El roquero que empezó limpiando mesas y baños hoy es ejecutivo internacional

A los 12 años, Ricardo Chamberlain trabajó y ahorró para comprarse una guitarra usada. 32 años después su hoja de vida incluye puestos en compañías internacionales como Sony, Alta Fonte y ahora Puntilla Music

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‘Legionarios’ es una nueva serie de Revista Dominical, en la que le ofreceremos historias de costarricenses que destacan como profesionales, emprendedores y/o líderes en el extranjero. Si conoce de un caso que le gustaría sugerirnos, por favor escríbanos a revistadominical@nacion.com.

Como muchos chiquillos en su infancia, el sueño de Ricardo era tocar guitarra; pero como en su casa no había dinero para ese tipo de gastos, el jovencito de 12 años le pidió permiso a su mamá para trabajar. Adquirir el instrumento era su meta.

Esta es la historia de Ricardo Chamberlain Chinchilla, un tico en el extranjero que, además de cumplir su sueño de ser artista, se convirtió en un importante ejecutivo de la industria de la música internacional.

El amor por las guitarras nació en Chamber, como es conocido en el ambiente musical tico, cuando vio la película Back to the Future y observó a Michael J. Fox tocando. El niño pensó que eso era lo que quería hacer.

Su primer trabajo oficial fue en la cadena de comidas Taco Bell. Sus labores eran muy diferentes a lo que en la actualidad hace en Miami, Estados Unidos, a sus 44 años. En los restaurantes se encargaba de la limpieza de pisos, de mesas y hasta de baños, y hoy por hoy es jefe de operaciones en la disquera Puntilla Music, aunque su carrera la ha forjado gracias a trabajos en compañías como Sony Music y Alta Fonte.

Con un sueldo que recuerda era de unos ¢14.000, allá por 1991, pudo ahorrar para comprar la guitarra que tanto quería. Era una usada que tenía el hermano de una excompañera del colegio. Fue una ganga porque por ¢20.000 le dieron el instrumento, un amplificador, el estuche y un libro de tablaturas del grupo Pearl Jam.

Con la guitarra en mano, ahora lo que tocaba era encontrar la forma de aprender, porque pagar clases no era una opción. Así que, con las ganas de ser guitarrista, Chamber aprendió usando una grabadora y un cassette al que le daba play y rewind a cada rato, para memorizar los sonidos.

Lo que no se imaginó el Chamber de 12 años, es que aquella guitarra que se compró con tanto esfuerzo se convertiría en una llave maestra, la cual le abriría las puertas a un mundo en el que ha destacado por ser un visionario.

De los ‘sportsbooks’ a Sony BMG, el primer gran paso

El impulso de Ricardo por perseguir su pasión lo llevó a buscar oportunidades en la industria musical. Al salir del colegio trabajó en sportsbooks, pero su amiga Stella Peralta (cantante y locutora de radio) trabajaba en una discográfica y él, constantemente, le insistía en que lo ayudara a entrar a la compañía.

“Ella me preguntaba que qué sabía hacer yo. Le contestaba que nada, pero que cuando hubiera un puesto, que me avisara”, recordó Chamber en entrevista con La Nación, desde su casa en Miami.

Fue tanta la insistencia que cuando hubo una oportunidad Stella lo llamó. Eso fue en junio del 2005. “Me dijo: ‘¿Mae, todavía querés trabajar en esto?’ De inmediato dije que sí”, recordó.

En Sony BMG lo contrataron como promotor de radio de música latina, algo que nunca había hecho. Su tiempo en la empresa lo sumergió en diversas facetas del negocio, desde la promoción y el marketing hasta la operación de computadoras.

Ricardo había encontrado su camino en el mundo de la música desde una perspectiva diferente a la de un músico tradicional. Su misión como promotor era convencer a los programadores de estaciones de radio de que las canciones que les llevaba eran los próximos éxitos inevitables. Con su apariencia distintiva, con el cabello largo y tatuajes, Ricardo destacaba mientras hacía su trabajo. Recuerda cómo tuvo que luchar para que se reconociera la calidad de algunas piezas.

