Simon Leviev, el maquiavélico ‘Estafador de Tinder’ que timó a sus novias

Un documental recién estrenado en Netflix recrea la increíble forma en que el israelí Simon Leviev se dio por años la gran vida –aviones privados incluidos– engañando a mujeres a las que enamoró para luego despojarlas hasta de lo que no tenían

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Uno no sabe si reír o llorar. Nunca mejor dicha esta trillada frase cuando se transita por el increíble documental recién estrenado en Netflix con el simple mazazo de título, El estafador de Tinder. Se trata de una historia real de grueso calibre que involucra a un asombroso e ingenioso vivazo, a sus víctimas y a una de las redes sociales más populares para ligar en línea desde su creación, en el 2011.

Y es que, tal cual han coincidido periodistas, críticos y espectadores en todo el mundo, el documental va escalando una realidad tan increíble como estremecedora, pues tres de las víctimas narran cómo fueron embaucadas por Simon Leviev –supuesto nombre real, pues usaba varios alias–, un israelí de 31 años, nacido en 1990 y quien a pura guapura, encanto y matráfulas sedujo a varias mujeres en la última década, a quienes enamoró y deslumbró para luego sacarles miles de dólares que ellas no tenían.

Simon Leviev montó sus tropelías con una mira milimétrica a la hora de elegir a sus víctimas: mujeres educadas, refinadas, de clase media, con capacidad no tanto de pago como de endeudamiento, a quienes podía deslumbrar con sus lujos exorbitantes.

Por lo mismo, hasta donde se sabe nunca hubo millonarias de alcurnia en su lista de conquistas, pues visto lo visto, es lógico deducir que “reclutar” a mujeres de clase alta suponía primero, que no iban a ser impresionables por su condición económica y, segundo, porque a la primera solicitud de “préstamo urgente”, posiblemente se habrían activado todas las alarmas.

Advertencia obligada antes de que continúe esta lectura: el texto está repleto de spoilers porque no hay forma de contar la historia sin ellos. Sin embargo, nada de lo que se cuenta aquí equipara a la congoja galopante y creciente con la que se transita desde el minuto uno en Netflix con El estafador de Tinder.

Estrenada hace una semana, a estas alturas ese asombro se ha vuelto viral en el planeta y todos están hablando de Simon, de Tinder, de las demandantes y de lo más sorprendente: aunque estuvo preso unos meses, Simon no solo es hoy un hombre libre, sino que se está preparando para contar su “verdad” y no hay que ser pitoniso para saber que el ducho estafador cobrará su buena tajada por participar en su propia película.

Chapó. Por lo menos hasta este momento, Simon parece ser una de esas contadas personas en la vida que, hasta cuando pierden, ganan.

Encantador a tiempo completo

En The Tinder Swindler (El estafador de Tinder), Netflix narra la historia de tres mujeres que dicen haber sido engañadas por Simon Leviev: durante una hora y cincuenta minutos, la noruega Cecilie Fjellhøy, la sueca Pernilla Sjoholmy y la holandesa Ayleen Charlotte muestran cómo este hombre se metió en sus vidas después de conocerlas en Tinder y ellas terminaron entregándole sumas de dinero difíciles de confirmar, pero que algunos estiman en millones. Tan solo una de ellas dio al embaucador unos $200.000, según la cadena BBC.

“Tinder, la aplicación para encontrar pareja que fue creada en el 2011, se ha instalado como unos de los símbolos de la era digital en la que navegamos y se ha vuelto parte de las conversaciones sobre las relaciones amorosas actuales”, analiza la revista Vogue.

“Y aunque su foco está puesto en las relaciones interpersonales, también ha sido el escenario de un escándalo con repercusiones financieras: una historia de estafa internacional que llegó a las noticias de medios israelitas primero, y ahora dio el gran salto al ser producida por el gigante de streaming, Netflix”, agrega la publicación.

Y culmina con una verdad monumental: “Se trata de una de las piezas periodísticas más sonadas en Europa en los últimos años que finalmente llega al streaming para darnos un golpe de realidad sobre las redes sociales”.

El Cronista, de Argentina, publicó en su sección Control Remoto: “Simon Leviev se hacía pasar por un magnate de los diamantes y mediante una clásica estafa piramidal de esquema Ponzi engañaba a diferentes mujeres para robarles millones de dólares”.

Tal cual lo afirma la publicación, en la primera cita las invitaba a viajar en su avión privado y compartía todos sus lujos con ellas. Luego entablaba una intensa relación, con mensajes y videollamadas todos los días, hasta proponerles que se mudaran con él, aunque al mismo tiempo, en una estrategia calcada, las comunicaciones bajaban en frecuencia con el argumento de que siempre estaba muy ocupado, viajando mucho “por trabajo”.

