Obituario 2020: Quino, carta anónima a Mafalda desde El Más Allá

Humorista gráfico e historietista argentino, 1932 - 30 de septiembre 2020

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Querida Mafalda:

Hace días que pensaba en vos con cierta nostalgia. En vos y en Susanita, y en Felipe, y en Guille y hasta en Burocracia. Manolito me preocupa menos, o quizás lo mismo, pero por razones distintas: no digo que él no extrañe a Quino, pero debe estar más preocupado en cómo vender los nuevos tapabocas del Almacén Don Manolo.

Quino está bien, fenomenal, no te preocupes. El otro día lo vi muy entretenido dibujando aureolas a los ángeles. De locos. Hacían fila. Ni te imaginas. Al final, con ese ingenio bárbaro, bosquejó una tubería reluciente, larga, que se perdía allá a los lejos entre las nubes blancas. Seguido se inventó un ángel, también trazado a lápiz, por supuesto, que serrucho en mano y finos cortes en un extremo de la tubería, sacó un arito tras otro, aligerando lo de las aureolas. La de Dios, me dijo sonriente, solo se hace por encargo, triangular y a la medida.

No parecía tener mucha prisa en registrarse, como tenemos que hacerlo todos, porque aquí también hay un poco de burocracia, no creás. Ahí me pidió ayuda con el formulario, quizás más por costumbre que por necesidad, porque en el cielo se minimizan los desperfectos de la vejez, incluyendo los de la vista que le impedían dibujar últimamente. Igual, yo encantado.

Nombre: Joaquín Salvador Lavado Tejón. Fecha de nacimiento: 17 de julio de 1932. Deceso: 30 de septiembre del 2020. Edad: 88 años. Causa de muerte (estaba a punto de escribir simplemente “natural”, para no entrar en detalles innecesarios sobre el problema de salud, cuando él se adelantó): “Me gané la lotería”.

-Sí, anotémoslo así: Causa de muerte: me gané la lotería -repitió con una gran sonrisa, de seguro recordando aquel dibujo suyo en el que Dios... ¿O era San Pedro? Ahora que lo pienso debía ser San Pedro, con aureola redonda, no triangular... A ver... aunque también llevaba lentes como el Dios de sus tiras. ¡¿Qué Dios tiene miopía o presbicia?! Bueno, quien diablos fuera, Dios o San Pedro, saca una bolita de la tómbola, así por mero azar, y allá en la tierra se desprende un trozo de balcón que irá a dar justo a la cabeza del favorecido (Esto no es todo, pág. 133). ¿Y si ve mal la bolita que saca?

Mejor sigamos. Profesión: dibujante de humor. Ideología política:...

No tengo –me dijo–, para explicarse como resultado de una abuela comunista, unos padres españoles republicanos y su afición de joven al cine norteamericano que lo confundió un poco. No entendió, o quizás lo hizo demasiado bien, cómo antes de la guerra los rusos eran gente bastante buena, los japoneses eran malísimos y los italianos estaban por ahí. Después de la Segunda Guerra Mundial, los rusos empezaron a ser malísimos y los japoneses ya no eran tan malos.

-Pongamos: no tengo, aunque un poco hacia la izquierda –añadió, como si no supiéramos de su critica al capitalismo, aunque, pensándolo bien, tampoco se salvaban las dictaduras socialistas–.

Religión:..

¿Vos sos ateo, verdad? –me atreví a preguntarle–. Agnóstico –me dijo él–. Tengo un amigo científico que dice que no puede decir que es ateo porque tendría que demostrar que Dios no existe.

Pensé que no estaría mal, por mero humor, que a Quino le pasara justo como al tipo que en una de sus historietas toca el timbre en la puerta del cielo y, cuando sale San Pedro, pregunta si está Dios. ¿Cuál? –le pregunta San Pedro–. Y el tipo escandalizado le responde: ¡¿Cómo cuál?! ¡El único y verdadero!. Entonces San Pedro se da media vuelta y en voz alta pide ayuda a quienes están adentro del cielo: ¿Para fanáticos religiosos, hay alguien de guardia hoy?

