OIJ halla 6.480 piedras de ‘crack’ en allanamiento a bodega ligada a Pioja

Operativo se realizó la tarde del viernes en barrio San Cayetano, en San José

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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) allanó una casa en barrio San Cayetano, en San José, que en apariencia era utilizada como bodega de una banda dedicada al narcotráfico, liderada por un hombre de apellidos Rodríguez Chaves, conocido como Pioja, que fue detenido esta semana.

La Policía Judicial detalló que el operativo, ligado a la denominada Operación Imperio, se realizó en la tarde del viernes, luego de que recibieran información confidencial de que en una vivienda y en un vehículo de esa comunidad tendrían droga almacenada.

El allanamiento permitió el decomiso de 6.480 piedras de aparente crack, 173 paquetes de marihuana, un paquete de cocaína, ¢150.000 en efectivo y el mencionado vehículo, que se encontraba en las inmediaciones del inmueble. En el operativo no hubo personas detenidas, ya que la casa se encontraba vacía al momento de realizar las diligencias.

Esta acción policial se suma a los 35 allanamientos realizados esta semana en San José y otros cantones de la periferia metropolitana. En ese operativo resultaron detenidos 22 miembros de esta organización, entre ellos Rodríguez Chaves. De momento, hay cuatro sujetos que permanecen en fuga.

En esos registros del martes se decomisaron en efectivo ¢59,3 millones (una gran cantidad de monedas de ¢500) y $5.412. Asimismo, se incautaron de una escopeta, un fusil AR-15 de balines, 27 pistolas, 5,2 kilos de cocaína distribuidos en cinco paquetes, dos libras de marihuana, una gran cantidad de droga dosificada como cocaína, crack, marihuana, tiki, éxtasis y endi, 132 tarros de ketamina, 10 carros, cuatro chalecos antibalas y una importante cantidad de joyas de oro.

Según los cálculos de la Policía Judicial, a partir de una investigación que se extendió por dos años, la organización generaba hasta ¢100 millones semanales por la venta de diferentes tipos de drogas. De acuerdo con Wálter Espinoza, director del OIJ, la agrupación tenía una forma de operar muy organizada, que incluía jornadas laborales establecidas y hasta periodos de vacaciones para sus miembros, como sucede en las empresas formales.