“Creo que fue con Calle 13, con Se vale to-to, que me aprendí la letra y me fui a sentar al frente de un programador, y mientras escuchábamos la canción yo la iba rapeando. El tipo se me quedaba viendo extrañado de que a un mae con pinta de rockero le cuadraba tanto la pieza y pensó que por eso debía de ser buena. Y mirá donde están Calle 13 y Residente ahora, me sirvió la estrategia”, recordó.

Pero su papel como promotor de radio no era solo sobre convencer a otros de la calidad de la música; también implicaba trabajar con artistas cuando visitaban las estaciones. Desde Kalimba hasta Reik, Ricardo se aseguraba de que los artistas recibieran la atención adecuada en medios de comunicación y eventos promocionales.

Aunado a su éxito en la industria de la música, Ricardo también estaba involucrado en proyectos personales. Desde el 2000 había estado activo con su banda, Sintagma, y participó en otros proyectos musicales, incluido ser guitarrista Gandhi en la gira del disco Arigato No!

En Sony incursionó también en departamentos digitales, donde innovó con la venta de ringtones y la creación del club de suscripción Mega Fan, que consistía en una suscripción para recibir noticias diarias sobre los artistas de la disquera. Al final del mes, a los usuarios se les entregaba unos créditos para redimir en la descarga de tonos para el celular y escuchar canciones.

Su viaje en Sony fue una combinación de aprendizaje autodidacta y mentoría invaluable de colegas y jefes. Aunque su educación formal no estaba directamente relacionada con la música o el marketing, Ricardo demostró una habilidad para adaptarse y aprender sobre la marcha, convirtiéndose en una figura influyente en la industria.

Su buen desempeño en Costa Rica y Centroamérica finalmente llamó la atención de la sede en Estados Unidos. En 2014, aceptó una posición en Miami, consolidando su carrera en el ámbito internacional.

Cuando la oportunidad de trabajar en Estados Unidos se presentó, inicialmente no estaba buscando dejar el país. Sin embargo, después de esa oferta de trabajo tentadora y su reciente divorcio, vio la mudanza como una nueva oportunidad para crecer en su carrera.

La decisión de mudarse a Miami fue una oportunidad que cambió su vida, no solo en términos de carrera, sino también personalmente. A lo largo de sus 16 años en la empresa, no solo dejó una huella en la industria, sino que se convirtió en un ejemplo de perseverancia y éxito para aquellos que lo rodeaban.

El nuevo puesto fue como director de marketing digital, pero él, con esas ganas de innovar, hizo cambios hasta crear el departamento de audiencias que se encargaba del mercadeo, de las promociones y hasta de análisis de datos.

Tomar decisiones para cambiar y mejorar resultados

Como la vida es de cambios y decisiones, en el 2021, luego de 16 años en la empresa, buscó darle un giro a su vida. Reconoce que a Sony le debe mucho, que sin la oportunidad que le brindaron gracias a su desempeño, no estaría en la posición actual. Incluso, la vida personal de Ricardo podría ser muy diferente, ya que gracias a su paso por la compañía fue que conoció a su pareja, Amaia Mendizábal, quien lo convirtió en padre de dos niñas.

“La pandemia también sumó, el hecho de estar todo el tiempo metido en la casa. La competitividad que se hacía dentro de una compañía por seguir adelante y seguir dando resultados en un mundo en el que todos se encerraban. Se volvió muy complicado, muy desgastante”, comentó.

Chamber afirmó que, aún estando en su casa, perdió el balance entre trabajo y familia.

Para ese tiempo recibió una oferta de trabajo, que era de una compañía llamada Alta Fonte, un sello distribuidor de música de España en México.

La última recomendación para optar por ese puesto se lo hizo su pareja, quien también trabaja en la industria de la música. A ella la llamaron para el puesto, pero le pareció que la persona indicada era Ricardo. “Ya era la tercera persona que me lo decía y no pude ignorar esta oportunidad, así que escuché y era muy interesante la propuesta”, dijo.

La opción era ser el vicepresidente de mercadeo global para la compañía, un puesto que no existía en Estados Unidos, así que aceptó y se convirtió en la cabeza de un equipo de mercadeo para 11 países con 26 personas a su cargo.

Después de mucho analizarlo, se dio cuenta de que era la decisión correcta, el próximo paso en su carrera profesional.

