Robots y sueños van tras Marte

Nuevas respuestas a la búsqueda de agua y de condiciones propicias para la vida en el planeta rojo ocuparon titulares en la prensa.

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¿Hubo alguna vez cierta forma de vida en Marte? Esta fue quizá la pregunta que lideró muchas de las investigaciones espaciales y decenas de titulares científicos durante este 2013.

En febrero, el planeta rojo comenzó a ser noticia cuando se anunció que se había hecho la primera perforación de la superficie marciana de la historia.

El robot Curiosity, de NASA, taladró un agujero de seis centímetros en un sitio conocido como John Klein, en honor al encargado de la exploración de Marte fallecido en el 2011.

La muestra obtenida en ese momento fue transferida a un instrumento que “zarandeó” los granos de rocas varias veces sobre una especie de tamiz para recuperar los granos que medían 150 microns (un micron equivale a 0,001 milímetros), explicó John Grotzinger, geobiólogo de NASA, encargado de la misión.

Estas diminutas porciones fueron trasladadas más tarde hacia el laboratorio de química y mineralogía a bordo del robot marciano. Gracias a su análisis, apenas unos días después, el 12 de marzo, los científicos lograron identificar en las muestras ingredientes químicos como azufre, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, fósforo y carbono, elementos que sugerían que la superficie de Marte tuvo un entorno propicio para la vida.

Dos meses después, la evidencia de que en suelo marciano hubo agua fue aún “más contundente”, celebraron los expertos. Entonces, no solo se habló del material analizado sino de su ‘forma’. Se explicó cómo el hallazgo de muestras de rocas lisas y redondeadas parecía constatar la evidencia de un antiguo cauce “que fluía”.

Así las cosas, los especialistas se apuraron a explicar que el cauce de agua que hubo en Marte pudo haber sido lo suficientemente profuso e intenso como para hacer que las rocas chocaran entre ellas y “produjeran estas superficies tan lisas”.

Más tarde, también se habló de que al interior del cráter Gale, se encontraron gravas, cauces y un tipo inusual de roca volcánica, así como grietas llenas de minerales, nuevos indicios del pasado acuoso de Marte, dijeron los científicos.

Pero, más adelante, otro estudio desalentó a los investigadores cuando se detectó una falta de metano en un monitoreo del aire marciano. Según se dijo entonces, los organismos vivos producen metano y la ausencia de tal elemento en la atmósfera de este planeta parecía indicar que no habría vida posible en en vecino planeta rojo.

Nuevamente, hace una semana, NASA volvió sobre el argumento de que Marte sí albergó “la sopa de elementos” necesaria para dar hospedaje a formas de vida como las que conocemos.

Lo novedoso es que nueva evidencia “muestra que hubo allá un lago de agua dulce que habría tenido condiciones para propiciar la vida”.

Viene mucho más

En la búsqueda de más respuestas, India lanzó el 5 de noviembre la sonda Mangalyaan hacia ese planeta. Esta llegará el 24 de setiembre del 2014, tras recorrer 400 millones de kilómetros. Además, este 18 de noviembre, otra sonda de NASA llamada Maven y liderada por la ingeniera costarricense Sandra Cauffman partió también hacia este planeta.

Esta buscará información para ayudar a comprender el cambio climático de Marte y generar nuevas hipótesis sobre las formas de vida que tuvo o podría albergar. Está previsto que la misión llegue en setiembre del 2014 y que esté ‘en contacto’ con el Curiosity .