A sus 82 años, Gato Félix acusado de fingir discapacidad para robar joyas de parroquia

Según la Fiscalía, caminando con un bastón y con la complicidad del encargado de limpieza, Gato Félix accedió a la caja fuerte de la parroquia de San Joaquín de Flores para sacar millonarias piezas con piedras preciosas. Este ‘viejo conocido de la Policía’ fue parte de la banda que perpetró el primer secuestro extorsivo mediático del país en 1975.

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Luego de tres años y ocho meses del último golpe que se atribuye a Félix María Araya Arias, alias Gato Félix, este “viejo conocido” de los estrados judiciales afrontará de nuevo la justicia a sus 82 años, como sospechoso de un millonario robo ocurrido el 8 de abril del 2019 en la parroquia de San Joaquín de Flores, Heredia.

La Fiscalía lo acusa de sustraer dos custodias y una corona con piedras preciosas que tenía la imagen de la Virgen María del citado templo parroquial.

Ese día, según la acusación, Araya llegó en un carro y utilizó un bastón para fingir una discapacitad e ingresar a la iglesia. Presuntamente, logró acceder a la caja fuerte y tomó una custodia de oro valorada en unos ¢29 millones. Aparentemente, también sustrajo otra custodia bañada en oro y una corona con piedras preciosas, piezas valoradas aproximadamente en ¢1 millón cada una.

El Gato Félix fue señalado, a lo largo de los años, por su gran habilidad para abrir cajas fuertes. Ese día, al parecer, no fue la excepción y, luego de abrirla, habría sacado los valiosos objetos sagrados.

Aparentemente un cómplice, de apellidos Rivera Pérez, responsable de limpiar el templo católico, realizó una labor previa de inteligencia para determinar en qué puntos estaban ubicadas las cámaras de seguridad, cuáles eran sus ángulos muertos y por donde se podía ingresar.

De acuerdo con la Fiscalía, Rivera se encontraba en labores de aseo del templo e, intencionalmente, dejó la puerta de la sacristía abierta y salió a hablar por teléfono.

En ese momento, Araya habría accedido a la caja fuerte para salir con las joyas metidas en un saco azul.

El juicio está programado para comenzar el próximo jueves 15 de diciembre en el Tribunal Penal de Heredia.

El cómplice Rivera, quien actualmente tiene 62 años, también fue capturado por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en setiembre del 2019, luego del allanamiento a su vivienda en San Joaquín de Flores. En paralelo, los agentes allanaron otra casa en barrio México, cerca del Liceo de San José, donde cayó el Gato Félix.

Los agentes del OIJ decomisaron ropa que, al parecer, los imputados utilizaron el día de los hechos. La Policía también se incautó del carro de Araya, un arma de fuego y un saco en el que supuestamente habrían transportado los bienes sustraídos.

De acuerdo con la Policía Judicial, tres días después del robo, el 11 de abril, el sacristán se percató de que no estaba la custodia o pedestal que se usa para exponer el Santísimo Sacramento en la Hora Santa y que también faltaba la otra, más pequeña.

Ante eso, se revisaron otros sectores y se determinó que tampoco estaba la corona de la imagen de la Virgen María, por lo que se interpuso la denuncia.

Tras las diligencias y la captura de los sospechosos, las piezas no fueron localizadas, por lo que el OIJ publicó fotos y pidió ayuda a la ciudadanía para les alertara en caso de verlas, pero más de tres años después, no se ha logrado dar con ellas.

El año pasado, el vocero de la diócesis de Alajuela, el presbítero Luis Hernández, lamentó la lentitud en el proceso y dijo que los parroquianos de San Joaquín de Flores y la diócesis merecen una pronta respuesta, “junto a la reposición de tan invaluables objetos sagrados”.

Aunque el Gato Félix estuvo con prisión preventiva en el Centro de Atención Integral del Adulto Mayor, situado en San Rafael de Alajuela, en el 2021 quedó libre, luego de que su defensa presentó varias gestiones y logró que el Tribunal de Apelación ordenará su libertad, condición de la que todavía goza mientras se desarrolla el debate. El caso se sigue dentro del expediente 19-2314-059-PE.

Vida entre rejas

Aunque desde muy joven Araya figuraba en los expedientes policiales por robos y hurtos, fue a sus 34 años, en junio de 1974, cuando le impusieron un año de prisión por el delito de encubrimiento en perjuicio de Televictoria Canal 11.

Al año siguiente, junto con Luis Roberto Sandí Rapso (alias Macho Rapso) y el colombiano Luis Eduardo Atertúa, perpetró el primer secuestro extorsivo de carácter mediático en nuestro país. Iban a bordo de un carro de marca Rambler, se estacionaron poco antes de las 7 a. m. cerca de la escuela México, en barrio Aranjuez, donde los niños iban para la fiesta de medio año. Ahí secuestraron a Yorleny Castro Sequeira, menor de nueve años que estaba en tercer grado.

Los delincuentes exigían ¢3 millones a la familia, pero el pago no se concretó. El 2 de julio, al sexto día del secuestro, liberaron a la menor en un cafetal en Barreal de Heredia.

En cierta ocasión, la niña pudo ver que uno de sus captores tenía una cicatriz en la cara y los ojos claros, lo cual fue clave para dar con el Gato Félix y los otros dos sospechosos. Todos fueron condenados a ocho años de prisión por el secuestro.

Luego, siguieron penas dictadas en febrero de 1985, octubre y noviembre de 1986 y octubre de 1987. También, fue condenado el 18 de octubre del 2000 por hurto agravado.

En el 2006, Araya fue detenido por los delitos de violación y privación de libertad de una joven y, en el 2009, fue arrestado por el robo de una joyería.

Fue condenado a cinco años de cárcel en el 2011 por intento de robo agravado en un almacén Gollo, en La Fortuna de San Carlos.

En setiembre del 2016, Gato Félix fue detenido por cortar los candados de un local de máquinas tragamonedas, con la aparente intención de sustraer el dinero. Fuera del comercio, un cómplice de apellido Castillo lo esperaba.