Enfermera fallecida en mortal vuelco de ambulancia estaba a punto de estrenar casa

Lilliam Montoya Madrigal tenía poco más de una década de ser enfermera. Tanto ella como su compañera, Lizet Sandí Solano, son recordadas por su entrega en el trabajo

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Los deseos de superación y la vocación de Lilliam Gerardina Montoya Madrigal, de 51 años, la llevaron a estudiar Enfermería, carrera que ejerció por 12 años. Esta oriunda de Ciudad Neily de Corredores, Puntarenas, trabajaba en el Hospital de San Vito de Coto Brus y era tan apasionada que si al filo de su jornada laboral salía un traslado, no lo dudaba y se montaba en la ambulancia para recorrer los kilómetros que fuesen necesarios.

Durante la pandemia por covid–19 la movilización de pacientes a otros centros médicos aumentó y justo este lunes, pasadas las 3 p. m., le avisó a su madre que llevaría a una adulta mayor de 80 años hasta el Ceaco, en La Uruca, San José. Sin embargo, su viaje no concluyó, ya que cuando la ambulancia iba por el Empalme, en San Isidro de El Guarco, Cartago, se volcó. Ella y su compañera Lizet Sandí Solano, de 53 años, murieron, mientras que la señora, una doctora y el conductor del vehículo de emergencias resultaron heridos.

“Una prima nuestra que también trabaja como enfermera en San Vito me avisó lo que había pasado. Mi hermana (Lilliam) vivía con mi mamá y entonces la había llamado para decirle que iba para traslado, con lo de la covid–19 estaba saliendo mucho”, recordó este martes Geovanny Gerardo Montoya Madrigal, hermano de la fallecida, en entrevista con La Nación.

Él describió a su hermana como una persona muy organizada, quien estaba a punto de cumplir uno de sus mayores anhelos de vida, tener una vivienda propia. Precisamente, la construcción estaba a punto de terminar y esta semana Lilliam se mudaría a Lindavista, a su propia casita. “Uno de sus sueños era tener su casita, pero no pudo estrenarla. Esta semana ella se iba a pasar”, contó Montoya.

La fallecida era muy cercana a su madre, doña Etelvida del Carmen Madrigal Mora, de 71 años, y siempre estaba pendiente de ella. Además, era mamá de un joven de 27 años, quien labora en el Saint Gregory School. Precisamente, el centro educativo expresó en su cuenta de Facebook su solidaridad para con su compañero.

Entregada al trabajo

Lizet Sandí Solano, por su parte, tenía 53 años y casi 30 de trabajar como asistente de pacientes. Tita, como le decían de cariño, es recordada por su amabilidad y entrega, ya que era muy dedicada a su trabajo. Ella tenía un hijo de 23 años y vivía cerca del colegio de San Vito, a menos de tres kilómetros del hospital.

Su hermana, Sonia Sandí Solano, describió a Lizet como un ser humano súper especial, ya que era una hija, hermana y madre ejemplar. Además, recalcó su esfuerzo diario para que su hijo pudiese estudiar y su amabilidad para con los pacientes. “Mi hermana amaba su trabajo, en diciembre cumplía 30 años de trabajar en el Hospital de San Vito y hace unos días me llamó para contarme que le iban a dar unos días libres, que sacáramos el 31 de diciembre para estar con mami, yo le había dicho que sí”, recordó.

Agregó que “fue una hija cariñosa, pendiente de su mamá y de toda la familia”. Además, mencionó que desde que comenzó la pandemia, al igual que Lilliam Montoya, salía constantemente para trasladar pacientes con el nuevo coronavirus. “Ayer (lunes) a las 3:45 p. m. me puso un mensaje para decirme que iba para un traslado con una paciente, yo le dije a mamá que Tita iba para un traslado y mami me dijo: ‘Otra vez’. Le dije que sí y a las horas empezamos a oír las noticias, mami no quería creerlo, pero en la noche salió el nombre de ella y nos dimos cuenta que sí era ella”, lamentó.

Sandí dijo que a pesar de que ellos no podían llamar a su hermana en los traslados, porque ella tenía que ir dando reportes de los pacientes, al enterarse del vuelco de la ambulancia, ella le escribió y luego la llamó en varias ocasiones sin éxito, ya que solo salía el correo de voz. “Teníamos toda la fe de que ella estuviera bien por mi mamá, pero lamentablemente pasó lo que pasó”.

Recordó que en el último año y medio estar en casa era un alivio para Lizet, ya que era el único lugar donde podía estar sin mascarilla. Por ello, afirmó, no salía mucho, tan solo iba a hacer mandados y a visitar a su madre, quien vive en Lindavista, a poca distancia del hospital.

Decenas de instituciones que forman parte del gremio médico y otras entidades del país manifestaron su solidaridad para con familiares y allegados de las víctimas. La Unión Médica Nacional, el Colegio de Enfermeras de Costa Rica, la Municipalidad de Coto Brus, el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, la Cruz Roja Costarricense, el Hospital Monseñor Sanabria, así como decenas de médicos fueron parte de los que lamentaron los hechos.

Además, en un comunicado de prensa, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lamentó lo sucedido y se solidarizó con las familias de las víctimas. “Nos invade un profundo dolor por la pérdida de dos funcionarias abnegadas del servicio de enfermería que estaban en cumplimiento de su labor en un traslado de una paciente con covid–19, desde el Hospital de San Vito hacia el Ceaco (en La Uruca)” dijo el doctor Roberto Manuel Cervantes, gerente general.

Este martes, el cuerpo de ambas mujeres fue trasladado en la tarde desde el Complejo de Ciencias Forenses, en San Joaquín de Flores, hasta San Vito, donde serán veladas y, posteriormente, enterradas.

En investigación

De momento se desconocen las causas que mediaron en el percance, por lo que agentes judiciales de la zona de Los Santos trabajan en esclarecer la situación. “El caso está en investigación para determinar por qué ocurre el accidente”, precisó la Policía Judicial por medio de su oficina de prensa.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detalló este martes que las fallecidas viajaban en la parte trasera de la ambulancia junto con una paciente, quien se encuentra internada en el Hospital Calderón Guardia, en San José. Además de ellas tres, viajaban en el vehículo de emergencias el conductor, de apellido Ortiz, quien permanece internado en el Hospital Max Peralta, así como una doctora que ya fue dada de alta.

Información actualizada a las 6:32 p. m. con entrevista con la hermana de Lizet Sandí.