Kenneth Mejía Chavarría, el hombre sentenciado por asesinar a Luany Valeria Salazar Zamora en junio del 2020, busca evitar los 35 años de cárcel mediante un recurso de casación en la Sala Tercera, la última instancia en materia penal en Costa Rica.
Su abogado, José Francisco Herrera Umaña, redactó el recurso en el que afirmó que el Tribunal Penal, y en segunda instancia el Tribunal de Apelación, no analizaron de forma debida sus argumentos y que la prueba con la que Mejía fue condenado era “inadmisible, ilegal, ilegítima y espuria”.
Según Herrera, el fiscal entró al patio de la casa de Mejía, donde sepultó a Luany, sin autorización y sin orden judicial. Agregó que a dicha casa entraron más de 25 personas que contaminaron la escena del crimen.
De igual forma, señaló que el Tribunal Penal de Cartago, en la sentencia del 24 de agosto del 2022 (la segunda de tres sentencias que tuvo este caso), cometió un “gravísimo error de mucho bulto que convierte dicha sentencia en absolutamente nula e ineficaz”, pues en ningún momento el Tribunal le dijo a Mejía que si quería estar presente para escuchar la lectura integral de la sentencia, que se realizó el 31 de agosto de ese año.
El pasado 27 de junio, a Mejía se le elevó la condena a 35 años y un mes de cárcel por homicidio calificado y el hurto del celular de Luany, asesinada a sus 23 años. En el primer debate, el sujeto fue condenado a 19 años y en el segundo se elevó la pena a 26. En ambos casos, la Fiscalía y el abogado de la familia de la víctima, Joseph Rivera, apelaron por el bajo monto de la condena.
Los hechos ocurrieron en Linda Vista de Río Azul de La Unión, en Cartago. En la más reciente condena, los jueces acreditaron que Luany tenía una relación de amistad con el ahora condenado, lo que permitió que ella lo acompañara a su casa, donde fue asesinada.
La jueza que leyó la sentencia, Jenny Almendares, afirmó que Mejía no mostró ninguna emoción al cometer el crimen, ni siquiera hacia su abuela, con quien vivía, quien se vio expuesta ante los enfurecidos vecinos, al punto de que ella tuvo que abandonar su vivienda.