Brendan Fraser y el renacer de un astro al que Hollywood ya había desechado

Recordado como una de las estrellas más taquilleras de su tiempo, nadie apostaba ya un cinco por él. Tras sufrir en silencio abuso sexual se sumió en la depresión y la obesidad. Hoy, a sus 52 años, regresa de la mano de Martin Scorsese y visibiliza el infierno interno que sufren muchos famosos

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Corrían los años 90 y quien fuera un prometedor actor tanto por sus destrezas histriónicas como por su guapura y espectacular físico, Brandon Fraser, arrasaba con las taquillas con sus protagónicos en George de la jungla y claro, sobre todo en la trilogía de La momia.

Pero en coincidencia con el cambio de siglo, algo pasó. Su imagen se fue diluyendo de la retina pública mientras sus colegas de “generación” como Tom Cruise y Brad Pitt -unos años mayores que él- o el mismo Leonardo Di Caprio, coleccionaban filmes, éxitos y fama global.

En las últimas semanas el nombre del actor a resurgido ante la algarabía de la prensa de espectáculos del mundo, no solo porque Fraser recibió una oportunidad dorada al ser fichado nada menos que por Martin Scorsese para su última película, el thriller Killers of the Flower Moon, en el que estará junto a Di Caprio y Robert De Niro, sino porque un Brendan más maduro a sus 52 años decidió sincerarse con el público y habló del infierno interior con el que ha luchado las últimas dos décadas, debido a serios problemas de depresión.

Su transparencia al narrar detalles de su complicada vida en los últimos años e incluso un emotivo momento que vivió durante una entrevista en TikTok con una fan, cuyas palabras de apoyo conmovieron a Brendan hasta las lágrimas y se hizo viral, terminó por volcar el apoyo de medio mundo en este resurgimiento tan celebrado y propiciado por sus propios colegas de la industria.

En agosto pasado la usuaria de TikTok LittleLottieCosplay tuvo la oportunidad de hablar con Fraser, quien admitió sentirse algo nervioso ante este nuevo proyecto. Por esta razón, la muchacha quiso calmar al actor y demostrarle su gran apoyo.”Internet te apoya muchísimo. Hay tanta gente ahí fuera que te quiere y queremos lo mejor para ti. Estamos deseando ver qué haces”, dijo la joven. En un gesto espontáneo el actor no pudo ocultar la emoción que sintió al oír aquellas palabras y se puso a llorar.

La emoción de Brendan Fraser se entiende, como analiza el sitio cinemascomics.com. “El actor está en su mejor momento: acaba de estrenar No Sudden Move en HBO Max, una película dirigida por Steven Soderbergh. Además, tiene por estrenar dos proyectos muy esperados: The Whale, lo nuevo de Darren Aronofsky, y la ya mencionada película de Martin Scorsese.

No es para menos la tremenda alharaca que se ha hecho alrededor del regreso de Brendan al ring cinematográfico. Porque ha aceptado papeles supremamente retadores, si tomamos en cuenta todo lo que ha vivido en los últimos 20 años -ya casi llegamos a ese lúgubre período-. Y es que en The Whale él es el eje de la historia, quien da vida a un hombre obeso homosexual que intenta reconectar con su hija después de haber abandonado a su familia por un amante.

Sin embargo, en medio de su lucha interna, el protagonista intenta suicidarse poco a poco, comiendo desaforadamente hasta convertir su obesidad mórbida en un tema digno de un reality show.

Entretanto, en Killers of the Flower Moon el actor interpretará al abogado W.S. Hamilton en una historia real sobre el misterioso asesinato de unos indígenas en los años 20.

Visto lo visto, Brendan Fraser está de vuelta, ante el beneplácito y la admiración del público que ha atestiguado toda su tragedia de vida en sus propias palabras, en las que desnuda sin poses las razones que lo volvieron casi un ermitaño que apenas sobrevivía o, mejor dicho, malvivía sus días.