La noruega Cecilie Fjellhøy, una de las principales participantes en el documental, ofrece una detallada recopilación sobre cómo conoció a Simon Leviev en Tinder. “Yo tengo mucho tiempo de usar Tinder, él me llamó la atención, revisé su cuenta de Instagram y me impresionó ver su vida de lujos. Cuando me aceptó en Tinder lo percibí realmente encantador, me dijo que andaba en busca de una relación seria y pronto me invitó a visitarlo y me ofreció su jet privado”, cuenta hoy Cecile, quien agrega la forma en que la impresionó con sus salidas a lujosos hoteles y cenas dignas de la realeza.

Detalles más, detalles menos, el modus operandi se va repitiendo con cada una de las víctimas. Cecilie estaba fascinada con su nuevo novio y futuro esposo, hasta que un día recibió un video de Paul, supuesto guardaespaldas de Simon y quien, en realidad, era su cómplice.

Como se repetiría en los tres casos auscultados, Simon le dijo a la joven que enemigos que se había granjeado por temas de negocios habían atacado a Paul –que lucía con el cráneo sangrante en el video– y que había bloqueado sus cuentas bancarias para proteger su feudo, en el caso de que quisieran tocar su enorme fortuna.

Es así como empieza a presionarlas para que le envíen dinero –nada de bicocas, de $10 mil para arriba–, las convence de que le presten el crédito de sus tarjetas y de que le compren pasajes de avión para poder escapar de sus supuestos adversarios.

Con toda la lujosa parafernalia que les había mostrado en sus primeros encuentros, las tres mujeres sucumben a los ruegos del novio y empiezan a transferirle todo su dinero, sus ahorros, el disponible de sus tarjetas de crédito y nuevos montos de tarjetas que adicionalmente solicitaron cuando las emergencias de Simon se acrecentaron.

La promesa habitual era que se trataba de préstamos-puente y que demoraría una semana en resolverles.

Así las fue envolviendo –a ellas y a saber a cuántas más– en una acongojante presión que varias de las afectadas documentaron en los mensajes de WhatsApp en los que queda constatada la insistencia y la elocuencia de las súplicas del “multimillonario” novio para que lo sacaran del supuesto trance del momento.

Lógicamente, en su momento ninguna sabía de la existencia de la otra. Todo estaba fríamente calculado.

Zarpazo de la prensa

Como reflexiona Vogue, Tinder parece ser una de las apps de citas más comunes entre los millennials, sin embargo, “El estafador de Tinder muestra que muchas veces las personas dejan de ver en las redes sociales una realidad que no se adecua a la verdad (seamos honestos, ¿quién es 100% honesto en todas sus redes?). Pero en este caso, esta premisa llevada al extremo”.

Eso sí, si bien Netflix tuvo la agudeza y el cálculo para llevar semejante historia a las pantallas, el mérito original lo tiene la revista noruega VG, que publicó una sesuda investigación en el 2019 y posteriormente le vendió a Netflix todos los derechos para realizarla en formato de streaming.

Después de recibir varias denuncias, la revista VG se puso tras la pista del supuesto magnate millonario y, tras seis meses persiguiéndolo, armó el caso y desenterró la increíble verdad oculta detrás del misterioso hombre.

“Ha seducido y estafado a mujeres jóvenes por millones y está prófugo de la justicia en varios países”, relata la pieza periodística de Natalie Remøe Hansen, Kristoffer Kumar, Erlend Ofte Arntsen y Tore Kristiansen. Su relato se divide en tres fragmentos; el primero narra la historia de ya la mencionada Cecilie Fjellhøy, una joven noruega radicada en Londres y quien conoció a Leviev en Tinder en el 2018.

Aunque a lo largo de todo el documental no se presenta a ninguna de las víctimas como cazafortunas, sí es evidente que todas se dejaron obnubilar por la grandilocuencia de vida de quien prácticamente consideraban como su prometido.

A Cecilie, por ejemplo, Simon la dejó boquiabierta cuando le dijo que por trabajo no podía visitarla, pero en cambio la invitó a viajar a Bulgaria, con todo pago nivel cinco estrellas y claro, con uno de sus aviones privados al servicio de la joven.

