El pasado lunes 21 de marzo –cuando se cumplieron 10 años desde que Jack Dorsey (cofundador de Twitter y actual director ejecutivo) envió el primer tuit de la historia–, el cabecilla de Apple, Tim Cook, tuiteó sus congratulaciones a la empresa , y le agradeció por “habernos dado el megáfono definitivo”.
Tras una década de mensajes condensados en 140 caracteres, Twitter le ha permitido a una minoría de la Internet pegar gritos tan bulliciosos que terminan siendo noticias mundiales, como bien podría hacerlo un megáfono. No es coincidencia que de la red social se disparen decenas de titulares noticiosos por día; ese es el uso que sus usuarios han premiado.
Celebrado por cientos de miles de tuiteros (a pesar de no tener tantos usuarios ni cifras tan favorables como otras redes sociales) y con un futuro cuestionado y condicionado por muchos otros analistas de la web, Twitter llegó esta semana a su primera década de existencia sembrando una incógnita en analistas de redes sociales y acciones virtuales: ¿Llegará a celebrar los 20 años?
Viento en Contra
Según el sitio especializado Investor Plac e, ese no será el caso: “Twitter, como lo conocemos, probablemente no estará disponible en el año 2026. El hecho de que las acciones de Twitter en la bolsa estén presentemente abajo por 77% en comparación con su pico de diciembre de 2013 dice que la mayoría del mercado está de acuerdo”.
Es probable que dentro de una década todavía exista algo en twitter.com, pero también es posible que ese sitio sea muy diferente al del pajarito que movió al mundo en los últimos 10 años y que, aún así, no ha logrado ser financieramente viable. Depende de quien lo vea, no importa tanto que Twitter sea la plataforma de la que se extrae un alto porcentaje del contenido noticioso del mundo; importa que Twitter no genera lo suficiente.
Esto ha llevado a otros analistas a sugerir que, tal vez, Twitter debería cambiar sus expectativas de ser una gran red social que genera suficiente lucro para sobrevivir entre los gigantes de la red, y en cambio enfocarse más en su reducido pero cualitativo público actual para explotar sus posibilidades.
Durante el último periodo de 2015, Twitter anunció que tenía 320 millones de usuarios activos, casi una quinta parte de los que tiene Facebook (1.500 millones y contando). Este es un dato que ha cambiado relativamente poco desde que la empresa entró a Wall Street, hace un par de años, y a pesar de que se han registrado más de 1.500 millones de cuentas en su historia , muchas se han ido borrando y de las existentes solo un 13% tuitea al menos una vez cada 30 días.
El año pasado, 87% de los estadounidenses consultados en una encuesta respondieron que habían escuchado sobre Twitter en algún momento de sus vidas, pero solo el 7% admitió que lo usaba. La facilidad de uso y lo amigable de su interfaz han sido características históricamente cuestionadas, y la empresa ha hecho poco para mejorar estos aspectos y atraer más usuarios, aunque es parte de sus objetivos para su segunda década de vida.
En Costa Rica, según datos de Latamclick , 400.000 usuarios están registrados en Twitter. En Facebook, la cifra sube a más de dos millones y medio de registrados.
Sin embargo, ante estos números y el desequilibrio entre las expectativas que sobre Twitter existían un lustro atrás versus la realidad del presente, parece que Twitter sigue existiendo por la calidad e impacto de sus usuarios más activos que por obra de la empresa misma.
El eco y la fama
La importancia de los usuarios en Twitter no solo radica en el contenido que brindan a la red social, el cual nadie más provee, ni en aquellos usuarios que ayudan a propagar esa información (las celebridades, los reporteros y los medios de comunicación son algunos de los más seguidos); la importancia de los usuarios dentro de esta red social se revela al ver la historia de algunas de sus características más relevantes y populares.
Las respuestas por medio de una arroba (insignia de Twitter) fueron ideadas por uno de sus primeros usuarios; los hashtags (la concentración de opiniones y datos sobre un tema bajo una misma etiqueta por medio del símbolo de #) no eran nada antes de que otro usuario los inventara; e incluso el retuit fue un mecanismo que primero existió por inventiva del público y que luego la compañía desarrolló.
“El resultado de esta innovación de los usuarios y el comportamiento cambiante de Twitter fue una red global de información en tiempo real que, para quienes tienen suficiente paciencia en filtrar sus intereses, reemplazó las transmisiones de noticias de los canales de televisión”, apunta el sitio especializado The Verge . “Twitter se convirtió en el lugar en el que las noticias se divulgaban primero y el lugar en el que esas noticias se discutían”.
