Abuela alega que amenaza de atentado de su nieto fue una 'bobería'

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"Lo que él hizo fue una bobería, una bobada sin sentido, una broma. Yo se lo dije a él, eso que hizo fue una pendejada, una tontera. Solo así se puede describir eso que hizo este muchacho".

Con esas palabras, la abuela del joven describió la amenaza de atentado que hizo su nieto en contra del concierto que dio Ariana Grande el domingo en nuestro país. Ella pidió que se reservara su identidad por temor a represalias.

El muchacho, de apellido Caicedo Ardelaez, de 22 años, fue detenido este domingo 9 de julio en su casa, en Tibás, San José, como sospechoso de cometer los delitos de amenazas agravadas e intimidación pública. No obstante, horas después fue dejado en libertad con la condición de que cumpla con ciertas medidas cautelares.

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"Si ustedes lo vieran, él es una persona muy tímida. Él no toma ni fuma cigarro, ni sale de fiesta nunca. Tampoco va a conciertos; él es muy hogareño. Es un buen muchacho, muy tranquilo. Yo no sé qué fue lo que me le pasó, pero fue una broma, hasta inocente, de una persona que es muy tranquila.

"Pero él se hará responsable de sus actos y de su error. Él me dijo que jamás pensó que todo esto se convirtiera en algo tan grande, porque simplemente lo vio como algo vacilón, como algo de momento. Pero vea todo el alcance que tuvo. Está asustado por el error que cometió", agregó la abuela, quien vive con el joven detenido.

Gran susto

La mujer contó que ella, su pareja y Caicedo estaban en la vivienda el domingo por la mañana, cuando los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hicieron el allanamiento.

"Yo solo escuché que hicieron un poco de estruendo y no sabía qué estaba pasando. Solo veo que entran un poco de policías y yo no sabía ni qué hacer, fue algo horrible. Yo lo que digo es que hubieran timbrado, al menos, y nosotros les abrimos, pero entendemos también que ese es su trabajo.

"Y si ellos tenían sospechas de que algo raro estaba pasando aquí es válido que hicieran lo que hicieran", lamentó la mujer.

Recordó que la Policía Judicial ingresó a la vivienda a eso de las 6 a. m. y los mantuvieron ahí hasta pasado el mediodía. Según dijo, como ellos no sabían qué estaba pasando, pidieron a los agentes que les explicaran y lo hicieron.

"Lo que nos pidieron fue que nos sentáramos en el sillón y que les entregáramos los celulares de nosotros. Accedimos y se los pasamos como corresponde. La verdad es que nos trataron bastante bien, fueron muy buenas personas", narró.

'La gente sabe que somos buenos'

Según dijo, ellos tienen cerca de 14 años de vivir en Costa Rica y la mayoría de ese tiempo han residido en esa misma casa, en Tibás.

"Los vecinos aquí saben quiénes somos. Tenemos buena relación con todos, así que nadie se esperaba que algo así pasara. A todos nos tomó por sorpresa y, en definitiva, eso fue una bobería. No es que seamos terroristas ni nada, somos una familia tranquila, como el resto", aseguró.

Desde que llegaron a nuestro país, la mujer y su pareja se hicieron cargo de Caicedo, cuyos padres se quedaron en Colombia por razones que prefirió no detallar.

"Él siempre ha sido un buen compañero y apoyo para nosotros. Nunca nos ha dado problemas; esto fue algo que se le ocurrió hacer por travesura. Nada más", comentó.

De momento, dijo, su nieto no trabaja, ni estudia. Dedica su tiempo a estar en la casa con ellos dos.