Pococí, Limón. Jordy Campos Mendoza fue condenado este miércoles por la tarde a 51 años y seis meses de cárcel por violar, asfixiar y decapitar a un niño de ocho años el 27 de agosto del 2016.
La sentencia la dictó el Tribunal de Juicio de Pococí, en una sala donde había más de 30 personas, la mayoría familiares de la víctima.
A Campos, actualmente de 24 años, se le acusó de una violación agravada, un homicidio calificado y una profanación de cadáver.
El hombre, quien se mostró sereno al escuchar el castigo que se le impuso, solo descontará 50 años, ya que esa es la pena máxima que permite la legislación costarricense.
El Tribunal que se encargó de este debate estuvo integrado por los jueces Enelson Garita Vindas, quien presidió, Greivin David Piedra Figueroa y Yuliana Vallecillo Alfaro.
Piedra se encargó de detallar las pruebas que condujeron a considerar a Campos Mendoza como el autor responsable de los hechos, entre estos destacó los testimonios de las diferentes personas citadas al debate.
"El Tribunal no tiene duda de la autoría de sus hechos, ha tenido prueba testimonial, pericial y documental que le hace concluir su autoría (...). El cuerpo no solo aparece decapitado, sino con una profunda herida en el brazo izquierdo", explicó Piedra.
El juez aseguró que la decisión de declarar culpable al sujeto se tomó por unanimidad y que no existen dudas de que Campos incurrió en los delitos que se le achacaron.
Además, precisó que se aplicó la penalidad máxima en cada uno de los delitos porque "los hechos fueron sumamente graves, violentos y reprochables".
"En criterio del Tribunal los hechos fueron monstruosos (...)", aseveró Piedra.
Los padres del niño y otros familiares se mostraron satisfechos por el castigo impuesto, pero recalcaron que nada les devolverá a su pariente.
"Tomo la sentencia con mucha calma y mucha paz en el corazón. Para uno como padre es demasiado difícil, pero sabía que Dios iba a hacer justicia", manifestó José Antonio Martínez Loría, padre del menor fallecido.
Horas antes de la sentencia, la madre del niño, Yerica Mesén Castro, explotó en contra de Campos y destacó que su hijo no merecía morir de esa manera.
"Lo odio (...), usted no merece el perdón de Dios ni de mi familia por todo el daño que nos ha causado. Mi hijo era lo más preciado que teníamos", expresó la mujer, de 28 años, visiblemente afectada por la situación.
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El abogado querellante, Carlos Cartín Solís, dijo que tomaba la sentencia con mucha satisfacción y que espera que se siente un precedente, tomando en cuenta que el hecho afectó a toda la comunidad.
El acusado permanecerá en prisión preventiva por seis meses más, hasta que la sentencia dictada este miércoles quede en firme.
La condena dictada atendió en su totalidad la solicitud planteada por el Ministerio Público en horas de la mañana.
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El abogado defensor del acusado, Elmer Huertas, había solicitado en sus conclusiones que se absolviera a su cliente, al considerar que la investigación estuvo viciada.
Agregó que las pruebas recabadas en la vivienda en la que habitaba Campos pudieron ser manipuladas y aseguró que existió una “actividad procesal defectuosa”.
El defensor Huertas dijo que analizaría la sentencia y, a partir de eso, determinará si apela, pero prefirió no adelantar criterio.
Al justificar la sentencia, el juez Piedra descartó que se dieran errores en la investigación por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y que una tercera persona participara en el crimen.
"Se dio una excelente investigación por parte de los oficiales del OIJ, se hizo una custodia a la vivienda (...).
"No es cierto que haya existido una tercera persona involucrada en los hechos (...) y tampoco existieron actividades defectuosas", afirmó Piedra.
El juez encargado de leer la sentencia también expresó que se logró determinar mediante la prueba documental que había recortes de personas menores de edad en la vivienda.
"El Tribunal entiende que había una preferencia, un gusto o atracción hacia personas menores de edad en cuanto a contenido sexual y esto fue lo que a usted lo motivó", enfatizó Piedra.
El día de la tragedia
El día de la muerte, el niño pidió permiso a su papá para ir a jugar a una casa ubicada a dos puertas de la suya. Nunca regresó.
Dada la voz de alerta, los vecinos se unieron a la búsqueda, pero pasaron varias horas antes de que llegaran hasta la casa de Mendoza, alias Pirucho.
Ahí, los rastros de sangre confirmaban que había ocurrido un hecho violento. Al asomarse a las escaleras traseras del inmueble se localizaron más pistas y, posteriormente, los restos del pequeño en un río. Primero el cuerpo y luego su cabeza. Eso fue alrededor de las 10:30 p. m.
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Desde ese momento, la Policía intensificó la persecución del presunto responsable y, en la madrugada del 28 de agosto, finalmente, fue capturado Campos Mendoza.
Los vecinos, enojados por lo sucedido, le quemaron la casa del sujeto e incluso lo buscaron por horas con la idea de tomar la justicia en sus manos.
Se cree que Pirucho utilizó unos gatos para atraer a la víctima a su vivienda.
Actualmente, Campos, quien es adicto a las drogas y enfrenta otra causa bajo el expediente14-002289-066-PE por abuso sexual contra otra menor de edad, se encuentra en el Centro Penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
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Información actualizada a las 7:10 p. m. con más detalles de la condena.