Agente del OIJ también era guardaespaldas de empresario

Funcionario daba servicios privados en horario laboral y con su arma oficial

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Un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) fue despedido por dar servicios privados como guardaespaldas a un empresario colombiano, en horario laboral y usando el arma y las credenciales oficiales.

El oficial Jorge Barquero Ulate, de la Unidad de Vigilancia y Seguimiento del OIJ, también le ocultó información valiosa a la Policía cuando su cliente fue secuestrado en mayo del 2013.

La destitución fue ratificada el pasado 23 de octubre por el Consejo Superior del Poder Judicial, luego de conocer la resolución del Tribunal de la Inspección Judicial, el cual calificó la falta como gravísima y le impuso como sanción la revocatoria del nombramiento.

La Nación intentó localizar a Barquero, pero el teléfono a su nombre está desactivado.

Faltas. El expediente administrativo detalla que Barquero fue contratado por el empresario colombiano Andrés Navarrete Rodríguez para que le diera custodia entre diciembre del 2012 y mayo del 2013.

La recopilación de hechos por parte de la Inspección Judicial descubrió que Barquero se comprometió a dar esos servicios después de las 6 p. m. entre semana, así como los sábados y domingos. Navarrete le pagaba $100 diarios.

Sin embargo, la investigación determinó que el miércoles 24 de abril del año pasado, el agente pidió permiso en su trabajo para supuestamente ver a su hijo en una clínica, pero en realidad ese día abordó un vuelo hacia playa Tamarindo para dar custodia privada a Navarrete, quien se dedica a organizar conciertos.

Posteriormente, el 6 de mayo del 2013, el oficial se ausentó de su puesto alegando un malestar estomacal, aunque las pesquisas revelaron que estuvo en el aeropuerto Juan Santamaría recibiendo al colombiano.

Barquero incluso le mostró sus credenciales oficiales a un policía de Tránsito ubicado en la terminal y le dijo que se encontraba en labores propias de su cargo.

Ese mismo día, en horas de la tarde, Navarrete fue secuestrado por varios hombres en Escazú, al parecer para cobrar una deuda.

Fue liberado 27 horas después, luego de sustraerle bienes y dinero de sus cuentas. Un mes más tarde, los cinco sospechosos cayeron en manos de la Policía.

Despido. El Tribunal Disciplinario que conoció la causa de Barquero determinó que el funcionario engañó a sus superiores para poder faltar a sus labores.

El informe además resaltó que él “abusó de su condición de agente” para evadir las normas de la ley de Tránsito.

Asimismo, el documento indicó que el oficial puso en riesgo una investigación judicial y la integridad física del empresario, ya que Navarrete le envió mensajes de texto a Barquero indicándole dónde lo mantenían retenido. No obstante, el oficial no compartió esa información con las autoridades , con el fin de evitar que se conociera sobre su trabajo privado.

Con estos hechos como prueba, el Consejo Superior del Poder Judicial confirmó el despido.