Catequista condenado a 12 años por violar a sobrina en Cartago

Sujeto cometió ultraje cuando pequeña llegaba a visitar a su abuela; abuso fue detectado por una maestra

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Un catequista de apellidos Saborío Aguilar fue condenado a 12 años de cárcel por la violación de una sobrina en El Yas de Paraíso, Cartago. Los hechos ocurrieron en el 2014, cuando el sujeto tenía 20 años de edad y la menor, ocho.

La lectura integral de la sentencia fue realizada el 27 de febrero pasado en los Tribunales de Cartago, pero trascendió este martes. Saborío Aguilar fue enviado inmediatamente a celdas, pues se le dictaron seis meses de prisión preventiva mientras el fallo queda en firme.

Al momento de los acontecimientos, el sujeto vivía en la casa de su madre y aprovechaba que la menor llegaba de visita para invitarla a jugar con legos en un cuarto donde, según la investigación, se cometieron los abusos. La pequeña vivía con sus padres a la par de la vivienda de su abuela.

Maestra detectó el hecho

Según la denuncia, en cierta ocasión la niña estaba en la escuela, jugando con unos compañeros, cuando la maestra la escuchó decirles que los tocamientos no eran algo malo, por lo que la llamó aparte y conversando con ella sospechó que era víctima de abusos.

Posteriormente, de la escuela llamaron a los padres y estos la llevaron a sesiones con una psicóloga donde se pudo constatar el abuso por parte del tío.

La madre interpuso la denuncia ante las autoridades. Tras cinco años de investigación, tiempo en que el agresor negaba los cargos y alegaba sufrir problemas de esquizofrenia y bipolaridad, Medicatura Forense constató que el tío estaba en sus cabales al momento en que cometió la violación calificada y otros abusos.

Según la abogada de la víctima, Angie Arce Acuña, luego de que trascendió la acusación, el agresor fue retirado de sus labores de catequesis de primera comunión y confirma en la parroquia de La Flor. Arce agregó que se investiga si otras menores pudieron ser víctimas de abusos por parte del sujeto.

El hombre vivía de una pensión del régimen no contributivo, que se otorga a personas en extrema pobreza, la cual ahora se le retirará, pues al estar preso sus necesidades básicas son cubiertas en la cárcel.

La víctima del ultraje, quien ahora tiene 16 años, todavía está en tratamientos psicológicos, pues padece ataques de pánico y tiene problemas para socializar. Aunque está en el colegio, le cuesta mucho asimilar las materias. Su familia dejó la casa donde vivían y se trasladó a otro sitio.

Con la sentencia se reafirma el doble drama en la familia, pues además de verificarse el ultraje de la menor, el mismo fue cometido por el tío paterno, por lo que dos familias sufren por el delito.

Además de la pena de cárcel, al agresor se le condenó a pagar a la madre de la menor ¢5 millones por el daño moral y ¢1 millón más por las costas del juicio, cuya sentencia estuvo a cargo de los jueces Reinaldo Araya, Saylin Ballestero y Kattia Vega.

Casos como este son recurrentes e incluso hay condenas mucho más elevadas. En el 2020, por ejemplo, un hombre que violó a su sobrina fue condenado a 36 años en prisión luego de ser sentenciado en el Tribunal Penal de Limón.

Las pruebas aportadas por la Fiscalía Adjunta de Limón en contra de Asunción Pérez Ortiz fueron determinantes para que el sujeto fuera declarado culpable de cometer dos violaciones y cuatro abusos sexuales en perjuicio de la menor, perpetrados en el 2013, en el barrio Coral, Limón, en la casa de la ofendida.