Años cuesta arriba

La historia de Brendan Fraser es una de las más inspiradoras de la industria cinematográfica en los últimos tiempos. Prácticamente nadie se acordaba del actor hasta que el 18 de junio pasado se presentó en el estreno de su nueva película No Sudden Move con un evidente sobrepeso que distaba muchísimo de su época de sex-symbol en los noventa, cuando arrasaban en taquilla sus películas icónicas ya citadas.

Tal como lo analiza el sitio español especializado as.com, esa imagen irreconocible por cuenta de su obesidad, siempre atormentó al actor, quien aparte de los hits ya mencionados demostró que era más que una momia o un Tarzán contemporáneo en George de la selva, pues igual la pegó por todo lo alto con Dioses y monstruos (1998) y que terminó por confirmar en la premiada Crash (2004).

Irónicamente, fue tras este último exitoso filme que comenzó una oscura época personal para Brendan, la cual por supuesto afectó en un 100% su quehacer profesional.

Su salida del abismo se dio poco a poco. En el 2018, para muchos motivado por el ya fuertísimo movimiento Me Too, reveló un episodio de abusos sexuales que sufrió tras una cena organizada por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), en la que el presidente de la misma, Philip Berk, lo abordó en un plan de abierta conquista y le propició una serie de tocamientos inapropiados que terminaron por sumirlo en una tremenda humillación que culminó en una crisis existencial casi permanente.

Era el año 2003 y al actor le costó años levantar cabeza porque era impensable, en aquel momento, realizar una denuncia formal, ni siquiera era fácil para las actrices, mucho menos para los varones. Como lo ha dicho hoy, cuando finalmente decidió despacharse con el tema ante el mundo, siempre sería su palabra contra la de Berk.

Pero a la luz de todos los hechos ocurridos tras el surgimiento del Me Too, Fraser decidió hablar sobre uno de los hechos más desagradables en toda su vida.

Una vez que se atrevió a contar lo ocurrido, medios de importancia mundial lo buscaron para que ampliara los detalles. Fue así como le concedió una entrevista a profundidad a la revista GQ, en la que denota el grado de afectación que sufrió durante más de 15 años y, ya más recientemente, El País de España complementó lo ocurrido con Berk, quien a sus 88 años finalmente fue expulsado de sus vínculos en Hollywood por otras situaciones que parecieron apuntalar los decires de Brendan.

De acuerdo con las publicaciones citadas, todo ocurrió en el Hotel Beverly Hills, en el año 2003, después de un almuerzo organizado por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), que cada año organiza la entrega de los Globos de Oro.

Tras la cena, Fraser estaba saliendo del hotel cuando se cruzó con Philip Berk, el presidente de la mencionada asociación. Delante de un gran grupo de personas, Berk le estrechó la mano a Brendan y aprovechó para darle un pellizco en el trasero.

“Su mano izquierda se extiende, me agarra la nalga y uno de sus dedos me toca en el perineo. Y empieza a moverlo”, explicó Fraser. “Me puse enfermo. Me sentí como un niño con un nudo en la garganta. Sentía que me iba a poner a llorar. Fue como si alguien me hubiera tirado pintura invisible encima”, contaría Brendan muchos años después.

El actor se fue a su casa apresuradamente, aterrorizado, y allí se lo contó a su entonces esposa, pero decidió no presentar cargos contra Berk por temor a que la denuncia le hiciera revivir la terrible experiencia.

Por supuesto, en aquellos años y a sabiendas del poderío del ejecutivo, posiblemente una demanda por lo acaecido habría dejado al joven actor en una lucha de David contra Goliat.

Por su parte, Berk aseguró a GQ que Fraser se había inventado la historia. Pero Fraser no pudo olvidarlo y su angustia acabó desembocando en una depresión. “Me hizo retroceder, me hizo recluirme”, confesó el actor.

Tuvieron que pasar quince años para que Fraser decidiera hacerlo público, en mucho motivado por el surgimiento del movimiento #MeToo, cuando muchas de sus compañeras daban un paso adelante y denunciaban los abusos y vejaciones que habían sufrido a lo largo de su carrera a manos del productor cinematográfico Harvey Weinstein y otros hombres poderosos de la industria.

