"Ni los conozco (a los fallecidos). No sé ni quién es el dueño de la casa. Lo único es que sí hacían fiestas ... bueno cuando había partidos de la Liga....", declaró un vecino.
Por miedo o temor a represalías, las personas que habitan en los alrededores de una casa ubicada en San Jerónimo de Desamparados, San José, dentro de la cual asesinaron la noche del martes a cuatro hombres, alegaron desconocer detalles sobre la gente que habita ese lugar y quienes eran los visitantes.
El inmueble en el cual sucedió el hecho está 75 metros al norte de la escuela San Jerónimo. Se trata de una antigua casa construida por uno de los antiguos pobladores de este populoso barrio, con un único acceso que siempre tenía llave, confimaron los lugareños.
Esa construcción está rodeada por otros inmuebles, en el frente tiene verjas y en el techo, al frente de la calle, hay alambre navaja.
Para la policía, los responsables del crimen debieron de entrar y salir por ese portón, que nunca fue forzado. En otras palabras, dijo Wálter Espinoza Espinoza, “ingresaron con llave o con el consentimiento de alguien”.
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Recuerdan las fiestas
Vecinos, quienes accedieron a hablar, siempre y cuando no se publicarán sus nombres o se le tomará una foto, dijeron que la vivienda pertenecía a una familia de las "viejas" de San Jerónimo, pero que "hace varios años" un hombre, de quien nadie sabe el nombre, la compró.
"Esa casa tenía como otra casita al lado atrás, pero como que las remodelaron e hicieron apartamentos. Son esas latas de cinc que usted ve allá atrás", narró una mujer.
El inmueble cuenta con cinco medidores de electricidad. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que atrás lo que hay son tres cuartos, uno en la planta baja y dos en la alta. El ataque a las víctimas fue en uno de los apartamentos de la segunda planta.
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Los vecinos entrevistados coincidieron en que en ese lugar si eran frecuentes las fiestas a la que asistián personas desconocidas y en las que incluso llevaban mariachis. Incluso, pegada a la verja de la acera se observa una parrilla, hecha con un estañón de hierro cortado a la mitad.
Sin embargo, los entrevistados dijeron que "hacía varios días" que no tenían fiestas.
La policía informó de que en el apartamento en el cual asesinaron a los hombres había botellas de cerveza y de licor, lo cual hace presumir de que las víctimas compartían con algunos amigos o conocidos.
La noche del martes los vecinos dijeron que escucharon como que "reventaron bombetas". Otro, que fue como "la explosión de un medidor" y que por esa razón siguieron en lo que estaban: la mayoría viendo el debate con los candidatos a la presidencia y solo salieron a ver que pasaba cuando oyeron las sirenas de las patrullas de la Fuerza Pública.
Respecto al dueño del lugar, la Policía Judicial no hizo mayor referencia. En el si se observaba un automóvil Nissan modelo 1993 (propiedad de un hombre vecino de San Jerónimo) y dos motocicletas, una inscrita a nombre de una sociedad radicada en Santa Ana de San José y la otra, cuya placa no aparece inscrita en el Registro Nacional.
San Jerónimo es un barrio de casas viejas que pertenece al distrito central de Desamparados y colinda con lugares como Loto, Loma Linda y Urbanización la Paz, que son de más reciente creación.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el distrito de Desamparados tiene una población de 37.079 personas. El cantón, que tiene en total 13 distritos, es habitado por 240.671 personas.