Tan intensos y seguidos como lo fueron sus primeros encuentros ocurrió la emergencia con el primer préstamo que le solicitó a la mujer aquel que se presentaba como heredero de la empresa LLD Diamonds. Apenas tres meses habían pasado desde su cita inicial, y tras dos encuentros adicionales a todo lujo en Ámsterdan, la joven recibió el ya mencionado video con el cráneo sangrante de su dizque guardaespaldas, herido, supuestamente, como una clara amenaza a la vida de Simon.

Y ahí comenzó un inaudito vía crucis para ella, pues Simon la presionaba para que le enviara más y más dinero, a lo que ella terminaba accediendo por temor a que el hombre se enojara con ella, cortara la comunicación y no le pagara un centavo. La bola de nieve se va haciendo más y más grande, en medio de la perplejidad de los espectadores, pues Simon logra sacarle más y más dinero y luego la deja plantada en Oslo, tras convocarla a uno de sus otroras ensoñadores encuentros.

Finalmente, Cecilie descubrió toda la cadena de engaños y la farsa de su prometido y, sin mucha esperanza, pero totalmente quebrada económicamente y con deudas astronómicas, interpuso la denuncia tanto en Noruega como en Inglaterra.

Sin mucha fe, como lo admite en el audiovisual, buscó a periodistas de investigación en el medio VG, que tras revisar todos los documentos, fotografías del “magnate” y el historial de comunicaciones cibernéticas, decidieron hincarle el diente al asunto, con los resultados ya consabidos: hoy la historia tiene colapsado y hasta peliparado al mundo.

Y es que, tras observar el documental, una pregunta válida queda flotante: ¿Cómo pudo suceder?

Se estima que Simon Leviev ha ganado desde los 18 años más de $10 millones de dólares engañando a mujeres de todo el mundo. Desarrolló una especie de sistema ponzi: lo que tomaba de una novia se lo pasaba a la otra, pero siempre con un balance positivo para él.

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Al descubierto

La estructura en la que se narran los hechos es atrapante. Por ejemplo, en la segunda parte se desvela lo que todos queríamos saber: los antecedentes de semejante personaje y cómo pudo fraguar su esquema insólito de estafas.

Es así como el investigador Uri Blau va tras los pasos de Simon Leviev en Israel, su supuesto país de origen. Ahí descubre que siendo ya un atractivo veinteañero, el estafador había sido acusado de fraude, falsificación y robo en el año 2011.

El mismo periodista reveló además que Simon Leviev, cuya identidad real es Shimon Yehuda Hayut, había sido acusado penalmente en el 2017 por otros delitos relacionados con estafas. Y acá se introduce el episodio vivido por la joven sueca Pernilla Sjoholm, quien fue estafada por Leviev.

Antes de proseguir, viene al caso considerar que todo apunta a que Leviev habría planeado su macabro sistema de estafas con precisión maquiavélica, pues a la hora de cambiarse el nombre y de inventar su vínculo con empresas de diamantes, encontró a Lev Leviev, multimillonario real que ingresó a Forbes en el 2003 y a quien un artículo de portada, publicado en una revista ucraniana, le dedicó la historia en la que Lev narraba cómo ascendió hasta convertirse en el “Rey de diamantes”.

Es así, como Simon les contaba a sus víctimas quién era supuestamente su padre y estas, con una simple búsqueda en Google, ‘ratificaban’ que estaban frente a un heredero de alta alcurnia. Después de que trascendió el documental, la semana pasada, LLD Diamonds, empresa de Lev Leviev, emitió un comunicado que decía: “tan pronto como nos enteramos del fraude, presentamos una denuncia ante la policía israelí y esperamos que el Sr. Hayut enfrente la justicia que se merece”, tal cual reportan medios como The New York Post.

De vuelta al caso de Pernilla Sjoholm, ellos se conocieron en Tinder en el 2018 y, tras apantallarla con su vida de multimillonario, a los ocho meses salió con una trama idéntica a la que usó con Cecilie y logró que la joven le girara varios montos de dinero que llegaron a sumar casi $50 mil.

Pernilla tuvo contacto con Cecilie, quien la convenció de contar su historia a VG. Incluso, las mujeres se reunieron en Múnich para compartir sus historias y la sueca terminó demandando a Leviev por estafa, manipulación y amenazas.

En el 2019, con denuncias en Suecia, Inglaterra, Alemania, Dinamarca y Noruega, Simon Leviev fue arrestado por la policía griega y deportado a Israel. En diciembre del mismo año, fue condenado por robo y fraude.

Pero procede retroceder un poco en el tiempo para narrar lo ocurrido con la tercera mujer involucrada en el caso, quien a la postre terminaría por armar un triunvirato con las otras dos al darse cuenta, de la forma más insólita, de quien era en realidad su prometido.

