Este viernes, la Federación Canina de Costa Rica (ACAN) planteó una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) con el objetivo de que se indague la muerte de un perro de raza pug dentro del maletero de un bus. Los hechos ocurrieron el pasado lunes 6 de diciembre, cuando el can falleció a consecuencia de un aparente golpe de calor y falta de aire, después de viajar desde Nosara, Guanacaste, hasta Esparza de Puntarenas.
El fundador de ACAN aseguró que “la denuncia es mediante la Ley de Bienestar Animal. Aquí, el asunto es que ese perrito se murió, hay una acción que alguien hizo que provocó una muerte, y eso lo va a investigar el OIJ. El chofer de bus permitió que se metiera un perro ahí sabiendo las condiciones que hay en un maletero, pero también la muchacha puede ser un testigo o una imputada. Eso lo va a dilucidar la investigación”.
Según el artículo 279 de la reforma a la Ley de Bienestar Animal, “se sancionará con pena de prisión de tres meses a dos años a quien dolosamente, de forma directa o por interpósita persona, cause la muerte de un animal doméstico o domesticado”. Según Rodríguez, lo que se busca averiguar es si hubo dolo en la muerte de Bendi, el perro en cuestión, en el maletero de la unidad.
“Con base en la investigación, nosotros tendremos elementos para imputar a la persona que corresponda. Nunca hemos enfrentado algo similar, así que buscamos generar jurisprudencia. Si alguien, a propósito, hizo algo que llevara a la muerte del perro, si alguien sabía que ese maletero estaba hirviendo y que las altas temperaturas podían matar al animal, aunque no planearan matar al perro, lo hicieron. Eso quiero demostrar en un proceso judicial, que se genere jurisprudencia”, recalcó Rodríguez.
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La muerte del can enfrentó a los dueños de la mascota con los representantes de la empresa Transportes Alfaro, quienes dan versiones diferentes sobre lo ocurrido, tal como lo reportó La Nación el pasado martes.
Según la dueña del animal, una joven de 17 años, durante todo el viaje, que duró en total cuatro horas y media, el chofer del bus no le permitió bajarse para revisar al perro o darle agua.
Por su parte, la empresa autobusera contradijo la versión de la joven, pues aseguró que el animal no murió durante el recorrido, e incluso sostuvo que intentaron auxiliarlo al llegar a Esparza, sitio donde se realiza la parada de rigor. Afirmaron, además, que el trayecto hasta la ciudad puntarenense se realizó en una hora y 45 minutos, y no en cuatro horas y media, como dijo la dueña de la mascota.
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