“Estamos ordenando una investigación disciplinaria con el fin de que se determine qué ocurrió. Nos parece que a estas alturas del desarrollo procesal y con los métodos de investigación (que existen), resulta inadmisible un error judicial que perjudique a una persona, como ha ocurrido en este caso”.
Así de enfático fue el fiscal general de la República, Jorge Chavarría, al referirse a la acusación errónea contra un soldador, en el caso de supuestos sobornos que la firma londinense PWS dio a funcionarios ticos.
La indagación estará en manos de la Inspección Fiscal del Ministerio Público.
El afectado es Porfirio Brenes Quesada, a quien incluyeron en el proceso por llamarse igual que otra persona.
“La pieza acusatoria fue confeccionada en la Fiscalía de Delitos Económicos y remitida a la Unidad de Casos Especiales del Ministerio Público, a cargo de Giselle Rivera, con el fin de que se acumulara a otro expediente. En ese momento, la funcionaria detectó que la persona acusada no estaba vinculada con los hechos y que se trataba de un error por un homónimo”, explicó el Ministerio Público a través de la oficina de prensa.
No sabía. La entidad también informó de que, tras el análisis realizado por Rivera, se determinó que el Porfirio Brenes que sí estaba vinculado a la causa solo había prestado una cuenta bancaria a un conocido suyo.
“La investigación comprobó que esta persona desconocía la estructura criminal, y que solo actuó para hacer el favor. Por esta razón, no se amplió la acusación contra el señor Brenes”, comunicó la Fiscalía.
Este martes, la fiscala Rivera solicitó un sobreseimiento para el Porfirio Brenes señalado por equivocación. “En esa época yo no tenía la investigación. Es algo gravísimo”, dijo Rivera.