La revista Vanidades recopiló su historia, de nuevo rocambolesca y que provoca vértigo de la congoja ajena, tanto cuando se mira en el documental, como en este caso, con la narración a todo detalle:

“El título llamó la atención de Ayleen Charlotte mientras leía su feed de noticias durante un vuelo de avión: ‘El estafador de Tinder’. En el artículo, dos mujeres europeas relataban como habían conocido a un hombre aparentemente perfecto en Tinder, habían tenido cenas románticas, escapadas en aviones privados a otras ciudades del continente y una interesante relación con alguien que presumía ser‘el príncipe de los diamantes’ de Israel.

“Después recibieron una llamada telefónica, mensajes de texto, fotos inquietantes. Su conquista había sido atacada y necesitaba escapar. No solo eso, necesitaba dinero. El hombre de los lujos requería un par de miles de dólares. A cambio les prometió de todo: contratarlas en su empresa familiar, joyas, relojes, pagarés y cheques. Las dos mujeres cayeron. Días después se dieron cuenta de lo que había pasado. Fueron estafadas por un auténtico criminal del amor”, relata Vanidades.

Si las historias de Cecilie y Pernilla en relación con Simon ya eran bastante asombrosa, la de Ayleen quizá fue más chocante por la forma en que se percató de la verdad.

Ahí, en pleno vuelo, Ayleen quedó en shock. Especialmente porque su novio, Simon Leviev, recién le había pedido un par de miles de dólares porque necesitaba escapar de ‘sus enemigos’. Poco más de un año antes lo había conocido en Tinder y habían caído enamorados después de cenas románticas, escapadas en aviones privados a otras ciudades del continente y una interesante relación que parecía estar encaminada a llegar al altar. “Sí, Ayleen Charlotte descubrió con un artículo que leyó en un avión que estaba enamorada de ‘El estafador de Tinder’”, puntualiza Vanidades.

Sin embargo, a pesar de la evidencia del engaño –hay horas de videos grabados por el mismo estafador y largos intercambios de mensajes en Whatsapp– y de las denuncias hechas por las tres mujeres en contra de Leviev, este se encuentra en libertad tras haber cumplido cinco meses de condena, y niega haberles robado.

En solo un día, el supuesto hijo de un multimillonario empresario de diamantes, Simon llegó a gastarse $40 mil con tal de aparentar ante las mujeres a las que luego les sacaba un dineral.

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De hecho, como el caso es tan complejo, guardaba prisión preventiva pero fue liberado con medidas cautelares por la embestida del coronavirus en Europa.

Aunque Tinder le canceló la cuenta y él mismo había cerrado su Instagram, ante el estreno del documental habilitó su cuenta en la red social para enviar un mensaje en el que asegura, demostrará su inocencia y explica cómo las tres mujeres se confabularon contra él, posiblemente por despecho amoroso. Todo un personaje, a no dudarlo. “Compartiré mi versión de la historia en los próximos días cuando haya resuelto cuál es la mejor y más respetuosa manera de contarla, tanto para las partes involucradas como para mí”, escribió.

Pero, de vuelta a lo que nos ocupa ¿quién es Simon Leviev y qué dice el documental sobre su modo de actuar?

De Israel a Europa

De acuerdo a lo publicado en varios medios, entre ellos VG en Noruega y The Times of Israel, el nombre original de Leviev es Shimon Yehuda Hayu, nacido en Tel Aviv en 1990 y perteneciente a una familia ultraortodoxa judía.

El primer encuentro de Leviev con la justicia ocurrió en 2011, con apenas 21 años.

En ese momento fue acusado de fraude por sustraer y cobrar cheques de personas para las que había trabajado.

Antes de ser arrestado por la policía israelí, escapó a través de la frontera con Jordania con un pasaporte falso y huyó hacia Europa. Sin embargo, en Israel fue condenado en ausencia a pasar 15 meses en prisión.

Durante varios años no se tuvo rastro de sus actividades, hasta que en el 2015 fue capturado en Finlandia por el delito de estafa, tras la denuncia de varias mujeres. Allí fue sentenciado a tres años de prisión, pero fue liberado antes.

En el 2017 regresó a Israel. Allí cambió su nombre de forma legal: dejó de llamarse Shimon Yehuda Hayu para adoptar el nombre de Simon Leviev, con el que se haría conocido internacionalmente, y volvió a salir del país.

Ahí comenzó la etapa que forma la trama del documental de Netflix y se narra en el artículo de VG: se dedicó a contactar mujeres en Tinder y a pedirles dinero para financiar su vida de lujos y excesos.

