Pastor acusado de tocar genitales de creyentes con aceite

Líder decía tener ‘visiones divinas’; denunciantes son 3 adultos y un menor

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Un pastor evangélico de Santa Cruz, de apellido Gutiérrez y de 46 años, fue acusado por tocar con aceite los genitales de cuatro hombres creyentes.

Los ofendidos son dos hombres de 35 años, de apellidos Arroliga y Díaz; uno de 43 años, de apellido Obregón, y un menor de 13 años.

Dos de los adultos fueron cercanos colaboradores del acusado, pues eran el copastor y el diácono de la congregación.

La Fiscalía de Santa Cruz, en Guanacaste, presentó esta semana la solicitud de apertura a juicio contra el pastor, por los delitos de abusos sexuales, así como tentativa de violación. El Juzgado Penal deberá decidir si la acoge y fijar una fecha.

Poder. De acuerdo con la acusación, los hechos ocurrieron entre el 2007 y el 2013, cuando las víctimas asistían a la Iglesia del Evangelio Completo, en Buenos Aires de Santa Cruz.

En el documento, el fiscal Manrique Morales alegó que el sospechoso “se valía de su ‘poder’ dentro de la congregación y les hacía creer a los agraviados que debían ser ungidos en sus partes íntimas porque así lo había visto en ‘visiones divinas’ o por designios del mismo Dios”.

Argumentó también que las víctimas tenían dependencia del pastor, no solo espiritual, sino incluso económica.

El abogado Javier Vargas, quien representa a los ofendidos, solicitará una indemnización de ¢30 millones por cada uno.

Gutiérrez es casado y ahora dirige una iglesia en barrio Lajas de Santa Cruz.

Ayer se le buscó en ese sitio, pero el galerón que funciona como templo estaba vacío. Unos vecinos dijeron que él reside en barrio El Cacao.

También se le buscó por teléfono, pero, tras conocer el motivo de la consulta, cortó la llamada.

Abusos. El ofendido de apellido Arroliga, quien era copastor, narró ayer a La Nación que, primero, Gutiérrez se ganó su confianza y, en el 2007, empezó a decirle que Dios le había revelado que él tenía un problema en sus genitales, por lo que debía hacerle una circuncisión.

Supuestamente, lo llevó a un río, donde le hizo un corte y además, con aceite, realizó actos sexuales.

Luego, una noche que estaban de gira, lo tocó en sus partes íntimas aduciendo que ahí había visto demonios y una culebra enrollada, según relató.

En el caso de Díaz, al parecer, el pastor lo llamó a laborar sin pago en la construcción del templo, hasta que un día le dijo que se fuera a vivir ahí.

El ofendido accedió y, posteriormente, el pastor le aseguró que debía ungirlo varias veces con aceite en los genitales, pues estaba embrujado. Ante el temor, el congregante lo permitió, según la denuncia.

El expediente judicial detalla que Gutiérrez nombró diácono a Obregón. En una ocasión, este último le comentó que tenía una hernia. El religioso reaccionó diciéndole que necesitaba ungirlo y procedió como en los casos anteriores.

Finalmente, un menor que llegó a contarle sus pecados, también fue víctima de abuso, según pesquisa de las autoridades. Colaboró el corresponsal Álvaro Duarte