Un pescador costarricense, detenido en Colombia por su presunto ligamen al narcotráfico, tiene propiedades y vehículos en nuestro país que están valorados en más de $2 millones.
Se trata de al menos cinco fincas ubicadas en el cantón de Golfito, Puntarenas, así como cuatro carros de lujo informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Dichos bienes se presume fueron adquiridos con dineros provenientes de actividades ilícitas.
Walter Espinoza Espinoza, director de ese cuerpo policial, explicó que este jueves se hicieron cuatro allanamientos que forman parte de una amplia investigación por el delito de legitimación de capitales en contra del pescador de apellidos Rivera Blandón, de 37 años.
Se trató de una vivienda en el residencial Ureña, otra casa en la localidad de Trenzas, un negocio de nombre Los Gemelos (recibidor de pescado) y una finca también localizada en Trenzas.
El funcionario explicó que la acción policial tenía como objetivo localizar documentos sobre contratos y transferencias electrónicas de dinero. Agregó que en el operativo no se detuvo a ninguna persona, pero que los papeles decomisados si ayudarán ante otras posibles acciones judiciales contra cómplices de Rivera.
Relató, además, que las propiedades y los bienes serán puestos en custodia del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), con la idea de que en el corto plazo pasen a poder del Estado.
Espinoza dijo que Rivera está preso desde el pasado 14 de febrero en Colombia, pues Estados Unidos había emitido una orden de captura internacional, debido a que tiene un proceso por el delito de narcotráfico. En la actualidad, Estados Unidos está solicitando la extradición.
Este caso había sido divulgado ampliamente desde mediados de febrero por Telenoticias de Canal 7.
Conexión con narco
Wálter Espinoza explicó que Rivera, quien dice dedicarse a la pesca, ha sido investigado aquí por su posible ligamen con el narcotráfico desde el 2010. No obstante, no se le había podido involucrar en forma directa.
El jefe policial citó que el nombre de esta persona trascendió el 17 de enero del 2014, cuando se encontraron 22 kilos de cocaína escondidos en un vehículo que fue abandonado por su conductor en la urbanización Miraflores, en Heredia.
Luego, el 9 de junio del 2014 fue interceptada la embarcación Capitán Panchana, a unas 200 millas náuticas (370,4 kilómetros) al suroeste de punta Burica, en el océano Pacífico. En esa nave había 1,9 toneladas de cocaína.
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En el bote iban dos hombres de apellidos Rivera Blandón (hermanos del detenido en Colombia), de 42 y 20 años; y otros dos sujetos de apellidos Pérez (28 años) y Fallas (29).
Agregó que en marzo del 2016 se detuvo un pick-up en el cual eran trasladados cerca de $10.000 y ¢5,5 millones en efectivo. "Ese vehículo pertenecía a la Corporación Beibella Pacífico Sur S. A. en la cual Rivera es secretario y personas vinculadas a su familia aparecen como presidente y tesorero.
"Esta sociedad es dueña de una pescadería cuyo dominio lo ejerce Rivera (el supuesto pescador). Esto es un vínculo objetivo importante entre la actividad del tráfico de drogas, el uso de vehículos para trasladar dinero y la utilización de una sociedad como mampara para encubrir la posesión de dinero", relató Espinoza.
El director del OIJ dijo que Rivera Blandón llegó a Escazú, en San José, el pasado 24 de enero, cuando agentes judiciales decomisaron 110 kilos de cocaína que eran transportados en un vehículo. "Los agentes determinaron su presencia física en el lugar" afirmó. Sin embargo, no había ningún elemento que permitiera capturarlo ese día.
Según la Policía Judicial, se han hecho investigaciones financiero contables que demuestran que los ingresos producto de la pesca, no le alcanzan para la adquisición de las fincas y los automotores que posee.
"Los bienes provienen de actividades ilícitas ejecutadas por Rivera Blandón no tienen que ver con la actividad de pesca (a la) que él indica dedicarse. No provienen del ejercicio de ninguna actividad económica conocida, sino que de acuerdo con los datos son producto del tráfico de drogas" afirmó Espinoza.