Padre de víctima de homicidio: ‘El dolor que traje cuando llegué, aquí igual lo llevo’

Tribunal de Cartago condenó a 12 años de prisión a dos individuos por la muerte de administrador de un bar a quien asesinaron por error

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Cartago. Henry Elizondo Solano estaba en la sala de juicio del Tribunal de Cartago cuando se dictó sentencia contra los dos homicidas de su único hijo, Julio César.

A los hombres Marvin Fernández Méndez y Duván Rivera Guillén les impusieron 12 años de prisión. Ellos tenían 19 y 23 años cuando fueron detenidos, en marzo de 2018.

Don Henry lloró luego de escuchar el fallo porque, como dijo, aunque obtuvo un poco de consuelo, nada le devolverá la paz.

“Me siento un poco satisfecho de que por lo menos se hace valer la vida humana, el dolor que traje cuando llegué aquí igual lo llevo y lo llevaré siempre porque mi hijo no va a volver, se queda allá donde está en el cielo, ahí nadie lo va a lastimar más”, dijo el hombre, de 49 años.

Julio César Elizondo tenía 25 años en enero de 2018, cuando dos hombres dispararon hacia el bar que él administraba en Cipreses de Oreamuno y lo hirieron por error.

Según las investigaciones de la Fiscalía, los imputados llegaron a buscar a otro hombre que supuestamente estaba dentro del local, pero Elizondo recibió un impacto al momento de abrir la puerta, pues el establecimiento ya estaba cerrado.

“Desde un principio yo los perdoné al igual que la mamá de Julio César y el resto de la familia. Con la familia de ellos solo nos comunicamos aquí durante el juicio porque son del mismo pueblo y desde un principio los padres lo que hicieron fue pedirnos perdón, algo que esos muchachos nunca hicieron, nunca aceptaron los hechos, nunca mostraron arrepentimiento o pesar”, añadió el padre de la víctima.

El Ministerio Pública solicitó contra cada uno de los implicados 19 años de cárcel, 15 por el homicidio y cuatro más por la coacción contra un testigo. No obstante, el Tribunal consideró que no fue acreditado.

Por el contrario, para los jueces Edwin Reyes Odio, Rolando Morales Valladares y Grethel Barahona Chávez, los elementos recidos los llevaron a tener certeza de que los imputados son los responsables del homicidio.

“El que estas personas sean encarceladas por unos cuántos años da un poco de tranquilidad a la familia y a la comunidad aunque tampoco significa que la delincuencia termina, ellos tendrán la oportunidad de salir un día y enderezar sus vidas pero tampoco se trata de hacer daño, cumplir una condena y salir libre porque ya pagaron”, añadió el padre.