‘Nunca esperamos algo así', dice tía de Kristel Aguilar, asesinada en una fiesta junto a Nahomy Ramírez

Cantidad de sangre en la escena permite al OIJ concluir que ambas fueron ultimadas en vivienda de Limón

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En Cieneguita de Limón, la familia de Kristel Aguilar se despidió de ella con una misa en su propia casa. Aunque ya tienen certeza de que está muerta, su cuerpo sigue sin aparecer. El rastro de la joven de 21 años se perdió desde el 17 de febrero cuando asistió a una fiesta en barrio Las Palmeras junto a su amiga Nahomy Ramírez Jiménez, quien corrió la misma suerte.

Alejandra Ortiz, tía de Kristel, afirmó que aunque nunca esperaron una noticia así, pero con el tiempo han asimilado que ella fue asesinada. El martes, al cumplirse dos meses de la desaparición, tuvo lugar la misa e hicieron una ceremonia donde liberaron unos globos en memoria de la joven madre.

Lo anterior, luego de que la Policía les confirmó que la prueba de ADN en sangre hallada en la vivienda a la que asistieron aquella noche, cerca del cementerio de Limón, en barrio Las Brisas, dio positivo para ambas jóvenes.

El director interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, confirmó este jueves que cuando los agentes llegaron a realizar las pesquisas en esa vivienda, encontraron que la casa había sido limpiada, por lo que aplicaron luminol, un compuesto químico para detectar trazas de sangre en las escenas del crimen. Fue así como se percataron de que hubo una gran cantidad de sangre derramada, que se calcula en más de tres litros dispersados, lo cual revela que habrían fallecido desangradas.

La forma de agresión se desconoce y el arma usada, por lo que las investigaciones siguen adelante para tratar de dar con los restos. Ya hay dos sujetos detenidos por este asunto y otros dos permanecen en fuga.

Para la familia de Kristel, el OIJ es contundente en asuntos tan serios, por lo que al recibir ese criterio la dan por fallecida. Ella era la mayor y la única mujer de tres hermanos. Su hija, de tres años, quedó al cuidado de los allegados.

Pocos días antes de fallecer, Kristel había llenado un formulario para optar por un puesto en el área de lavandería de la cooperativa de APM Terminals. Su afán era superarse para sacar adelante a la niña. Actualmente estaba dedicada a cuidarla y a labores domésticas como ama de casa.

Su tía afirmó que ante la problemática de homicidios en Limón, desde hace mucho tiempo la gente prefiere no salir. La mayoría de fiestas a las que asisten los jóvenes se hacen en casas, pues muchos bares cerraron y más bien hay algunos que funcionan de forma clandestina.

Dijo que los jóvenes necesitaban distraerse y por eso Kristel a veces salía con sus amigas, pero siempre avisaba por teléfono dónde estaba y la hora a la que iba a regresar, lo cual no ocurrió aquella noche del 17 de febrero.

Lamentó que muchas mujeres hayan criticado esa salida, pues afirma que la muerte suele llegar cuando menos se espera, dijo que a Kristel la invitaron a una fiesta como tantas. “Las amigas le insistieron tanto que ella se alistó y fue. No era algo planeado y surgió en el momento”, indicó

Recordó que el último día que compartieron con Kristel les había preparado una comida a los primos y el resto de la numerosa familia.

Afirmó que ahora esperan que la justicia se encargue de quienes perpetraron esas muertes.

Por su parte, Graciela Jiménez, madre de Nahomy Ramírez, dijo desconocer si los dos detenidos eran conocidos de su hija. Se mostró agradecida con las autoridades porque han ido esclareciendo el caso, pero aún guarda una remota esperanza.

“Uno sabe que en estos casos puede pasar cualquier cosa” afirmó. Aunque el OIJ ha dicho que asumen la muerte de ambas jóvenes, Graciela se aferra a que su hija todavía podría estar viva y será hasta que le lleven el cuerpo o le indiquen dónde fueron enterradas, cuando acepte su partida. “Yo hasta el último momento sigo con mi fe y pidiendo a Dios por ella”. dijo.

Afirmó que Nahomy nunca desaparecía y si un día no llegaba realizaba constantes videollamadas y mensajes diciendo donde estaba. Tanto así que la hija de ella, de cuatro años, le sigue pidiendo a Graciela hacerle una videollamada para decirle buenas noches.

Nahomy era la mayor de tres mujeres y en el 2021 se había graduado de secundaria en el Cindea de Estrada.

Cuando cayó el primer sospechoso, el OIJ llamó a doña Graciela para informarle, pero con la captura de otro presunto implicado, se enteró por medio de las noticias. Dijo que confía en que todo se pueda resolver pronto.