Veinteañeros afrontan juicio por masacre de seis personas en Buenos Aires

Además de segar seis vidas en una finca privada de Buenos Aires, se les atribuyen otros dos asesinatos en la misma zona

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Dos primos, apellidados Rojas Cascante, de 20 años, y Saldaña Rojas, de 26, enfrentan desde este lunes el juicio por el asesinato de seis personas el 17 de octubre de 2021, en una finca ubicada en Buenos Aires de Puntarenas.

Estos jóvenes no solo fueron acusados por una de las masacres más grandes perpetradas en el país, sino que también enfrentarán cargos por otros dos homicidios que ocurrieron en la misma zona del sur y en un corto periodo de tiempo.

La acusación, presentada este lunes por la mañana por el fiscal Edgar Ramírez en el Tribunal Penal de Pérez Zeledón, indica que los acusados ingresaron a la propiedad con la intención de robar al estadounidense Stephen Paul Sandusky, de 61 años, quien era el objetivo principal y también una de las víctimas.

Según la Fiscalía, para eliminar testigos, los acusados acabaron con la vida de otras cinco personas que no estaban relacionadas con el robo. Entre las víctimas colaterales se encontraban un mecánico que había llegado a reparar un tractor del estadounidense y sus acompañantes.

Además de Sandusky, fueron ultimados los costarricenses César Mauricio Quesada Cascante, mecánico de 44 años; su esposa Claudia Alina Villarevia Rivera, de 41 años; y su hijo Daniel Mauricio Quesada Villarevia, de 20 años. También fueron víctimas Susan Anyelic Zúñiga Rodríguez, de 40 años, y Willy Alfredo Borbón Muñoz, de 38 años, quienes eran amigos de la familia Quesada Villarevia. Los delincuentes intentaron quemar los cuerpos para ocultar evidencias.

El fiscal Ramírez añadió que solicitará una pena sumamente alta al estimar que se trata de hechos muy graves. Explicó que al llegar a la finca de Sandusky, en Llano Bonito del distrito Brunka, los homicidas cortaron cuatro alambres de púas de la cerca y de inmediato dispararon y mataron a un perro pastor alemán que pertenecía al finquero y se les atravesó en el camino.

Posteriormente, mataron al finquero de un balazo en la cabeza, cuyo cuerpo quedó junto a un pick-up. En medio de la conmoción, también asesinaron de un balazo en el tórax a Willy Borbón, cuyo cuerpo quedó en el compartimiento de carga del mismo vehículo.

A las 10:30 a. m., Susan Zúñiga Rodríguez, otra de las víctimas, intentó llamar al sistema de Emergencias 9-1-1 al presenciar lo que ocurría, pero no pudo establecer conexión y en ese momento fue sorprendida por los pistoleros, quienes primero le dispararon por la parte trasera de la cabeza y luego le propinaron otros dos balazos en la cara que le causaron la muerte en el lugar.

Con pistolas calibre 22 también se dirigieron hacia donde se encontraba Daniel Quesada Villarevia, a quien mataron de un disparo en la cabeza mientras reparaba un tractor junto a su padre. César Quesada intentó huir para ponerse a salvo, pero a menos de 100 metros de donde quedó su hijo, fue alcanzado por las balas que le impactaron en el tórax, la cabeza y la pierna izquierda, falleciendo en el lugar.

Para asegurarse de no dejar testigos y procurarse la impunidad, también dispararon desde corta distancia cuatro balazos en la cabeza y el tórax a Claudia Villarevia, cuyo cuerpo quedó entre la casa y el galerón.

Otras muertes

Además de las seis vidas que habrían segado en la finca de Sandusky, a ambos imputados se les atribuye la muerte de Marcos Manuel Hidalgo Arguedas, un guarda de seguridad de una piñera en Buenos Aires. El asesinato ocurrió el 18 de diciembre del 2021 a tres kilómetros del sitio de la masacre. El objetivo de los delincuentes fue despojar al vigilante, de 39 años, de su arma y otras pertenencias.

De igual forma, el OIJ los relacionó con la muerte de José Navarro Rojas, un finquero de 64 años, a quien mataron entre el 30 de agosto y el 1.° de setiembre de 2021 en Santa Rosa de Buenos Aires. Este crimen se debió a un robo y los homicidas incendiaron la vivienda donde se halló el cuerpo.

El fiscal señaló que durante el juicio se presentarán las intervenciones telefónicas que vinculan a los sospechosos con los delitos. Además de los homicidios, a los acusados se les imputan robo agravado y el incendio provocado en la escena donde apareció el cuerpo carbonizado de Josué Navarro.

Leonel Villalobos Salazar, abogado defensor de Rojas Cascante, afirmó que demostrará en el juicio que su cliente no tuvo participación en los hechos y dijo que la acusación no es lo suficientemente clara como para atribuirle directamente lo que se le imputa. Cristian Granados, defensor de Saldaña Rojas, expresó un criterio similar, afirmando que luchará por la absolución de su cliente.

Motivación y antecedentes

Stephen Paul Sandusky había denunciado dos robos anteriores de perling y láminas de zinc en una propiedad ubicada en Llano Bonito. En uno de esos eventos murió asesinado el guarda de la finca, identificado como Edgar Rojas Blanco. Las investigaciones llevaron a que en noviembre de 2006 un hombre identificado como Gerardo Saldaña Arauz fuera condenado por estos hechos. Curiosamente, Gerardo Saldaña es el padre de uno de los sospechosos que enfrentan juicio esta semana: Saldaña Rojas, quien ya estaba familiarizado con la finca de Sandusky.

La captura de los sospechosos de la masacre de Buenos Aires tuvo lugar el 27 de julio de 2022, después de que agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) decomisaran, durante una operación antidrogas, un anillo de matrimonio robado a Claudia Villarevia, una de las víctimas. Este anillo fue intercambiado por drogas en la misma localidad donde ocurrió la masacre, lo que permitió a los agentes rastrear su origen hasta los homicidas.

El juicio por estos ocho homicidios se desarrolla en el auditorio de los Tribunales de San Isidro y comenzó a las 7:30 a.m. El Tribunal está compuesto por las juezas Liliana Loria, María José Zamora (quien preside) y Sonia Hueso. La Fiscalía aportará un total de 38 testigos que darán sus puntos de vista a lo largo del debate programado para terminar el 18 de mayo, aunque podría extenderse por más tiempo.