A diferencia de otras redes sociales como Facebook e Instagram (la cual superó el número de usuarios de Twitter en cosa de dos años), las cuales son mucho más visuales y personales, Twitter es uno de los núcleos informativos de la web, y a pesar de sus intentos por desplegar contenido audiovisual como fotografías y videos, la empresa se mantiene como la red social líder cuando de conversación sobre eventos actuales se trata.
Desde la explosión de la primavera árabe hasta el anuncio de la muerte del actor Paul Walker por parte de sus familiares; desde la primera aparición pública de Edward Snowden en una red social hasta el anuncio de la segunda presidencia de Barack Obama; algunos de los momentos más importantes de la historia reciente se difundieron primero en Twitter, y con ellos se alimentó la creciente tendencia de muchos medios de comunicación de publicar pantallazos de tuits relevantes.
De acuerdo con encuestas recientes , toda la información metereológica como tormentas y terremotos se difunde más rápidamente por medio de Twitter que de cualquier otra herramienta tradicional de comunicación. “Twitter también ha estado muy asociado a eventos culturales, políticos y sociales como los disturbios de 2015 en Inglaterra y la crisis ucraniana”, recuerda el sitio web PhoneWorld.com .
Versus Facebook
La guerra entre las dos redes sociales parece de nunca acabar, a pesar de que los números de Facebook sean mucho mayores que los de cualquier otra red social en la historia: en Estados Unidos, mientras 13 de cada 100 personas que sabe de la existencia de Twitter lo usa , el 88% de los estadounidenses conoce Facebook y el 41% lo utiliza. El balance entre conocimiento y uso es claramente más fuerte para Facebook.
No obstante, entre 2008 y 2009, Mark Zuckerberg (jefe de Facebook) tuvo miedo de que Twitter se hiciera mucho más popular que su producto, al punto de intentar comprar Twitter por una suma reportada de $500 millones (hoy, la empresa vale casi $12.000 millones).
“Vi su crecimiento (en 2008) y pensé que si seguía así por 12 o 18 meses, entonces pronto serían más grandes que nosotros”, dijo Zuckerberg, quien ha comprado otras redes sociales por lo mismo. Lo que nadie sabía entonces era que la mayoría de esos millones de cuentas nuevas que registraba Twitter durante su pico iban a ser rápidamente abandonadas por sus usuarios.
No obstante, la influencia de una compañía sobre la otra, y viceversa, es notable en muchas de sus características actuales. Facebook ahora tiene la opción de seguir a personas (algo que nació en Twitter), tiene trending topics (dícese de los temas tendenciosos) y busca la forma de que las publicaciones de sus usuarios sean mucho más públicas.
Por su parte, Twitter cambió su sistema de favoritos por likes o (botones de “me gusta”), como los de Facebook pero en forma de corazón. La empresa también dejó de enfocarse en textos de 140 caracteres y le dio mayor énfasis a las fotografías y los videos, hizo los perfiles de sus usuarios más similares a los de Facebook, empezó a usar algoritmos en lugar de mostrar las publicaciones cronológicamente como lo ha hecho desde siempre, y hasta consideró levantar su límite de 140 caracteres (pero luego se echó para atrás).
No obstante, Facebook sigue siendo un espacio más íntimo y familiar, a pesar de su gigantesca base de usuarios, frente a un Twitter que sigue destacándose por ser el espacio predilecto para que las celebridades se expresen y se comuniquen con el público, y para que los usuarios discutan sobre lo que sucede en el mundo. Para la comediante Margaret Cho , la importancia de la red social radica en la democratización del mismo límite de texto y el mismo sistema de entrega para todas las personas, sin importar quiénes sean.
“Twitter es una buena forma de expandir tu mensaje”, dijo Cho. “(Un tuit es) menos un soneto y más el audio de una cita jugosa”. Para los comediantes y para la comedia en general, por ejemplo, Twitter es un gran parque de diversiones en el que existe, hasta cierto punto, igualdad de condiciones.
El comediante Robert Delaney, uno de los más populares de Twitter, lo describe como una “meritocracia” : “Si una enfermera en Tampa, Florida, escribe un mejor chiste sobre Donald Trump que otro comediante, su tuit podría tener más retuits”.
Fuera de la comedia, lo mismo puede suceder en Twitter alrededor de cualquier tema o situación. Y si ese es el mérito de la empresa que recién cumplió 10 años –democratizar desde el humor hasta la información–, ¿será el mundo real una meritocracia que permita al pájaro vivir 10, 20, 30 años más?