeros de él, pero no disparar. En caso de hacerlo debió apuntar a las llantas del carro, jamás a la cabeza, acotó.

El fallecido era taxista informal, vivía en unión libre y era padre de un menor. Residía en Río Claro de Golfito.

Blanca Alvarado, madre de Yeimir, comentó que entre los planes de su hijo estaba retomar los estudios de sétimo año en el colegio nocturno de su localidad. Días atrás, habían planeado un paseo a playa Zancudo, en Golfito, para diciembre, con la idea de celebrar cumpleaños.

El deceso de Yeimir Sánchez se registró en el Hospital Monseñor Sanabria, al que ingresó con un impacto de bala. El hombre fue herido, al parecer, porque irrespetó una orden para que se detuviera en un retén cerca del puente sobre el río Tárcoles, en Garabito, Puntarenas.

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Al parecer, el chofer realizó un movimiento abrupto con su carro y golpeó en las piernas a una oficial.

Según la versión policial, ante la supuesta agresión, el compañero de la oficial sacó su arma de reglamento y disparó contra el vehículo Hyundai Excel que conducía Sánchez. La bala lo hirió en la cabeza.

Con mercancía ilegal

El director de la Policía de Control Fiscal del Ministerio de Hacienda, Irving Malespín, indicó que en el Hyundai que Sánchez conducía encontraron un total de 485 unidades de whisky, tequila, ron y algunas cervezas, todo de contrabando.

Al consultar la base de datos, se determinó que Sánchez había sido detenido el pasado 13 de octubre en Florida de Osa con otro cargamento de licor de 709 unidades, el cual le fue decomisado.

Como el monto de ese primer contrabando no alcanza la suma que estipula el artículo 211 de la Ley de Aduanas, establecido en $5.000, el caso se tramita como una infracción administrativa y no como un delito. Por esa razón no quedó detenido y solo se le confeccionó un expediente ante la aduana de la jurisdicción que debería calcular el valor de la mercancía y proceder con el cobro de la carga impositiva al responsable.

Según el Organismo de Investigación Judicial, el fallecido también tenía antecedentes por abusos sexuales.

Entretanto, la Fiscalía de Garabito informó este jueves de que el oficial de tránsito deberá cumplir con las siguientes medidas cautelares: firmar una vez al mes, impedimento de salida del país, no perturbar a testigos ni portar armas y desempeñar trabajos administrativos.

La Fiscalía investiga el caso bajo el expediente 18-001125-077-PE, por el presunto delito de homicidio simple.

Agüero, de 24 años, afronta por ahora únicamente el proceso penal, ya que la Policía de Tránsito informó de que esperará una resolución en esa vía para tomar las medidas que correspondan en el ámbito administrativo.

La oficial que le acompañaba en el retén, de apellido Rodríguez, fue valorada en el Instituto Nacional de Seguros (INS) y está incapacitada, informó la Policía de Tránsito.

El abogado penalista Daniel Vega Ordoñez enfatizó que la versión de testigos, la trayectoria del disparo, el eventual aporte de algún video y otras pesquisas en el sitio serán determinantes para saber si hubo legítima defensa o si se trató de abuso de autoridad.

“Para poder decir si fue en legítima defensa el tribunal tiene que posicionarse en el momento justo antes del acto, para determinar si esa era la única posibilidad que tenía para actuar”, dijo Vega.

Añadió que los hechos posteriores, como por ejemplo si el conductor transportaba licor de contrabando, si iba sin licencia o si se dio a la fuga, no son relevantes para determinar si el oficial estaba justificado o no para dispararle.

Lo que hay que analizar es si la maniobra del conductor fue directamente contra la oficial con el fin de matarla o si bien, se dio a la fuga.

A juicio de Vega, es importante tener claridad de los acontecimientos porque si el conductor se dio a la fuga y el oficial le disparó para impedirlo, ahí no existe la legítima defensa, sino que se trata de un homicidio simple. Caso contrario ocurre si el disparo ocurrió en el momento en que el conductor estaba a punto de arrollar a la persona.