En la aplicación se presentaba como Simon Leviev, hijo de un famoso millonario que hizo fortuna gracias a la comercialización de diamantes.

Aunque solo purgó cárcel por pocos meses, la forma en que cayó es uno de los clímax del documental. Una vez publicado el reportaje donde se detallaba el accionar de Leviev en el diario noruego VG y replicado por otros medios en Europa, en octubre del 2019, Leviev intentó huir a Grecia con un pasaporte falso.

Sin embargo, cuando aterrizó en Atenas fue capturado y extraditado a Israel, donde fue condenado a 15 meses de prisión y al pago de una multa cercana a los $50.000 para resarcir a sus víctimas. El caso se vuelve entreverado y asombroso, pues resulta que fue Cecilie Fjellhøy quien dio la alarma a la policía de Atenas tras atar cabos. El primero, que su fallido novio no estaba en línea en su celular. “Él siempre siempre siempre está conectado, excepto cuando vuela”, narra la mujer, quien también describe cómo dedujo que el destino de Simon era Atenas.

Lo que parece ser un desparpajo absoluto es la actitud actual del hombre. En entrevistas con medios locales, Leviev siempre negó haberle robado dinero a las mujeres que lo acusaban.

Y continúa ofreciendo sus hipótesis sobre las “falsas acusaciones”.

“Tal vez no les gustó estar en una relación conmigo, o no les gusta la forma en que actúo. Tal vez rompí sus corazones durante el proceso”, dijo en una entrevista con el canal 12 israelí.

“Nunca les saqué un dólar; estas mujeres se divirtieron en mi compañía, viajaron y vieron el mundo con mi dinero”, agregó.

A pesar de que está libre bajo la justicia de Israel, hay procesos por fraude abiertos en su contra en Reino Unido, Noruega y los Países Bajos.

“Ya es hora de que las damas empiecen a decir la verdad. Si no puedes darles el mundo, convertirán el tuyo en un infierno”, escribió en su regreso relámpago a Instagram.

Por otro lado, Variety informó que Tinder decidió eliminar y suspender la cuenta de Leviev en esa plataforma. Pero, conociendo las argucias del hombre, trató de cubrir todas las esquinas: “Llevamos adelante varias investigaciones internas y podemos confirmar que Leviev no tiene más su cuenta activa así como ninguno de sus demás alias”, expresaron desde la empresa en diálogo con la revista antes mencionada.

La serie estima que Shimon Hayut o Simon Leviev, los nombres por los cuales es más conocido, robó unos $10 millones a lo largo de los años tras ganarse la confianza de sus víctimas.

Otro punto que llamó la atención sobre su post en Instagram es que agregó que “dirigiría a todo el mundo” el viernes 11 de febrero, y agregó: “Di mi nombre #SimonTruth”.

Los ribetes de esta asombrosa historia están lejos de acabar.

Este martes 8 de febrero trascendió que las tres mujeres que protagonizaron el documental crearon una página de GoFundMe para recuperar el dinero que perdieron con Simon Leviev.

Cecilie Fjellhøy, Pernilla Sjöholm y Ayleen Charlotte, que según los informes todavía están pagando sus gigantescas deudas, crearon la página con la esperanza de contar con la ayuda de otras personas para reponer algo de lo que le entregaron a quien una vez creyeron era el amor de sus vidas.

“Probablemente estés aquí porque has oído hablar de nuestra historia y te agradecemos que te hayas tomado el tiempo de buscar y encontrar esta página”, escribió el trío en la descripción de su sitio de financiación.

“Los últimos días han sido un torbellino, y nosotras tres (Ayleen, Pernilla y Cecilie) hemos quedado completamente conmocionadas y anonadadas por la avalancha de compasión y apoyo de todos. Este amor puro es más de lo que esperábamos, y los apreciamos mucho a todos”.

En una entrevista para la revista británica Stylist, antes del lanzamiento de Netflix, Cecilie Fjellhøy aseguró que “ni una sola vez” se le pasó por la cabeza que él no era quien decía ser.

“Es simplemente magnético. Parecía súper inteligente y ambicioso, y todos los que conocí respondían por él”, dijo. “Ni una sola vez se me pasó por la cabeza que él no era quien decía ser. Enviaba hermosos ramos de flores a mi departamento y me enviaba mensajes de texto todas las mañanas”, agregó Fjellhøy.

“Mi debilidad es el romance a la antigua, así que, de alguna manera, fui la víctima perfecta. Él supo cómo atraparme”.