Darwin Ovares Castro, el hombre que fue asfixiado en unas cabinas en Sarapiquí de Heredia, llegó a la 1:30 a. m. de este miércoles con un acompañante, cuya identidad se desconoce. Ambos se bajaron y pidieron una habitación puesto que ya era muy tarde y no querían seguir manejando hacia su destino.
Les asignaron un cuarto y allí permanecieron en aparente normalidad, hasta que el administrador de ese recinto observó que dos horas después (a las 3:30 a. m.), uno de los sujetos salió urgido de la habitación, se montó en el vehículo en el que llegaron y se fue sin dar aviso. Ese comportamiento extraño llamó su atención y por eso prefirió fijarse si todo estaba en orden.
Al llegar a la habitación, vio que la puerta estaba entreabierta y eso le permitió divisar el cuerpo del otro hombre tendido en el piso. Ante el hallazgo, el trabajador alertó a las autoridades, las cuales se apersonaron al sitio. La Cruz Roja lo declaró fallecido, al tiempo en el que dio aviso a la Policía Judicial.
En la primera revisión del cuerpo, los agentes le encontraron múltiples golpes en la cara, así como signos que podrían indicar que fue asfixiado, indicó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). No le encontraron billetera, por lo que la identidad del fallecido tardó en trascender. Empero, luego se supo que era Ovares, de 38 años y costarricense. El resto de sus pertenencias, incluidas unas cadenas de oro, estaban en la escena, por lo que se descartaría que se trató de un robo.
El cuerpo fue levantado y remitido a la Medicatura Forense donde se le realizará la autopsia para conocer su forma de muerte. Asimismo, buscaron todas las evidencias posibles que permitan entender qué ocurrió, quién lo hizo y porqué. Para intentar dar con este acompañante, la Policía realizó un operativo en la ruta 32, así como en la ruta 4, pero no se tuvieron resultados.