Red de apoyo salva a joven de vida de delincuencia y drogas

Adolescente se hizo adicto y fue apresado por robo, pero se libró de juicio

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Esta podría ser la historia de otro menor abandonado por su familia que luego cayó en prisión, pero no lo es. Este es el relato de un adolescente que fue rescatado de las calles de Cartago y de una vida de delincuencia y drogadicción.

Probablemente, cumplió los 18 años hace tres meses. La información se la dio una conocida, pues él no sabe el lugar y la fecha exacta en la que nació, aunque está seguro de que fue en Nicaragua.

Sus recuerdos más claros se remontan a cuando tenía unos 12 años de edad. Su mamá se había ido sin dar razones y una vecina lo trajo a Costa Rica. “Ella me dijo que me iba a ayudar, que me iba a dar casa, comida, que me iba a poner a estudiar y que me viniera con ella”. Así llegó a Cartago.

“Estuve con ella solo como 20 días, porque conocí a muchachos de mi tamaño que consumían y me escapé y nunca más volví”.

“Fumaba cigarros, marihuana, y después cocaína”. Rodó y rodó. Cumplió 15 años. “A una señora una vez le habían robado, entonces, como yo andaba en la calle, la Policía me agarró a mí y casi me mata, yo no aguantaba porque yo no había comido y me pegaron muy duro. Me echaron preso”.

A punto de empezar un proceso judicial, el joven recibió una oferta por parte de la Red de Apoyo Institucional de Cartago. La propuesta: servicio comunal, estudio y trabajo, a cambio de librarse de un juicio y de una posible condena.

Oportunidad. El caso de este joven es uno de los más significativos en el programa que busca dar oportunidades a jóvenes en conflicto con la justicia, según considera Rodolfo Chaves, defensor público e impulsor del proyecto.

El plan se inició en el 2007 en Cartago con el defensor, una fiscala, una jueza y una trabajadora social, todos del área Penal Juvenil. Hasta este año, el programa ha rescatado a unos 1.200 jóvenes solo en esa provincia.

Muchos de los casos que ingresan son jóvenes abandonados y en adicción, como el de esta historia.

“Hace tres años y medio, cuando él vino, era una pelota de tierra, comía con las manos, no sabía quiénes eran sus papás ni dónde vivían. Yo traté de hacer contacto con el Consulado y no logré nada”, relató Chaves.

El funcionario explicó que, tras un acuerdo con las víctimas, el menor pudo ingresar al programa.

“Dentro de la Red está Comunidad Encuentro, en San Vito de Coto Brus, la cual brinda la posibilidad de de tratar las adicciones, pero al mismo tiempo les da a los muchachos estudio y preparación en panadería, soldadura, agricultura, ganadería...”, detalló.

En ese centro sureño, el protagonista de esta narración aprendió a leer y a escribir, y pudo enviar una carta de agradecimiento a los funcionarios judiciales de Cartago.

Ahí recibió a un equipo de La Nación la semana anterior y contó el cambio que ha tenido su vida. “Al principio yo dije que aceptaba para que me dejaran salir, porque pensaba en la droga, pero desde que llegué no volví a consumir”.

Alberto Delgado, encargado de Comunidad Encuentro, explicó que la organización funciona desde hace 20 años y que ahora es parte de la Red de Apoyo; reciben niños y jóvenes entre los 11 años y hasta 27 años. Actualmente, hay 105 muchachos en tratamiento.