Ya sabés, Mafalda. ¿Sí lo sabés? Que a Quino lo de la religión no se le daba mucho, por formación familiar, aunque en sus estantes no faltaba la Biblia. “La Biblia me estimula el humor“, confesó alguna vez, añadiendo que la leía a menudo, no como libro religioso, sino como inspiración, con poesía e historias interesantísimas de política, sexo, violencia, corrupción... “En ella está todo”. En sus viñetas también: no faltan ángeles ni pasajes bíblicos, como aquel en que Noé reprende severamente al conejo, rodeado de cientos de conejos en la proa del arca, además de un monito con orejas de conejo, una tortuguita con orejas de conejo, una rana con orejas de conejo, un elefantito con orejas de conejo... (Bien, Gracias ¿Y usted?, pág 51).

Apuesto que hasta a Dios le hace gracia y se ríe cuando se encierra en su habitación. Porque con toda seguridad debe tener una nube solo para Él, donde nadie lo fastidie, donde puede leer la colección completa de Quino, más de una veintena de libros, que para eso tiene los siglos que le dé la gana.

De seguro, hasta hace y deshace con un lápiz de dibujo, como aquel que sacó el tío Joaquín, la vez en que aceptó cuidar a Quino y sus hermanos, mientras los padres iban al cine. Como lo único que sabía hacer era dibujar, empezó a dibujar montañas, ríos y caballos. Una cosa bárbara, capaz de crear el universo, borrarlo, hacer un mundo nuevo.

“Salía lo que uno quisiera -recordó Quino el otro día aún maravillado-. A los tres años yo decidí que quería ser dibujante”

Perdoná tanta pelotudez de mi parte, Mafalda. Yo solo quería decirte que Quino está bien. Se le ve tan cómodo en este cielo a blanco y negro, quizás como solo consiguen quienes han hecho amistad con la muerte por anticipado y no la ven tenebrosa, sino como la pobre huesuda, con capucha y hoz que una vez llegó por un anciano a su lecho de moribundo y terminó embarazada por él (Sí, cariño. Pág...Perdone usted, lector, que no le dé el número la página, pero posiblemente por un error de impresión no lo tiene).

Además, Mafalda, de qué otra forma si no con humor, aquel muchacho que perdió a su padre y a su madre entre los 13 y los 17 años, podía hacer reír a tanta gente en el mundo, en parte gracias a vos, ¿sabías?, traducida a más de de 40 idiomas, de paso por armenio, portugués, chino, japonés, alemán, turco, finlandés, italiano, inglés, coreano, guaraní y recientemente hasta en hebreo. De seguro en el purgatorio tiene en todas las versiones, por aquello si hay que esperar demasiado, están en huelga o es feriado.

Quino, en cambio, anda por ahí. Me dijo que el otro día encontró a Mozart, ¡a Marilyn Monroe!, también a Picasso. Muy feliz él excepto el otro día, que se armó un quilombo con lo del Diego, sí, el pibe de Villa Fiorito, que aquí tuvieron que abrirle la puerta de atrás, del tumulto que se había armado en la puerta de San Pedro.

Ya sabés que a él lo del fútbol se le daba poco y solo le importa “como fenómeno social”. Por ahí se sentó un rato a mirar con curiosidad todo lo de allá (nuestro “Más allá”; no el tuyo, que es este de acá). Y hasta nos dio un poco de nostalgia, por la gente, por el pueblo.

Al rato te vimos a vos, allá en San Telmo, en el número 371 de la calle Chile, de pie sobre un banquito dándole un discurso a los pibes sobre un mundo mejor. No sabés cómo le cambió el rostro, con una sonrisa de oreja a oreja.

Dice que te quiere muchísmo.

p.d. Casi se me olvida. Te manda saludos Umberto Eco.

El autor es periodista.