Homicidio de pescador pudo haber sido una ‘equivocación’ según el OIJ

Vecino de Limón recibió, al menos, seis balazos dentro de su vehículo

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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que el pescador Marvin Arrieta Arrieta, de 43 años, asesinado el domingo en Limón, no tenía antecedentes penales ni era investigado por alguna causa.

Por esta razón, las autoridades no descartan que los criminales hayan confundido a la verdadera víctima, dijo director del OIJ, Francisco Segura.

“Hasta el momento, no sabemos qué pasó; incluso, no descartamos que se trate de una equivocación”, dijo. Para el jerarca, aún es muy temprano afirmar que se trate de sicariato.

“Para decir eso, tendríamos que tener pruebas de un pago realizado por un tercero para cometer el asesinato”, manifestó.

La víctima era vecina de Pacuare de Limón; su auto fue interceptado por tres sujetos que viajaban en dos motocicletas, el domingo hacia las 8:15 p. m.

“En el sector de Siglo XXI, tres sujetos le disparan en, al menos, seis oportunidades; la víctima pierde el control de su auto y fallece en el lugar”, detalló Segura.

El arma utilizada en este crimen fue una pistola calibre nueve milímetros.

A la hora del ataque, Arrieta, conducía un auto, marca Mitsubishi, propiedad del hermano de su esposa, Rosibeth Reid.

De acuerdo con el reporte de las autoridades, el cuerpo del ofendido presenta nueve orificios de bala, pues algunos impactos tienen entrada y salida.

Sin problemas. Con el asombro aún en su rostro, Rosibeth, esposa del fallecido, dijo que su cónyuge era un hombre tranquilo y sin problemas.

La mujer, quien ahora tendrá que hacerse cargo de cinco menores de edad, relató que su esposo salió de la casa el domingo, a las 2 p. m., para ir a traer un trasmallo para su oficio de pescador.

Esa fue la última vez que lo vio hasta que recibió la llamaba en la que le informaban de la muerte.

“Él, toda la vida se dedicó a la pesca y, en ocasiones, a la construcción. Era un tipo sin problemas; no tenía pendientes con la ley”, agregó Reid.

Según dijeron sus familiares, esta semana Arrieta realizaría unos trabajos de limpieza en una finca de la zona.

“No sé ni quién ni por qué ni nada. Además, no hemos tenido contacto con la Policía para saber más cosas”, expresó la esposa, mientras aún esperaba en su casa la entrega del cadáver.