Drogas sintéticas se comercializan en redes sociales y se entregan a domicilio

LSD, y el éxtasis ingresan al país desde Inglaterra o Francia en cajas de doble forro por paquetería.

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Drogas sintéticas como el ácido lisérgico (LSD), el MDMA o éxtasis, la ketamina o el fentanilo se comercializan abiertamente en redes sociales y los traficantes las entregan a domicilio.

El dato fue divulgado por el fiscal de la Jurisdicción especializada en Delincuencia Organizada, Esteban Chavarría Araya en el programa radiofónico Frecuencia MP, en el cual se refirió a las líneas de investigación que se siguen para mitigar el tráfico y comercialización de drogas sintéticas en el país.

Ante la consulta de cuán accesibles son estas sustancias, el fiscal sostuvo que el precio varía según el lugar; pero por ejemplo en las playas, el Caribe o el centro de la capital, el precio por dosis oscila entre los ¢5. 000 a los ¢20.000.

“El mercado de consumo no es el mismo que las drogas convencionales. No son los conocidos adictos de la calle, sino personas con una posición distinta, los vemos inmersos en sus trabajos cotidianos y tienen un desarrollo social normal, en contraste con el deterioro que afecta a la población de consumidores de droga tipo crack”, enfatizó Chavarría.

Chavarría lamentó posibles filtraciones en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pues existen consumidores que, gracias a su relación con personal médico, tienen acceso a recetas de psicotrópicos como clonazepam o diazepam.

Estas recetas, conocidas como recetas verdes por el color del talonario, incluyen a decenas de medicamentos antipsicóticos, ansiolíticos y antidepresivos.

A esta situación, también debe agregarse el consumo de otras sustancias como el fentanilo o tramal, que regularmente se utilizan como analgésicos o para controlar dolores intensos.

“Lamentablemente les facilitan este tipo de sustancias, incluso la ketamina, que era uno de los productos que se vendían en veterinarias a la libre, obviamente con algún acceso restringido, ha evidenciado la necesidad de implementar mayores controles, tanto el Ministerio de Salud a la lista de sustancias controladas”, explicó.

Datos del 1.° de junio del 2022 al 26 de junio de 2023 de la Policía de Control de Drogas (PCD), evidencian que la lista de decomisos de estupefacientes la encabeza el éxtasis con 117.922 dosis, a ella le sigue el LSD con 31 y la ketamina con 15, estas últimas, están siendo importadas, pues hasta el momento no se ha constituido o desintegrado un laboratorio para la fabricación en el país, indicó Chavarría.

“En Costa Rica se da mucho el trasiego de países como Francia o Inglaterra, ingresa por paquetería o correos postales en cajas con doble forro, principalmente en zonas costeras, también en fiestas de música electrónica, que es donde se consume mayormente en población joven”, mencionó.

Adictivas

El fiscal añadió que como toda sustancia psicoactiva, estas también generan una adicción, no obstante, sus efectos pueden ser mucho mayores, ya que el mismo cuerpo produce las endorfinas, sustancia que genera el cerebro y produce bienestar y al combinarlas con los estupefacientes, la sensación del cuerpo se multiplica y provoca una adición en tiempo y cantidad de consumo.

“La droga sintética más adictiva es el fentanilo, considerada 50 veces más potente que la heroína, empero, existen otras sustancias como la droga MDPV creadas en los últimos años y es 800 veces más adictiva que el fentanilo o la heroína. Los que la consumen tienen mayor sensación de euforia que con el fentanilo, por ejemplo y tiene consecuencias letales”, puntualizó Chavarría.

Entre las principales recomendaciones que emitió el fiscal con el uso de drogas, es mantener comunicación en el núcleo familiar, en especial con las personas menores de edad y adolescentes. Detectar amistades de los hijos o cambios abruptos en el comportamiento, alimentación y sueño.

Al mismo tiempo, aconsejó no automedicarse y respetar las prescripciones médicas que envían los doctores en casos de enfermedades donde se requiere la ingesta de un fármaco psicotrópico.