El ferry de Naviera Tambor chocó contra la terminal en Paquera, por causas que aún se desconocen. No se reportan heridos.
El hecho se dio poco antes de las 7 p. m., cuando parte de la proa del ferry colisionó con la rampa del muelle. Esto impidió que la nave atracara.
A esta hora, la embarcación está a punto de atracar en Puntarenas, adonde regresó tras la colisión.
La Nación contactó vía telefónica a la Naviera. Un funcionario de la empresa en Puntarenas, que se identificó como Edwin Villagra, informó de que se suspendieron los viajes programados a las 8 p.m. de Paquera a Puntarenas, y el de 8:30 p. m. de Puntarenas a Paquera.
Villagra explicó que se empezará a trabajar para ver si se corrige el desperfecto en la rampa para que el servicio se reinicie la mañana de este miércoles.
Hay viajes programados a las 5 a. m. de Puntarenas a Paquera, y de 5:30 a. m. de Paquera a Puntarenas, pero no hay seguridad de que se puedan realizar.
El funcionario de la Naviera no supo dar detalles de cuántos pasajeros viajaban en la embarcación ni sobre las posibles causas de la colisón.
No descartó, sin embargo, que el fuerte oleaje se encontrara entre las posibilidades.
Según dijo, el capitán que dirigía el ferry es uno de los que tiene mayor experiencia en estos viajes. Lo identificó como Elmer Salazar.
Francisco Sánchez Céspedes, vecino de Paquera y estudiante de Ingeniería en Producción Industrial, del Instituto Tecnológico, en Cartago, es uno de los pasajeros del ferry.
Según dijo, podrían haber junto a él unas 150 personas; entre ellos, varios turistas extranjeros.
El joven relató, vía telefónica, que él se dirigía hacia Paquera a visitar a su mamá por el Día de la Madre.
Tomó el ferry de las 5 p. m. y, al llegar al muelle de Paquera cerca de las 6:20 p. m., se produjo la colisión.
"El ferry tiene que empezar a desacelerar para atracar, pero nunca se bajó la velocidad y chocó con bastante fuerza contra la rampa; toda se cayó. Los vehículos no pueden bajar del ferry.
"A las personas las podían bajar con lanchas, pero por motivos de seguridad decidieron no hacerlo. Pedimos ir a playa Naranjo, que queda cerca, pero no quisieron", relajó el joven vía telefónica.
Aparentemente, según contó Sánchez, a la embarcación no le pasó nada. A esta hora, estaba a punto de volver a atracar en Puntarenas.
La tripulantes del ferry informaron de que quienes necesitaran transporte se comunicaran con ellos al llegar al puerto. También se les comunicó que se les devolvería el dinero del pasaje.