En el 2010, el jefe de la Policía de Tránsito de San José, Luis Guillermo Vega Barrantes, de 51 años, le admitió a su entonces novia, de apellido Quesada, haber abusado de la hija adolescente de la mujer, quien tiene un tipo de retraso mental.
El testimonio de la mujer fue determinante para que ayer el Tribunal Penal de Heredia condenara a Vega a 12 años de prisión por tres delitos de abuso sexual a menor e incapaz.
Al dictar la sentencia, el presidente del Tribunal, Óscar Mario Vargas, retomó las declaraciones de la madre de la ofendida y resaltó que, cuando se descubrieron los hechos –el 22 de abril del 2010–, la mujer estaba enamorada del imputado.
“Cuando estaban en la cocina, usted le dijo (a la madre) que se iba a despedir (de la menor) y tardó en el cuarto más de lo que ella considera debido. Eso la extrañó, ella se fue al cuarto y se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada porque vio que usted la abrió y salió.
”Luego, ella habló con la señorita, quien le explicó lo que le pasó y rompió en llanto. Es cuando ella (Quesada) habló con usted y usted le reconoció, en esa llamada telefónica, que eso ocurrió, pero que no iba a volver a suceder”, recordó Vargas sobre el relato de la madre.
Esa misma noche, según el fallo, la afectada le contó a Quesada sobre otros abusos sexuales ocurridos anteriormente.
Los jueces absolvieron a Vega por uno de los cuatro delitos de abuso que acusaba la Fiscalía; además, se le condenó al pago de ¢2 millones por daño moral.
Los otros miembros del Tribunal fueron los jueces Olman Ulate y Antonio Ortega.
Vega no irá a prisión preventiva mientras queda en firme la sentencia, pero tendrá que presentarse a firmar cada 15 días y no podrá salir del país.
El abogado defensor del jerarca policial no se presentó a la lectura del por tanto. Tampoco estuvieron presentes el representante de la Fiscalía ni la querellante.
Actos. Según la acusación, los abusos ocurrieron entre setiembre del 2009 y abril del 2010, cuando Vega –quien es casado– mantenía una relación con Quesada. En ese entonces, la víctima, quien presenta el síndrome del cromosoma X, tenía entre 16 y 17 años.
Los jueces dieron por cierto que Vega le pidió a la joven que le mostrara partes de su cuerpo. El hombre también habría frotado sus genitales contra los glúteos de la adolescente y, finalmente, el 22 de abril del 2010 la tocó por debajo de la bata de dormir.
“El Tribunal le ha puesto el mínimo de la pena porque usted es una persona primaria (que no ha cometido delitos antes)”, explicó el presidente del Tribunal.
“Este caso tiene un agravante, que es el abuso de confianza, por la confianza que usted tenía en el hogar, por ser usted la pareja de la señora, de quedarse en la casa, de tener ropa ahí, incluso comer y compartir con ellas”, añadió el juez Vargas.
En la sentencia, los jueces consideraron que, debido al padecimiento de la joven, ella era incapaz de defenderse de los abusos.
Mario Calderón, director general de la Policía de Tránsito, indicó, a través de la oficina de prensa de la institución, que se analizará el fallo completo para determinar si hay alguna implicación en el ámbito laboral.
La lectura integral de la resolución en este caso se realizará el martes 6 de enero.