Berk asegura que Fraser se ha inventado la historia por completo, pero el actor dice que aquel instante le persiguió durante años y que la experiencia cambió la forma en la que él se veía a sí mismo o lo que estaba haciendo con su vida: “En mi cabeza, por lo menos, había algo que me habían robado (...) El teléfono deja de sonar en tu carrera y te empiezas a preguntar por qué. Hay muchas razones, ¿pero fue esta una de ellas? Yo creo que sí”, le dijo a GQ.

“¿Todavía tengo miedo? Por supuesto. ¿Siento que necesito decir algo? Por supuesto. ¿He querido hacerlo muchas, muchas veces? Por supuesto. ¿Me he impedido a mí mismo hacerlo? Sin duda”, ha dicho Fraser. “Y quizá esté sobreactuando en cuanto a lo que ocurrió. Solo sé cuál es mi verdad y es la que te acabo de contar”, puntualizó.

Philip Berk siguió vinculado a la HFPA hasta este año, aunque tiene ya 88 años, y nunca ha admitido los hechos. En abril pasado, sin embargo, fue expulsado definitivamente de la asociación después de que se filtrara un correo electrónico que envió a los miembros de la asociación, en los que calificaba al Black Lives Matter como un “movimiento de odio racial” y criticaba a una de sus fundadoras, la afroamericana Patrisse Cullors, por comprarse una casa en la exclusiva región californiana de Topanga Canyon.

Ir demasiado lejos

Todo se le fue juntando a Brendan Fraser, casi al mismo tiempo. En medio de la desazón y depresión que vivía, empezó a sufrir los efectos de sus muchas lesiones físicas, la gran mayoría las sufrió en medio de la filmación de sus películas noventeras, en las que se negó siempre a usar dobles en sus escenas de acción.

Pasados sus 30 años de edad las lesiones acumuladas lo obligaron a someterse a múltiples operaciones a lo largo de los años.

Fraser recuerda que sus años como estrella de acción todoterreno de Hollywood acabaron pasándole factura en torno al 2008, cuando estaba rodando en China la tercera parte de la saga La momia. Su cuerpo ya no daba para más. Cirugías, una operación parcial de la rodilla, lesiones de espalda e incluso una reparación de cuerdas vocales.

En su momento, su decisión de no aceptar dobles era aplaudida y admirada. Hoy reconoce lo “estúpido” que fue, pero lo atribuye a su juventud y a su compromiso con él mismo, en cuanto a convertirse en un actor de primera categoría, uno de verdad. “Tras todo el sufrimiento físico que me produjo aquella decisión tan inmadura, por supuesto que entiendo que invertí mis prioridades, sin salud no somos nada, el problema en las cuerdas vocales fue una verdadera pesadilla”, reflexionó en una entrevista con ABC.es

En medio de sus primeros intentos por regresar a la industria, el actor sufrió la muerte de su madre y ha dicho en repetidas oportunidades que el luto lo afectó supremamente, sobre todo por la condición emocional tan proletaria que estaba viviendo durante ese momento. “Solo pensaba... hombre, me he hecho jodidamente viejo”, mascullaba en medio de su seguidilla de dolor y desconcierto.

Es que no puede decirse que no lo intentó. En diciembre de 2016, AOL (América Online) publicó en YouTube una entrevista con Brendan Fraser, en una de las pocas entrevistas que había ofrecido durante más de 10 años.

La forma en la que Fraser aparece en el video, encorvado y casi susurrando a un micrófono con el que no sabe muy bien qué hacer, logró que la entrevista se hiciera viral y Fraser volviera a ser relevante por primera vez en probablemente casi dos décadas. De estrella de Hollywood... a meme. Hoy se sabe que justo recientemente había muerto su madre y él eligió el peor momento para regresar a las cámaras con una entrevista que, a la postre, saldría muy mal.

