Pescador que perdió casi todo por inundaciones puso a salvo a 15 adultos mayores

Emmanuel Gómez tuvo que decidir si se quedaba a poner a salvo lo que le quedaba o atender el llamado de los rescatistas. No lo pensó dos veces y optó por ‘perder lo material y rescatar la vida humana’.

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Para quien poco tiene, perder unos colchones, unos sillones viejos y un poco de ropa es perderlo casi todo. Y eso le pasó Emmanuel Gómez, un pescador de Ciudad Cortés, quien vio cómo se estropeaban todos sus enseres tras las inundaciones provocadas por el ciclón Julia. Para él fue nada lo material, frente a la decisión de dejarlo todo tirado y acudir al rescate de 15 adultos mayores.

En la misma panga con la que pesca el único sustento de su familia, Emmanuel logró poner a salvo a estas personas en medio de las inundaciones de Ciudad Cortés, tras el paso de Julia, que afectó indirectamente la zona sur del país.

Sin quejarse demasiado, pero sí evidentemente preocupado por el precario estado de su vivienda y de sus pérdidas materiales, así como lo poco que tiene para sus tres hijos menores de 7 años, este pescador relató la difícil tarea del pasado domingo por la tarde.

Desde la madrugada de ese día Emmanuel estuvo pendiente de la crecida, a ratos dormía y en otros momentos ‘chequeaba’ el agua para poner a su familia a salvo.

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“Como a las 6:30 de la tarde le dije a mi mujer que estaba lloviendo mucho, entonces salí a chequear el bote, más o menos cada dos horas revisaba. Como a las 3 a. m. chequeé y la última chequeada fue a las 4:30 a. m. y le dije a mi pareja ‘amor a las 5 en punto me levanta para ir a recoger una hielera que tengo con pescados’ y en media hora que pasó, cuando me levanté todo estaba lleno de agua”, relató.

La tormenta, para entonces huracán, golpeó más fuerte que en otras crecidas anteriores, según comenta y así empezó a ver que ya tenía muy poco por resolver al ver cómo un árbol se incrustó en una ventana de su frágil vivienda y facilitó la salida de algunas pertenencias. Fue cuando le dijo a su mujer ‘amor deje que se vaya eso’ y llevó a sus tres hijos de 3, 5 y 7 años y a su pareja, a casa de un tío que vive al lado.

Ya era de día y con las calles inundadas, los bomberos empezaron a llegar y ahí fue que Emmanuel tuvo que tomar una decisión: se quedaba a recuperar o poner a salvo lo que quedaba o atender el llamado de los rescatistas, no lo pensó dos veces y optó por ‘perder lo material y rescatar la vida humana’.

En total, con ayuda de su panga y su motor de trabajo, logró sacar a unos 15 adultos mayores vecinos suyos, entre ellos una anciana en silla de ruedas, también a otras personas que no sabían nadar y que corrían riesgo de ahogarse.

“Aún sabiendo que se pierde lo material y que las cositas de él estaban en riesgo, aportaba y pensaba en ayudar a los vecinos. Él me decía y me insistía, lo material se recupera y yo quiero ayudar a la gente”, dijo Rayfy Martínez, uno de los bomberos que estuvo con Emmanuel.

Martínez confirmó que al principio llegaron a la zona y el joven pescador y su familia eran parte de la población a socorrer; sin embargo, con ‘toda su vocación’ y conocimiento como baqueano, quiso ayudarles y les prestó su panga desinteresadamente.

“Entre lo que logré rescatar fueron cosas de mis hijos, pude subir a un mueble los zapatos, útiles y cuadernos para no perderlos”, dijo el pescador.