“Muy pega misa apártelo”. Esa extraña nota en un expediente digital alertó al abogado Edgardo Campos de que algo ocurría con el dinero de un remate que ejecutó su clienta.
La afectada es una estadounidense llamada Anya Spielberg, quien reside en Panamá. Ella gestionó el remate de unas propiedades con el fin de recuperar un dinero que le debían.
La subasta se realizó el 18 de julio; pero, tres meses después los ¢22 millones que pagó el adjudicatario aún no aparecían en las cuentas de la extranjera.
Por ello, su representante, Campos, consultó el expediente en línea.
“Generalmente, una vez depositados los dineros por parte del que se adjudica el bien, el Juzgado no debe tardar más de 15 días en aprobarlo (...). Llegué hasta mediados de octubre con la inquietud y bajé el expediente que está en línea”, explicó el abogado.
“Ahí me aparecen unas menciones de que el expediente es ‘muy pega’, que las escribe el técnico judicial 27, según indica ahí”, agregó Campos.
El abogado narró que, ante esas raras anotaciones, fue personalmente al Juzgado de Cobro de Alajuela, despacho encargado de la tramitación.
“La coordinadora me explicó que mi caso pertenece a un grueso de expedientes que se relacionan con la sustracción de cheques”, recordó el jurista.
“Me indicó que el monto total de los cheques desaparecidos era de alrededor de ¢100 millones y que ya había una denuncia en la Fiscalía”, manifestó.
La semana antepasada, el Ministerio Público le comunicó que parte de los documentos fueron recuperados y que el Juzgado podía continuar con la tramitación.
No obstante, todavía el viernes anterior el abogado dijo no tener noticias del dinero.