El líder de una organización dedicada al narcotráfico, de apellidos Cabrera Espinoza y conocido como Manzanita, pasará los próximos seis meses en prisión preventiva.
Así lo determinó el Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, al concluir la audiencia de solicitud de medidas cautelares, la cual finalizó a la medianoche de este viernes.
Otras siete personas que formaban parte del grupo también pasarán tras las rejas mientras avanza la investigación en su contra por los presuntos delitos de tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidio.
Se trata de una mujer apellidada Quirós Umaña y sus dos hijos, Mayorga Quirós, así como cuatro sujetos identificados como Gómez Latino, Camacho Meléndez, Rosales Obregón y Flores Blandón.
Por otra parte, la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos informó de que un hombre y una mujer, apellidados Vargas Cartín y Hernández Aguilar, respectivamente, cumplirán arresto domiciliario con tobillera electrónica, también por seis meses.
Esa misma medida de casa por cárcel, pero sin monitoreo electrónico, le fue impuesta a un individuo de apellidos Rosales Obregón, mientras que una mujer apellidada Calderón Cartín tendrá que firmar una vez al mes, mantener una residencia fija y permanecer en el país.
La Fiscalía había solicitado prisión preventiva para Rosales y Calderón, pero como la petición fue rechazada por el juez, se planteó una apelación. Ahora, se deberá agendar una nueva audiencia para decidir si queda en firme la medida contra estas personas o se cambia.
De acuerdo con las autoridades, Cabrera concentró su poder en la ciudadela León XIII, donde creció y se desarrolló.
Esa circunstancia, aseguró la Policía Judicial, le permitió crear una “enorme vinculación vecinal de camaradería y amistad” en la zona y desarrollar nexos con las personas que forman parte de su grupo criminal.
Decomisos millonarios
Los 14 allanamientos desplegados el martes anterior para detener a Manzanita y su banda permitieron realizar decomisos millonarios.
Entre lo incautado por los agentes judiciales figuran ¢21 millones y $15.000 (poco más de ¢9 millones) en efectivo.
Además, se confiscaron poco más de ocho kilos de marihuana y seis carros. Al menos uno de ellos era blindado, precisó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Las pequisas de este caso permitieron determinar que la banda tenía jerarquías y funciones señaladas que le permitían operar de manera similar a una empresa de carácter legal. Sin embargo, toda medida debía ser aprobada por Cabrera.
Además de dedicarse al narcomenudeo, la organización también suministraba estupefacientes a otros grupos criminales y eso le permitía aumentar su poderío.
La Fiscalía afirmó que se presume que desde abril del 2018 Cabrera decidió crear su propia banda para traficar, almacenar, distribuir, preparar y vender drogas en los alrededores de Tibás.
A partir de entonces, el negocio creció y la organización, en apariencia, comenzó a lavar el dinero obtenido mediante la venta de estupefacientes y a comprar bienes muebles e inmuebles de alto valor económico que ponían a nombre de terceras personas.
Una de esas propiedades es la lujosa mansión de cinco pisos en las que vivía el cabecilla en León XIII, en Tibás, la cual se construyó en nueve meses, aproximadamente, sin tener los permisos al día.
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El inmueble no aparece inscrito a nombre de Cabrera Espinoza, quien tampoco registra ningún bien mueble o inmueble entre sus pertenencias.
Por otra parte, el Ministerio Público detalló que a la banda también se le atribuye el homicidio de un menor de edad, registrado el 17 de noviembre del 2018 en la casa de la víctima, en León XIII.