Los cuerpos de dos peones que estaban desaparecidos fueron encontrados la mañana de este martes en el río Tres Amigos, a su paso por Castelmare de Pital, en San Carlos.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) los identificó como Juan José Crespo y Nelly Manzanares Taleno, de 24 y 35 años, ambos de nacionalidad nicaragüense.
Ellos fueron reportados desaparecidos a las 7:00 p. m. del lunes.
Las autoridades manejan que en horas de la mañana del lunes, los dos hombres cruzaron el río en bote para ir a chapear un terreno.
Ellos debían regresar a sus casas, en Sahíno de Pital, a más tardar las 2 p. m., pero nunca llegaron.
La moto en la que viajaban fue encontrada cerca del río; sin embargo, el bote no apareció.
Allegados de los fallecidos les detallaron a los rescatistas que en días anteriores había estado lloviendo en la zona y el río estaba crecido. Además, para empeorar la situación, confirmaron que los hombres no sabían nadar, ni manejar bote.
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La Cruz Roja informó que este martes a las 6 a. m. iniciaron con la búsqueda, junto a la Fuerza Pública, vecinos y familiares.
A las 7:15 a. m. los vecinos encontraron el primer cuerpo, y el segundo apareció a las 9 a. m.
Los mismos estaban un kilómetro río abajo de donde al parecer cayeron del bote.
La Fuerza Pública custodió la escena, hasta que llegó el OIJ a llevarse los cadáveres.
Evaristo Arce, lugareño, afirmó que “en la tarde, al notar que no contestaban las llamadas, los vecinos empezamos a rastrear el río durante casi toda la noche”.
Gabriel Quirós, de la Cruz Roja, declaró que “se preparó en la parte logística para iniciar hoy (martes) en horas tempranas con nuestras labores. Un total de cinco cruzrojistas estuvimos trabajando en la escena”.
“Realmente hemos tenido mucho éxito, con ayuda de los baqueanos, de igual forma contamos con la ayuda de un muchacho de la zona con el tema de unas lanchas y un dron para poder andar buscando el cuerpo”, afirmó Quirós.
Asimismo, Ezequiel Ángel López, hermano de Juan José Crespo, recordó cuando lo trajo de Nicaragua, siendo apenas un niño.
“Yo me lo traje a él cuando tenía 12 años, ya tenía bastante rato de estar aquí. Es doloroso por ser familiar de uno, es algo lamentable, pero esto pasa, hay que resignarse”, declaró.
La zona en la que ocurrió este accidente dista a unos 30 kilómetros de Boca San Carlos, en la frontera con Nicaragua. Allí, la población se dedica, en su mayoría, a actividades agrícolas para subsistir.