El rastro del chofer de una carroza fúnebre se perdió cuando circulaba por San Rafael de Guatuso, en Alajuela. La Policía encontró el automóvil abandonado a 17 kilómetros del lugar y adentro el cuerpo que transportaba.
El curioso hecho empezó a desarrollarse aproximadamente a las 10 p. m del pasado martes 6 de diciembre, a 10 kilómetros de Río Celeste. Al parecer, familiares del fallecido observaron pasar la carroza y le hicieron señas al conductor de apellido Espinoza pero no se detuvo, por lo que se alertó a la Policía para tratar de ubicar el vehículo.
“El carro pasó por la delegación policial de Guatuso e hizo caso omiso a la señal de alto, por lo que una unidad policial lo trató de seguir; sin embargo, se le perdió de vista y tiempo después se ubicó en Jicarito de Venado, San Carlos, con las puertas abiertas y sin llaves. En la parte interna se hallaba un ataúd, pero el conductor no estaba presente”, explicó el Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
Posteriormente, cerca de las 4 a. m. los oficiales vieron a un sujeto en una parada de buses y al abordarlo se percataron de que portaba un uniforme con insignias a nombre de una funeraria; quien les dijo que en Muelle de San Carlos notó que lo seguía una motocicleta y un pick-up que le hicieron cambio de luces y aparentemente los logró perder.
“Luego mencionó que tiempo después lo venía siguiendo otro automotor que le hizo también cambio de luces, por lo que creyó que le querían hacer algo y por esa razón dejó el carro fúnebre botado y escapó para esconderse”, añadió el MSP.
Tras el abandono del cuerpo, los familiares del fallecido se apersonaron al lugar y lograron llevarse el féretro en otra carroza luego de una coordinación con la Fiscalía. Miembros de Asesoría Legal del MSP le explicaron al afectado que podía proceder a interponer la denuncia ante las autoridades judiciales.
La funeraria encargada indicó que como empresa están muy apenados por lo sucedido y que desde la gerencia investigan el caso.
“Siempre nos esforzamos por brindar un servicio de calidad, es la primera vez que algo así pasa. Solo la gerencia de San José puede referirse a lo acontecido”, dijeron los funcionarios de la compañía en San Carlos.
El conductor involucrado tiene 34 años y trabaja para la funeraria desde hace año y un mes.
Colaboró el corresponsal Edgar Chinchilla