Familias de barrio Corazón de Jesús retornan a sus casas pese a riesgo

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Las 12 personas que la noche del martes fueron desalojadas, pues sus casas se llenaron de lodo en barrio Corazón de Jesús, en La Uruca, retornaron este miércoles a sus viviendas.

Lorena Romero, encargada de la oficina de Atención de Emergencias de la Municipalidad de San José, dijo que la recomendación era de evacuar la zona, pero los afectados decidieron volver a sus propiedades.

"Nosotros vamos a mantener un monitoreo constante y conservar la posibilidad de abrir un albergue en cualquier momento, mientras se concluye una evaluación sobre la situación en esa barriada", dijo la funcionaria.

Barrio Corazón de Jesús se ubica unos 400 metros al norte de la fábrica Pozuelo y esta cerca del río Virilla. Se trata de una asentamiento creado en los años setenta por seis familias, pero que con los años se repobló. Un informe del 2010 de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) registró 220 casas.

LEA: 12 personas abandonan sus viviendas luego de deslizamiento de barro y agua

El riesgo principal del lugar es un talud o paredón ubicado al oeste, que puede tener unos 30 metros de alto. Debido a la acumulación de agua de lluvia en la parte superior, durante el invierno son frecuentes los desprendimientos de material.

Precisamente, el 7 de junio de 1992, un alud mató a siete personas. Desde ese momento se declaró que en una franja de 50 metros lineales desde el paredón no se pueden construir casas. Sin embargo, en la actualidad hay decenas de construcciones muy cerca de la pared.

Lorena Romero dijo que la emergencia del martes –ocurrida a las 4:55 p. m.– se debió, una vez más, a la saturación de agua llovida que generó corrientes de lodo.

La correntada afectó cuatro viviendas cerca de la entrada de la barriada, otra más cerca de la iglesia (al centro de la comunidad) y otras dos más en la parte más baja de la propiedad, colindante con una industria.

"Hay problemas de estabilidad. A veces ocurre en un sector, otras veces en otro. Los problemas surgen cuando llueven mucho y se generan esas corrientes de lodo que se meten a las casas. La gente pierde los artículos domésticos (...) estamos haciendo una evaluación para tratar de dar una solución", concluyó.