Este viernes finalizó la recepción de testigos en el juicio de Marco Calzada, en el cual se juzga a dos adultos por la muerte a puñaladas del universitario, ocurrida en julio de 2022 en las cercanías del arco del barrio chino, en la capital.
Los acusados son los hermanos Josué Daniel, de 22 años, y Justin Manuel Rojas López, de 20, quienes presuntamente lo interceptaron junto a tres menores de edad para robarle el celular. Estos últimos ya fueron sentenciados en un juicio aparte.
La audiencia, que comenzó el 5 de julio pasado en el Tribunal Penal de San José, fue suspendida en la tarde de este viernes, después de la declaración del último testigo, Orlando Alvarado, un investigador del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que llevó el caso.
Alvarado relató que en la investigación policial no quedaron dudas de que los sospechosos planificaron el crimen, observaron a Marco en una situación de vulnerabilidad, lo siguieron y establecieron un plan para apoderarse de sus pertenencias.
Además, entre lágrimas, el agente explicó que consideró inhumana y dolorosa la agonía de Marco y la manera en que su vida culminó cuando fue atacado a puñaladas. Después de brindar estos detalles, Alvarado incluso pidió un vaso de agua y salió momentáneamente de la sala para tranquilizarse.
Dentro de los testigos que participaron del debate estaban los padres de Marco, Gabriela Valverde y Mario Calzada, un taxista formal que transportó a uno de los menores hasta su casa en Cartago y luego recibió el teléfono de Marco como forma de pago, un conductor de Didi a quien los homicidas le confesaron el crimen, un guardia de seguridad de una pizzería cercana al lugar de los hechos, y varios investigadores del OIJ.
El debate se espera que se reanude el próximo 31 de julio y 1°. de agosto, con la revisión de prueba documental y audiovisual. Luego de esa etapa el juicio entraría a la fase final de conclusiones de la Fiscalía, parte querellante y Defensa Pública, donde eventualmente después podría conocerse una sentencia.
En noviembre de 2022, dos adolescentes de 17 años y otro de 14 años fueron condenados a un total de 34 años y 6 meses de internamiento como responsables del homicidio de Marco. El Tribunal Penal Juvenil impuso una pena de 13 años y 6 meses a los dos primeros, mientras que el tercero, de 14 años, recibió una sentencia de 8 años de internamiento en el centro de formación juvenil correspondiente a su edad y género.
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Al momento de su muerte, Marco estaba comenzando a estudiar Ingeniería en Ciencia de Datos en la Universidad Lead y a lo largo de su vida lo acompañó una profunda fe religiosa que demostraba en las misiones que realizaba en Los Guido de Desamparados.
A un año de la muerte de Marco, sus amigos, familia y todos los que lo conocieron lo recuerdan como un joven lleno de sueños, dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran, y cuya sonrisa irradiaba luz y alegría a quienes tuvieron la oportunidad de estar cerca de él.