Las lluvias y lo nublado en la cima del volcán Rincón de la Vieja impidieron observar la altura de la columna por la erupción de este miércoles a la 1:40 p. m., la cual ocurrió doce horas después de otra erupción que los los sismógrafos y el sistema de infrasonido del coloso registraron en la madrugada.
El análisis de los sonidos revela que hay bloqueos en los ductos de salida de gases, creados por los mismos minerales, principalmente el azufre que reacciona con el agua, la roca y otros, cierra la salida de gases hasta que la compresión interna vuelve a romper los sellos.
Cuando la presión aumenta, los gases que suben a unos 700 u 800 grados Celsius, generan explosiones al tocar el agua fría de las lluvias que se filtran desde la cima. Al transformar súbitamente el agua en vapor, sobrevienen las explosiones y el material genera la erupción, explicó Javier Pacheco, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
En cuanto al tamaño y grosor de los ductos internos, el científico dijo que eso es muy difícil saberlo, debido a que no hay forma de conocer las entrañas del cráter. Dijo que en algunos volcanes extintos que se han investigado en otras latitudes, se nota que varia el grosor desde algunos centímetros hasta varios metros e incluso a veces hay redes de conductos.
Afirmó que las explosiones hidrotermales en el Rincón de la Vieja pueden seguir durante los próximos días como parte de un ciclo que comenzó el martes el 15 de marzo. Desde entonces, han ocurrido repetidamente las erupciones. “Es posible que vayan a seguir las erupciones pequeñas o moderadas, no se ve que haya un sello fuerte, sino que son débiles, que fácilmente se rompen”, acotó.
El Rincón de la Vieja es el volcán más activo del país. Está a 1.916 metros sobre el nivel del mar. El material que lanza corre por la pared norte hacia los ríos y quebradas de Upala, donde los vecinos no han informado de variación alguna con la reciente actividad.
La erupción de la tarde solo duró un minuto, mientras que en la madrugada fue seguida por varios pulsos o explosiones pequeñas, entre ellas una 1:46 a. m. y otra a la 1:59 a m. de modo que esa actividad duró alrededor de 20 minutos.
Los científicos no descartan que ocurran algunas erupciones similares a la del 30 de enero de este año, con salida de materiales que llegaron hasta Aguas Claras de Upala.