Banda robó ¢150 millones en un año con estafas desde La Reforma

Víctimas realizaron 12 denuncias contra el grupo en últimos meses y autoridades detuvieron a tres miembros este viernes

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Una banda criminal que operaba con reos de La Reforma robó más de ¢150 millones en un año mediante estafas electrónicas. El grupo había sido denunciado en al menos 12 ocasiones y al parecer habría iniciado su actividad delictiva con el llamado timo de la maleta, que consiste en engañar a los ciudadanos con un falso viaje de familiares o amigos.

Posteriormente la banda fue “perfeccionándose” hasta llegar al fraude informático, ya que una persona que estaba recluida en la cárcel Jorge Arturo Montero, conocida como La Reforma, se encargaba de realizar las llamadas telefónicas a las víctimas.

Otros criminales que se encontraban en libertad se encargaban de “reclutar” gente que aportaba sus cuentas bancarias para que allí se depositaran los dineros producto de las estafas. Sin embargo, en estos casos, aunque la Policía le siga el rastro al dinero, los delincuentes sacan sus ganancias con rapidez, de tal manera que cuando la autoridad identifica la cuenta destino, el dinero ya no está.

Tres integrantes de la banda fueron capturados este viernes mediante allanamientos realizados por las autoridades judiciales en la cárcel y en viviendas en Guadalupe de Goicoechea y Desamparados de San José.

A ellos se les decomisaron varias tarjetas de débito, de las que habrían sacado, solo en los últimos días, ¢6 millones, indicó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Ejercicio paralelo

Nils Ching, subdirector de la Policía Penitenciaría, comentó que este año se han incautado más de 1.500 celulares con los que se presume se cometen las estafas desde el centro penal. Además, resaltó que las operaciones coordinadas con la Policía Judicial y los ingresos constantes a los centros penitenciarios han permitido desarticular organizaciones como la identificada este viernes.

Manifestó que las operaciones vigentes son parte de investigaciones que iniciaron hace meses por motivo de denuncias de ciudadanos afectados por los fraudes realizados desde las cárceles.

El ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, reveló en noviembre, ante los diputados, que existen al menos 70 bandas de crimen organizado que operan desde los centros penales, donde el sistema de bloqueo de señal celular instaurado años atrás, prácticamente no existe.

El jerarca cuestionó que no entiende cómo se le dio la autoridad del bloqueo de las señales telefónicas a las propias operadoras, lo cual es preocupante porque el Ministerio no puede ordenarles cómo hacer el trabajo y se depende de la buena voluntad de ellas para que la señal se bloquee o no.

Por la gran cantidad de estafas, Campos se reunió con las operadoras, la Superintendencia de Telecomunicaciones y otros entes involucrados, que aseguraban el buen funcionamiento del bloqueo, pero les hizo ver que día a día el OIJ sigue recibiendo denuncias por estafas que tienen su origen en la cárcel.

Ante ello, prefirió realizar operativos con grupos de 100 personas, pues era la única forma de contrarrestar un delito que solo entre el 1.° de enero y el 15 de junio pasado sobrepasó los ¢1.800 millones en pérdidas para la población, en manos de estas redes de delincuentes a las que la tecnología no pudo contener.

El timo de la maleta

La banda desarticulada este viernes empezó a operar con el timo de la maleta, una estafa ya bastante vieja, pero que sigue atrapando a incautos. El método consiste en que un delincuente empieza a revisar las redes sociales de su víctima y a identificar amigos o familiares que viven en el exterior.

Posteriormente, abre una cuenta falsa en una red social y le hace creer a la víctima que quien le escribe es un amigo en el exterior que viene a Costa Rica de visita. Además, le advierte que perdió el vuelo o que su equipaje llegó antes de tiempo a nuestro país y que necesita que vaya a recogerlo.

Acto seguido, un tercero que se hace pasar por agente aduanal o del aeropuerto contacta a la víctima y le pide dinero para poder liberar el equipaje y ahí se concreta la estafa.