Un equipo de buzos estadounidenses no ha logrado localizar, en dos días de labores, el catamarán hundido el jueves 8 de enero en el Pacífico, cerca de Jacó de Garabito, Puntarenas.
La tragedia de esa embarcación dejó como resultado tres personas fallecidas.
Miguel Madrigal, subdirector del Servicio Nacional de Guardacostas, dijo que hasta el momento han inspeccionado un área de dos millas náuticas (3,7 km) a unas 18 millas náuticas (32 km), desde Caldera.
Las autoridades habían establecido que el barco podía encontrarse dentro de ocho millas náuticas (14 km), alrededor del punto de hundimiento.
Posteriormente, definieron hacer la revisión en un área de cuatro millas náuticas (7 km).
Con base en ello, este miércoles empezaron un operativo gracias a la colaboración de buzos estadounidenses.
Madrigal detalló que ese día se abarcó una milla (1,8 km) y ayer, otra.
El subjefe de Guardacostas aclaró que todavía no han descendido personas, sino que se sumergió un sonar, del cual se reciben datos en los barcos.
“El sonar emite ondas. Donde rebota, dibuja la forma de lo que rebota. Es como un ultrasonido”, explicó.
Agregó que ayer hicieron labores de búsqueda hasta la 1:30 p. m., pues por la tarde las corrientes marinas son más fuertes e impiden que la revisión sea exhaustiva.
En caso de que el sonar brinde algún indicio, los equipos podrían introducir cámaras y, eventualmente, los buzos podrían bajar a revisar.
Los especialistas estadounidenses estarán en el país hasta el 22 de abril.
Pesquisa por muertes. La investigación por el hundimiento y las muertes está a cargo de la Fiscalía de Puntarenas.
Las autoridades esperan hallar el barco para determinar si hubo culpa en el accidente.
La nave se hundió a eso de las 8:45 a. m., cuando iba con 109 pasajeros hacia isla Tortuga.