Limonenses sufren por inundaciones ‘nunca antes vistas’

Nivel del agua alcanzó el metro y medio en Barra del Colorado. En Matina, un río arrancó casas y destruyó vehículos. En Valle La Estrella, la desesperación se apodera de los pobladores

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Este lunes, por quinto día consecutivo, las lluvias intensas continúan golpeando, con fuerza, a varios sectores del país, principalmente en el Caribe.

Los pobladores de comunidades en Pococí, Matina y Valle de la Estrella, en Limón, aseguran estar sufriendo inundaciones “nunca antes vistas”.

En el sector norte y sur de la Barra del Colorado y en La Rita, ambos en Pococí, por citar un par de casos, el nivel del agua alcanzó el metro y medio de altura, y lo que más preocupa a los lugareños es que la situación se agrave, pues las lluvias no cesan.

Las constantes precipitaciones provocaron la crecida de ríos en Sarapiquí de Heredia; y en Pococí, Guácimo y Siquirres de Limón.

Ese aumento en el caudal también impactó el río Colorado, el cual terminó por salirse e inundar los pueblos de la Barra durante la noche del domingo y madrugada de este lunes.

Inicialmente, los pobladores de esa zona pensaron que se trataba de una llena más y que el agua no superaría los 50 centímetros de altura. No obstante, con el pasar de las horas, la inundación creció al punto de que ellos mismos la catalogaron como “la más grande de la historia”.

Melvin Casanova, un lugareño que se dedica a la pesca y al transporte de personas en lanchas, detalló a un equipo de La Nación, que nunca antes había vivido una situación similar y que no deja de ser preocupante, primero por la integridad de las personas y segundo, por las pérdidas materiales que esto conllevará.

A modo de ejemplo, indicó que hay vacas y caballos que, actualmente, luchan para sobrevivir debido a la altura de metro y medio del agua.

Río Chirripó arrancó casas en Matina

En el caso de Matina, la crecida del río Chirripó inundó el cantón y dejó severos daños a su paso, principalmente, en el sector conocido como Puente Negro.

Entre las consecuencias, los lugareños señalan que la fuerza del agua arrancó casas y destrozó carros.

Otros automóviles fueron arrastrados y aparecieron volcados al lado de otras viviendas que sí lograron mantenerse en firme.

Los vehículos que estaban en un taller mecánico por ejemplo, se fueron con la corriente, o bien, fueron destruidos por completo.

La situación es crítica y, para los lugareños, este es “un evento histórico que nunca podremos olvidar”.

Las fotografías muestran el paso e impacto de la inundación en Matina.

Vecina de Valle La Estrella: ‘Es un lago de barro’

Otro de los sitios más afectados es Valle La Estrella, también en Limón. Allí, el río La Estrella se desbordó e inundó todo lo que estaba a su paso.

Guiselle Urbina, una vecina del sitio, contó que a unos familiares suyos, quienes residen en esa localidad, se les inundó la casa completamente, al punto de que “todo quedó flotando”.

“Los muebles, la refrigeradora, todo quedó flotando. Hay problemas con la electricidad también”, relató Urbina.

Por el momento, ella se acercó a donde sus parientes para ayudarlos con la limpieza, aprovechando que el clima tuvo una leve mejoría: “Están sacando el barro, pero está muy húmedo, entonces es dificilísimo”, dijo.

Agregó que Valle La Estrella parece un “lago de barro”. No obstante, siendo optimista aseguró: “lo bueno es que están bien y con salud”.

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Incluso, la fuerza del agua fue tal que arrasó con el puente sobre ese mismo río La Estrella, el cual está próximo a ser reparado con una estructura provisional.

En un recorrido de este medio por la zona, se observó que, por ejemplo, esta situación obligaba a las personas que debían atravesar el puente a bajarse del autobús, caminar por la estructura que no se falseó y, una vez pasada esa parte, abordar otro bus que los esperaba del otro lado del río.

Sobre esto, la vecina Ariana Ramírez se mostró preocupada porque este puente es el camino que usan los pobladores para dirigirse a sus trabajos que quedan lejos.

“No todos tenemos un carro súper grande para irnos por la ruta alterna. Uno estaba esperanzado de que dijeran que este lunes abrían el paso, pero ya es lunes y no se ve nada de avance. Es cierto, es un feriado, pero en una situación de emergencia no debería serlo.

“Muchas personas necesitan cruzar. Es preocupante porque hay que trabajar, hay que cumplir y, con esto, el perjudicado es uno”, lamentó la lugareña.

El ministro de Obras Públicas y Transporte, Rodolfo Méndez Mata, indicó que el fin de semana se trasladó un puente modular armable (tipo Bailey) el cual permitirá unir la carretera con el puente.

La nueva estructura sustituirá el relleno de aproximación socavado por las lluvias que antes unía la carretera con la estructura existente. Con la nueva adición, se espera recuperar el tránsito por allí a partir del próximo miércoles, resaltó el jerarca.

Dos días con agua a dos metros de altura

Otro de los sitios afectados fue en Penshurst, también en Limón, donde la llena fue “impresionante”, según describió Mario Zúñiga, uno de los afectados.

Zúñiga contó que ahí estuvo lloviendo desde el jueves, cuando a eso de las 4:30 p. m., comenzó a inundarse, pero poco después el agua bajó.

No obstante, el viernes, mismo día en el que se dio la mayor afectación en Turrialba de Cartago, el río creció al punto de que el nivel de agua llegó a los dos metros, aproximadamente, precisó Zúñiga, quien agregó que todo fue muy rápido y no les dio tiempo de nada.

Apuntó que lo más que pudieron hacer fue montarse a una lancha que tenía un cuñado suyo, lo cual les permitió ponerse a salvo.

“Estamos preocupados por la cantidad de agua que llegó porque fue demasiado. No pensamos que fuera tanto, pero llegó a casi dos metros y estuvo así por dos días”, mencionó.

Este lunes, las condiciones climáticas en esa zona fueron un poco mejor, lo cual permitió que el agua bajara y que los afectados pudieran regresar a sus viviendas a intentar rescatar lo poco que quedó.

“Ahora tenemos que limpiar, pero es duro por la cantidad de barro y porque todo está dañado”, lamentó Zúñiga, al tiempo que dijo que, en los cuatro años que tiene de vivir ahí, nunca había visto algo igual.

Sabe que los tiempos actuales son difíciles, pero tiene la convicción, al igual que el resto de damnificados, que se podrán levantar. “Todo es un paso a la vez”, concluyó Zúñiga.