Mitad de jueces en Limón ganaron plaza por inopia

Uno de ellos ha sido llevado en tres ocasiones a la Inspección Judicial

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Limón. De acuerdo con datos del Poder Judicial, siete de los 15 jueces que trabajan en los Tribunales de Justicia de Limón fueron nombrados por inopia; es decir, no cumplen con los requisitos para el puesto que desempeñan o no pasaron por el debido proceso de selección.

Esa cifra representa al 47% de los juzgadores que trabajan en esa sede judicial.

Además de los 15 jueces nombrados de manera permanente, en la actualidad hay en Limón tres más en plazas emergentes, con el fin de reducir el número de casos pendientes. El Tribunal de Juicio de Limón tiene un circulante de aproximadamente 2.000 asuntos.

Zarela Villanueva, presidenta de la Corte Suprema de Justicia, defendió las designaciones, a pesar de que se hicieron en condición de inopia. “En materia penal, no actuar, no realizar una audiencia o no hacer un juicio tiene un efecto; el efecto es la prescripción del asunto (...). Esa es la razón fundamental de estos nombramientos”, argumentó la jerarca del Poder Judicial.

No obstante, Villanueva admitió que le preocupa la cantidad de juzgadores que laboran en Limón en esa condición de inopia.

“Me parece muy delicado y por eso estoy buscando otros mecanismos. Pero, ¿no le parece más grave que no pasara nada, que no se investigara nada? Eso sería mucho más grave”, comentó.

El nombramiento de jueces por escasez de personal idóneo está permitido por el artículo 69 de la Ley de Carrera Judicial.

Orlando Aguirre, presidente de la Sala II, señaló que la legislación permite este tipo de escogencias, pero reconoció que con ello aumenta el riesgo de que se cometan errores técnicos.

“En esto quiero ser claro: cuando digo ‘riesgo de errores’ me refiero a errores técnicos, jamás quiero cuestionar la calidad moral y ética de las personas nombradas en esa condición.

”El problema está en que los jueces nombrados por inopia son personas con menor experiencia, que no han pasado por diferentes puestos o no están tan fogueados”, apuntó Aguirre.

Tanto Villanueva como Aguirre subrayaron que los jueces designados por inopia también son sometidos a diversas evaluaciones de conocimientos y a una investigación de su vida y costumbres.

“Eventualmente, podría nombrarse a alguien que no haya pasado por esas evaluaciones, pero el nombramiento no puede extenderse por más de tres meses”, detalló el magistrado Aguirre.

Cuestionado. Uno de los siete jueces nombrados por inopia en Limón es Alexánder Castillo Román, quien ha pasado tres veces –entre el 2011 y el 2012– por el Tribunal de la Inspección Judicial.

La oficina de prensa del Poder Judicial no precisó los hechos por los que fue investigado. Dos de las causas fueron desestimadas y otra declarada sin lugar.

La Nación intentó reiteradamente conversar con Castillo vía telefónica, pero se nos dijo que estaba en juicio.

No aceptan. Los magistrados explicaron que hay dificultades para que los profesionales acepten ir a tribunales en lugares retirados. Por eso, la Corte impulsa un plan de incentivos para llevar personal de calidad a esos sitios.

Sergio Céspedes, juez de Flagrancia de Limón, desde hace tres años, afirmó que no existe ningún aliciente para los jueces que acepten trabajar en Limón. “Los riesgos acá son muy diferentes a los de San José; la delincuencia convencional en Limón es muy baja”.