Un descanso necesario y nuevos bríos

El trabajo de Chamber en Alta Fonte fue más que satisfactorio para él y una pieza importante en su crecimiento laboral, pero también llegó un momento en que el agotamiento por trabajar desde los 12 años le pasó factura y buscó un espacio para descansar.

Entre él y su pareja tomaron la decisión de que él no trabajara por un tiempo y se dedicara a la casa y a sus hijas Sol y Luna, para así tener más oportunidad de disfrutar del crecimiento de las niñas. “Ese fue el mejor año de mi vida hasta ahora, ese año que disfruté de lleno con mis hijas”, afirmó.

Sin embargo, a finales del 2023, la espinita de la música picó las ansias de Ricardo. Estaban sucediendo muchos cambios en la industria, por ejemplo, el auge de TikTok, y lo que estaba sucediendo con los sellos de música independiente, así que no aguantó más y puso manos a la obra para analizar varias ofertas de trabajo que le llegaron en el camino.

Entre las opciones que analizó Ricardo apareció la de Puntilla Music, un sello disquero fundado en Cuba con sede en Miami, que también hace labores de distribución, agencia de marketing y tienen una división editorial.

“Claudio Pairot, el fundador, me llamó y me dijo que la compañía estaba creciendo. Que nos reuniéramos para conversar. Hicimos química”, recordó Chamber. El músico agregó que al salir de Sony comenzó a descubrir un mundo de la industria musical que antes no conocía, como lo son los medios independientes que están impulsando artistas.

“Yo sabía que Claudio era un duro y lo que estaba haciendo Puntilla. Me ofreció trabajar al lado de él como jefe de operaciones. Estaba con las ansias de volver, pero quería algo independiente, no quería mi propia compañía, así que fue el medio perfecto”, recordó.

Desde hace tres meses Ricardo ocupa el puesto que le ofrecieron en Puntilla. Se encarga de muchas responsabilidades, ya que relativamente es una empresa pequeña, con apenas ocho años en el mercado. Chamber resume su trabajo como en buen tico lo decimos: es “Soyla”.

En la compañía son 18 empleados. Pairot y él están instalados en Miami y hay equipos de trabajo en Perú, España, Cuba y Colombia, así como una persona en Holanda y otra en Inglaterra.

El tico se encarga de marketing, recursos humanos, management de artistas y distribución de la música internacionalmente. También coordina en colaboración con otros especialistas el área legal y la contabilidad.

Puntilla trabaja con artistas como Dale Pututi, quien fue productor de Gente de Zona y ahora se desarrolla como artista independiente. También Motiff es parte de su catálogo, él es reconocido por ser uno de los compositores de Marc Anthony; además del artista mexicano de salsa Jimmy Rodríguez.

La disquera también trabaja con otros sellos y representantes de artistas como el colombiano Fonseca, a quien le administran su canal de YouTube.

“Estamos trabajando mucho con artistas tropicales. Ese es nuestro fuerte, nuestro nicho, pero también se trata de diversificar”, manifestó.

Extrañar el queso Turrialba y los granizados

Cuando llegó a Miami, aunque conocía a sus compañeros en Sony, no dejaba de ser ‘el nuevo’ en otro país. Pero, gracias a su personalidad, poco a poco fue construyendo una vida social allá, al punto que gracias al camino que le tendió la música conoció a su pareja Amaia. Con el paso del tiempo la historia de amor se dio.

Su hija Sol llegó a sus vidas y eso fue un cambio total para los dos. Durante la pandemia nació Luna… y ya son cuatro.

A Costa Rica vienen poco, pero cuando vuelven a la casa de su mamá, la familia de Ricardo disfruta de comer granizados, ir a la playa y, por supuesto, comer queso Turrialba. “Aquí en Miami hay playa, pero jamás es lo mismo”, sentenció el tico.

Ahora, mientras disfruta de su nueva aventura en Puntilla Music, Ricardo Chamberlain reflexiona sobre su singular viaje, uno que pasó de limpiar mesas en Taco Bell a liderar equipos de marketing global en la industria de la música. Su historia es un recordatorio de que el esfuerzo y la pasión pueden abrir puertas inimaginables.