Tribunal ordena investigar a la Fiscalía por inacción ante denuncias de empresario asesinado por hermano

Luis Antonio Jiménez Berrocal fue condenado a 35 años de cárcel por asesinar a su hermano, luego de amenazarlo varias veces

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El Tribunal Penal de Goicoechea ordenó que se investigue al Ministerio Público y al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de San Carlos por su presunta inacción ante las denuncias presentadas por Jorge Jiménez Berrocal, empresario que alertó que sus hermanos lo querían matar.

El homicidio finalmente se consumó por intervención de dos sicarios el 31 de enero del 2015, en Cinco Esquinas de Tibás, y por este crimen Luis Antonio Jiménez Berrocal fue condenado a 35 años de prisión, sentencia leída el pasado 26 de mayo en el Segundo Circuito Judicial de San José. Jiménez también deberá pagar ¢100 millones por el daño moral producido a dos hijos de la víctima.

El medio digital CRHoy dio a conocer que la orden de indagar sobre el manejo de las denuncias fue incluida por las juezas Amelia Robinson Molina, Laura Chaves Lavagni y Cinthia Ramírez Angulo en la sentencia 314-2023.

El Tribunal ordenó comunicar dicha sentencia “a la Inspección Judicial y a la Fiscalía de Probidad del Ministerio Público para que se investigue y se determine la posible responsabilidad de los funcionarios de la Fiscalía y de la subdelegación del Organismo de Investigación Judicial de San Carlos y la tramitación de las denuncias presentadas por el ofendido Jorge Jiménez Berrocal”.

La Nación obtuvo una copia de la sentencia integral, emitida el pasado viernes 2 de junio, donde consta que, a criterio de las juezas, “es completamente claro que el ofendido había identificado a Luis Antonio (Jiménez) como la persona que quería quitarle la vida. Esta manifestación tiene una trascendental importancia porque no es simple palabrería, sino una súplica ante la autoridad judicial, por la ineficiencia y la falta de movilidad de la administración de justicia penal”.

El otro hermano involucrado en el homicidio, Daniel Jiménez Berrocal, fue separado del proceso penal por motivos de salud mental, pero debe someterse a una valoración psiquiátrica por parte de Medicina Forense del Poder Judicial, para determinar si está en condiciones de enfrentar un proceso penal ordinario en su contra.

Conflicto por empresa familiar

La discordia fraternal inició luego de una ruptura entre Daniel y Jorge, quienes desde los 70 eran parte de una empresa familiar dedicada a actividades comerciales, agropecuarias y forestales. Cada uno decidió seguir con actividades comerciales propias, pero la división patrimonial no se pudo ejecutar de forma amistosa y aumentó más las divisiones, lo que los llevó a diferentes procesos judiciales.

Luis Antonio (conocido como Luigi) siguió asociado a la empresa familiar original, Promaderas Sociedad Anónima, hasta los años 2008 y 2009. Daniel se volvió a asociar a la firma, pero Luis Antonio tuvo problemas con los socios y le vendió sus acciones a Jorge (el ahora fallecido).

La compra de las acciones por parte de Jorge generó la molestia de Daniel, y además se generaron nuevos problemas patrimoniales, ahora entre Jorge y Luis Antonio.

“Por otra parte, el ofendido Jorge Jiménez, producto de sus actividades comerciales y laborales, ostentaba una mejor condición económica que sus hermanos Daniel y Luis Antonio, e iniciaron las amenazas de muerte en contra del ofendido, ante la negativa de entregar sumas de dinero y renunciar a las pretensiones judiciales”, relata el Tribunal en el apartado de los hechos probados.

Un primer intento de asesinato se dio en junio del 2009, cuando Luis Antonio contrató a dos hombres no identificados para matar a Jorge en la oficina de su abogado; sin embargo, el crimen no se consumó. Luego, en noviembre del 2009, Luis Antonio ideó de nuevo el asesinato al ofrecerle $25.000 y un reloj marca Rolex al guardaespaldas de Jorge, Armando Sandoval.

Sandoval le contó a Jorge sobre la conspiración en su contra, por lo que el empresario presentó la denuncia ante la Fiscalía, la cual fue desestimada.

En agosto del 2011, Luis Antonio le pidió a un amigo, José Fauricio Arce, que vigilara la casa de Jorge y le avisara cuando estuviera sola. Cuando le alertó que ya no había nadie, Luis Antonio trasladó al lugar a tres hombres no identificados, con armas de fuego, que se metieron a la propiedad.

Empero, allí estaba un hombre identificado como Hugo Parra y luego llegó el guarda de seguridad Jesús Salvador Castillo. Ambos fueron amordazados, les preguntaron adónde estaba Jorge, y ellos afirmaron no saber. Los sujetos se robaron varias pertenencias y se fueron de la casa. Estos hechos también fueron denunciados ante la Fiscalía de San Carlos.

El 28 de enero del 2015, Arce le alertó a Jorge sobre el plan de Luis Antonio para asesinarlo. Una vez más, Jorge se presentó a la Fiscalía, pero tres días después llegó a Tibás, en un parqueo frente a la Clínica Clorito Picado, para ver un carro supuestamente en venta, a solicitud de un hombre llamado Lester Rosales. Allí, los dos gatilleros lo esperaban subidos en una motocicleta.

Cuando Jorge se bajó de su auto, se le acercó uno de los dos sujetos y le disparó siete veces. El homicida volvió a la moto y huyeron del lugar, mientras que Jorge murió en ese parqueo por una herida de bala en la cabeza.