‘Coco’ amaba a los niños, el fútbol y el trabajo, dice madre de joven asesinado por celos

Tribunal dictó 22 años de cárcel a sujeto que lo mató cuando iniciaba relación con su expareja

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Dos días después de la sentencia condenatoria de 22 años contra el sujeto que mató al mayor de sus cinco hijos, Kattya Miranda todavía llora como si fuera el primer día la muerte de Carlos Francisco Pérez, “Coco”, y lamenta que durante todo el proceso judicial nunca vio al homicida arrepentirse de lo actuado.

El Tribunal condenó a José Luis Arguedas Lépiz, de 24 años, debido a que la madrugada del 22 de mayo del año pasado atropelló, golpeó y mató a Coco, un motociclista de 28 años que era compañero de trabajo e iniciaba una relación de noviazgo con su expareja, de apellido Lépiz.

Este miércoles Kattya Miranda afirmó que de manera narcisista, prepotente y altanera Arguedas intentó liberarse de los cargos que le atribuyeron los fiscales Sergio Vargas y Oscar Serrano, cuya tesis prevaleció para que el Tribunal dictara el fallo por unanimidad, con base en las pruebas aportadas.

Lamentó que luego de perseguir por cinco kilómetros a su hijo, Arguedas, además de tirarle el carro encima a la moto, se bajó y aunque ya Coco estaba golpeado, arremetió contra él tirándolo contra una pared. Cuando la Cruz Roja lo encontró estaba agonizante y poco después falleció en el Hospital de Heredia.

Agregó que con la muerte de su hijo toda la familia sufre la pérdida de un muchacho que era amante de los niños, de hecho ya conocía a los dos hijos que su novia tenía y amaba compartir con ellos.

Miranda recordó que ese amor por los niños también lo demostraba a su sobrino, al que llegaba a buscar cada vez que iba a visitar a la familia en Horquetas de Sarapiquí, pues Coco vivía con su hermanastro Mario Marín Miranda en Los Ángeles de San Rafael Heredia.

Además del afecto hacia los niños, la madre recordó que Coco era amante de las motos, el fútbol y el trabajo. De día laboraba en la tienda Pague Menos, de Heredia, donde conoció a su novia, y de noche como repartidor de comidas rápidas. Con lo que se ganaba, ayudaba a su familia, e incluso le compró la cuna a un nuevo sobrino que estaba por nacer.

Doña Kattya dijo que al menos ahora siente un poquito de paz. Añadió que la ausencia siempre va a existir. Ella acudió a la sala de juicio con la camiseta donde aparece la foto de Coco y la frase que él solía repetir: “Familia, donde la vida comienza y el amor nunca termina”.

Añadió que al menos los parientes del sentenciado pueden visitarlo en la cárcel, pero a ella solo le queda ir a la tumba en el cementerio, como lo hizo al día siguiente de la condena.

“Se demostró que ese sujeto fue y es un asesino sin escrúpulos y tuvo lo que merecía, la cárcel. Jamás mi vida será igual, pues acabó con mi vida también. Espero que en los años que esté encerrado tenga momentos de reflexionar sobre lo que hizo y se arrepienta, porque en todo lo que vivimos de juicio no se le vio arrepentimiento alguno”, acotó.

Afirmó que con la sentencia se manda a la cárcel a un sujeto muy peligroso que no solo acabó con la vida de su hijo, sino que atentó contra la expareja, incluso delante de los hijos que tenía con ella. Lo calificó como descorazonado y una amenaza para la sociedad.

Perfil agresivo

Arguedas tenía prohibido acercarse a la casa de su expareja, quien tenía medidas de protección pues lo había denunciado por violencia doméstica. Con ella procreó dos menores de seis y de dos años.

El Tribunal Penal de Heredia dictó 18 años por el homicidio simple en que incurrió Arguedas al perseguir en su vehículo a Carlos Francisco, quien falleció en el Hospital San Vicente de Paúl a raíz de las lesiones sufridas ese día.

Además se le impuso la pena de tres años y tres meses por violación agravada de domicilio y maltrato, así como un año adicional por violación simple de domicilio en contra de su expareja.

La jueza Laura Chinchilla, que leyó la sentencia, afirmó que Arguedas tuvo un pésimo manejo de la ira y la masculinidad, así como un gran desprecio por la vida.

De acuerdo con la Fiscalía, Arguedas mantuvo una relación de aproximadamente ocho años con la mujer de apellido Lépiz; sin embargo, esta finalizó por los repetidos episodios de violencia que se presentaron en perjuicio de Lépiz. Tiempo después, la mujer inició la relación de noviazgo con Pérez, lo que motivó el ataque.

El 22 de mayo del 2022, Lépiz se encontraba afuera de su casa con su nueva pareja, cuando Arguedas llegó y amenazó a Carlos Francisco, por lo que este se retiró en su moto para evitar problemas. Sin embargo, Arguedas entró a la vivienda de la ofendida, sacó un machete y siguió a Pérez en su carro.

La Fiscalía también acreditó que luego del atropello y la golpiza, Arguedas regresó a la casa de su expareja, golpeó la puerta y entró a la fuerza para agredir a la mujer. Después dejó el carro chocado en la cochera y se entregó a la Policía.

El debate estuvo a cargo de las juezas Laura Chinchilla Rojas, Siany Mata Sánchez y Karla Campos Rodríguez, quienes dispusieron que la lectura integral del fallo será el 24 de abril. De igual forma ampliaron la prisión preventiva contra Arguedas hasta el 17 de octubre de este año.

Luego de que el Tribunal dictara el fallo, el abogado defensor de Arguedas, José Antonio Díaz, dijo que va a apelar la condena.