Este es Aquiles, el perro adiestrado que encontró rastros de sangre en una pantaloneta y un par de tenis, así como un cuchillo con el que el sospechoso de la masacre en Liberia pudo haber asesinado a cinco universitarios el 19 de enero pasado.
Tiene ocho años y siete de trabajar con el Organismo de Investigación Judicial en la Unidad Canina.
Su papel es vital para la investigación de evidencias. Con su excelente olfato, Aquiles detecta dónde hubo sangre. Sin él, los investigadores se ven forzados a utilizar Luminol, un químico que hace visibles las manchas de sangre.
Debido a que el Luminol hace brillar las manchas, normalmente el químico se utiliza de noche. Aquiles facilita el proceso y ahorra tiempo.
El can ha viajado a Panamá a colaborar con las autoridades del país vecino.
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Las siguientes fotos fueron tomadas el 26 de enero durante una presentación que hizo el OIJ.
En abril del 2016, Aquiles encontró un cuerpo enterrado en el patio de una vivienda ubicada en el sector de Los Cuadros, en Purral de Guadalupe, San José.
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Colaboró Alejandra Portuguéz.