Los privados de libertad se han especializado en sus maneras de esconder celulares, droga y armas en sus celdas, ante los operativos realizados por la Policía Penitenciaria. Esto incluye nuevas formas de abrir hoyos en paredes y suelo.
Así lo afirmó el viceministro de Justicia y Paz, Exleine Sánchez, en entrevista con La Nación.
Sánchez declaró que “aquellos que se dedican a ese tipo de actividad tienen mucho tiempo para hacer eso. Muchísimo tiempo. Evidentemente, nuestra policía tiene que adelantarse a este tipo de situaciones”.
“Usted no se imagina cómo guardan en paredes. Los lugares son todo lo que usted se imagine dentro de un inmueble, absolutamente cualquier lugar que tenga alguna cavidad es apto para engaletar. ¿Qué uno se sorprende? Claro que uno se sorprende. ¿Qué uno entiende que ellos están obligados a eso? Sí, porque el trabajo de la policía tiene impacto”, indicó.
Por ejemplo, un operativo el 30 de diciembre del 2022 en la cárcel La Reforma, en San Rafael de Alajuela, permitió a los oficiales encontrar celulares escondidos entre las alcantarillas. En el 2020 también trascendió que los reos fabricaban canales dentro de tablas de madera.
Sánchez señaló que esta especialización se debe a un incremento en las incursiones policiales en las cárceles, lo que a la vez ha influido en la caída de un 26% en las denuncias por estafas telefónicas, al comparar los primeros cinco meses del 2023 con el mismo periodo en el 2022.
Si bien entre mayo del año anterior y mayo de este 2023 se encontraron más de 3.000 celulares en las cárceles del país, el funcionario argumentó que es muy difícil para ellos determinar a quién le pertenecían.
“Es muy difícil establecer a quién le corresponde el celular o la droga. Hay casos esporádicos donde usted logra individualizar, pero se podría decir que la mayoría de eventos quedan solo como hallazgos”, recalcó Sánchez.