El cuerpo de un agricultor de 46 años, de apellido Cabrera, quien murió el sábado en el Hospital San Juan de Dios, se topó otra vez con la “muerte” cuando era trasladado en el ataúd desde ese centro médico a Buenos Aires de Puntarenas, donde se llevaría a cabo la vela.
El vehículo en el que iban los restos mortales de Cabrera derrapó y cayó a un guindo de unos 15 metros de profundidad.
El accidente se produjo el sábado, a las 4 p. m., en el cerro de la Muerte, en el sector de la Auxiliadora, dos kilómetros al sur de la Georgina, informó ayer la Cruz Roja.
El conductor del automóvil derrapó cuando pasaba por una curva, debido a una capa de hielo que había sobre la carretera, lo cual ocasionó la caída.
El vehículo fue detenido por un árbol cuando iba descendiendo. En ese momento, el ataúd se salió del cajón del automóvil y, debido al impacto, el cuerpo salió expulsado, y sufrió varios golpes en la cabeza y el abdomen.
Rescate. El Cuerpo de Bomberos colaboró con la Cruz Roja para sacar del precipicio el cadáver.
Pablo Barahona Alfaro, conductor del vehículo, un Toyota, tipo Hi Lux, se identificó como un amigo de la familia, y manifestó que viajaba con dos hermanos y un cuñado del fallecido.
Elí Corrales, de la Cruz Roja de Pérez Zeledón, señaló que los hermanos del fallecido, José Cabrera y Lilliana Cabrera, sufrieron golpes en la cabeza y fueron trasladados al Hospital Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón.
“Estas personas han sufrido mucho con pérdidas de familiares, por lo que yo me ofrecí a hacer el traslado del cuerpo sin cobrar”, comentó Barahona.
La alcoholemia que le fue practicada al chofer dio resultado negativo, dijo la Policía de Tránsito.
Pese a la nueva desgracia, la vela se llevó a cabo y el cuerpo fue sepultado.