‘Ese hombre no puede andar libre en la calle, es un peligro’, dice madre de mujer descuartizada en Pococí

OIJ pide ayuda par dar con el sospechoso de un atroz crimen en Cariari; al parecer el sujeto enterró a la compañera sentimental en el patio y días después intentó quemar los restos, que aún no aparecen

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Desde el miércoles, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) difundió la fotografía de Fernando Ramírez Mejía, a la espera de que quien tenga datos de su paradero ayude a su captura. El hombre es sospechoso de haber asesinado y descuartizado a su compañera sentimental, Juliana Diermissen Noel, en barrio Palermo de Cariari, Pococí.

Luz Dania Noel Carazo, madre de la mujer asesinada, afirmó que ha mantenido constante comunicación con los agentes judiciales que llevan el caso. Estos aún realizan algunas pericias forenses, pero le confirmaron que tienen un 90% de certeza de que algunos restos, cabello y sangre son de Juliana, su hija mayor.

“Ese hombre no puede andar libre en la calle, es un peligro”, dijo la mujer, de 57 años, quien clama a las autoridades que lo capturen y le impongan una pena fuerte debido a la gravedad de descuartizar y sacar el cuerpo.

Muy conmovida por lo ocurrido, nos dijo que su hija conoció al hombre con quien se juntó meses atrás por medio de redes sociales. Durante los primeros dos meses, ella se comunicaba con su hermana Yuri para contarle que todo iba bien. Sin embargo, luego empezaron las agresiones y amenazas con un machete por parte de Fernando Ramírez, sujeto al que las autoridades buscan.

Juliana, ama de casa, había estudiado solo la educación primaria en una escuela de Heredia. Luego se unió a su primer pareja y tuvo tres hijos que quedaron con el papá de ellos, de quien se había separado hace varios años y vivía sola.

Doña Luz la describió como una muchacha humilde, sin vicios y muy dedicada al hogar. Quería rehacer su vida y tener un compañero, pero debido a su humildad y forma de ser, afirma que Ramírez se aprovechó de ella.

Añadió que no sabía que su hija había comenzado esa nueva relación y fue hasta el mes y medio de formalizada que Juliana la llamó para contarle y decirle que estaba bien. Sin embargo, luego supo que Ramírez era obsesivo y violento, según le contó Yuri, su otra hija.

Pese a los consejos que le dieron para que dejara esa relación, ella les contó que el sujeto la convenció nuevamente para que se quedara, y ella tenía fe en que la convivencia mejoraría. Sin embargo, el ciclo de violencia se cerró semanas atrás con el resultado conocido.

Doña Luz afirmó que al OIJ le proporcionaron videos, fotos, direcciones de la casa y otras pistas que ayuden a esclarecer el caso. Ahora, pide a la ciudadanía que, si ven al sujeto, llamen de inmediato a la Policía.

Confía en que se puedan encontrar más restos de Juliana para darles sepultura. Pide a las jóvenes ser prudentes y no dejarse llevar por amistades que apenas conocen por redes sociales.

Esperan dar con él pronto

Mientras tanto, una intensa búsqueda se lleva a cabo en varios puntos del territorio tales como Campo 5, Campo 2, Caribe Nuevo y Palermo de Cariari, donde presumiblemente Ramírez podría estar escondido. Este individuo, de 45 años y originario de Puntarenas, había iniciado una relación sentimental con Juliana Diermissen Noel, tras dejar desde hace tiempo a su anterior pareja, con la que se había casado y tuvo una hija.

La versión que vecinos y familiares dieron a las autoridades confirma que Ramírez la agredía y amenazaba de muerte, hasta que al parecer logró su objetivo en una fecha no precisada, según los indicios encontrados por el OIJ en la vivienda de la pareja, en una barriada rural, en Palermo de Cariari.

La víctima dejó un hijo de 19 años, una de 18 y un menor de edad. Era oriunda de Heredia y había vivido anteriormente en Ipís.

Indicios reveladores

Los indicios de cabello, rastros de sangre y una fosa en el patio hacen prever a la Policía que la mujer fue asesinada con arma blanca y posteriormente enterrada. Desde el 31 de octubre la familia perdió comunicación telefónica con ella. Las pruebas con luminol, un químico para detectar rastros de sangre, fueron positivas. Al parecer, días después de enterrarla en el patio, Ramírez intentó quemar los restos y luego los llevó a otro lugar desconocido para las autoridades.

El jueves, el OIJ llevó a cabo un allanamiento en la residencia actual del sujeto en Campo 2 de Cariari, quien trabajaba como peón en una finca cercana a la que hace días dejó de asistir. Durante el allanamiento, las autoridades se incautaron de una moto, un machete y ropas, las cuales fueron enviadas al laboratorio forense.

El OIJ pide a quien vea al sospechoso alertar al número confidencial 800-8000-645 o a la oficina regional del OIJ en la zona 2713-6121. De igual manera piden ayuda a quien tenga indicios del sitio donde el sujeto habría trasladado los restos de su compañera sentimental, los cuales al parecer trasladó en bolsas plásticas.

El 20 de julio del 2019, un hombre de apellidos Bolaños Cruz, de 21 años, que vivía en San Pedro, asesinó a Natali Isabel Madriz Chinchilla, de 38 años, oriunda de Cartago y vecina de San Rafael Arriba de Desamparados. Su cuerpo desmembrado apareció en unas bolsas de basura frente a unos apartamentos muy cercanos a la Universidad de Costa Rica.

Las búsquedas de agresores en el Caribe a veces se tornan difíciles por lo montañoso de la zona y lo solitario. En el 2021 un violador en serie que se había escapado de celdas judiciales en Sarapiquí tuvo durante 20 días en vilo a pobladores de ese cantón que colinda con Cariari de Pococí, pues conocía muy bien la zona y evadía todos los operativos de búsqueda desplegados por la policía. El hombre, identificado como Alfonso Castro, finalmente fue capturado en Las Horquetas de Sarapiquí.