Como dice el viejo adagio las desgracias nunca vienen solas y a todo el descoloque simultáneo de su vida, se divorció de su mujer Aftlon Smith en el 2009, tras 21 años de matrimonio. Fraser conoció a la también actriz mientras asistía a una barbacoa en la casa de Winona Ryder, el 4 de julio de 1993. Se casaron el 27 de setiembre de 1998 en el Bel Air Hotel de Los Ángeles. El matrimonio tuvo tres hijos: Griffin (2002), Holden (2004) y Leland (2006).

Se separaron el 17 de abril del 2007, después de que su casa en Beverly Hills, California, se vendió en abril del 2007 por $3 millones. De nuevo, los problemas seguían aquejando a Fraser. A principios de 2013 solicitó a los tribunales una reducción de sus pagos de pensión alimenticia y manutención de los hijos, con el argumento de que no podía cumplir con la obligación anual de $900,000. Su exesposa contraatacó y acusó a Fraser de ocultar activos financieros. A partir de febrero de 2018, Fraser vive cerca de Bedford, Nueva York, donde al parecer empezó a reconstruir los trozos de su vida, exactamente al cumplir 50 años.

Otro frente de batalla con el que tuvo que lidiar Brendan fue la versión no confirmada pero sí muy extendida, de que Berk y su importante asociación habrían hecho todo lo posible por boicotear la carrera del artista. Lo que sí es un hecho irrefutable es que el actor empezó a ser considerado una suerte de paria en Hollywood: dejaron de invitarlo a los Globos de Oro y las franquicias de La momia y Viaje al centro de la Tierra continuaron sin su participación.

Es cierto que Fraser nunca dejó de trabajar, pero en producciones mucho más modestas, y su nombre se perdió en la memoria del gran público hasta que en 2016 lo ficharon para interpretar al melancólico funcionario de prisiones John Gunther en la espectacular serie The Affair en la que, hay que decirlo, ni los fiebres de hueso colorado advertimos como un gran suceso la aparición de Fraser.

Sin embargo, la prensa especializada sí lo advirtió: a pesar de ser un papel secundario y estar presente solo durante una temporada, aquella fue la primera vez en muchos años que Fraser actuaba en un producto audiovisual masivo y su regreso fue harto celebrado por algunos medios, incluso se popularizó el concepto Brenaissance, un juego de palabras entre el nombre de Brendan y la palabra “renacimiento” en francés.

Desde entonces, y tras la confesión en 2018 de los abusos sexuales que sufrió, Fraser se ha ido dejando ver cada vez más; encarnando papeles secundarios en diferentes series de televisión como Trust, Titanes o Doom Patrol. Los papeles que Fraser ha interpretado en No sudden move y The whale distan mucho de los de sus descerebradas -aunque amadas- comedias de los noventa.

Como lo analiza El País de España, en una frase que rasga el corazón, “(Sus papeles) se asemejan más al trabajo de un hombre que sabe lo que es la reclusión, la soledad y el sufrimiento”.

Una ‘resurrección’ impensable

Todavía muchos aficionados o expertos se preguntan cómo después de tantos zipizapes y en una industria tan salvaje como la de Hollywood, Brendan Fraser está teniendo una segunda oportunidad absolutamente dorada, envidiada, si se quiere, por otros monstruos de la actuación que nunca han tenido la oportunidad de trabajar con Scorsese como director y al lado de Robert De Niro y Leo Di Caprio.

Una serie de proyectos de tal envergadura que demuestran lo que muchos sospechaban y pocos habían podido comprobar: Brendan Fraser es un buen actor.

Pero también es un ser humano desprolijo de vanidades, al menos eso se desprende de su reciente interacción con una fanática, que no solo lo conmovió a él hasta las lágrimas, si no a los miles de usuarios conectados.

Cuando Lindley, la dueña de la cuenta de TikTok donde estaba haciendo la entrevista le manifestó sus palabras de apoyo citadas al principio de esta nota, Fraser se quedó impávido, no pudo pronunciar palabra, se atragantó , tomó un sorbo de agua para tratar de asimilar su emoción y solo alcanzó a replicarle: “Caray, señora”.

Muchos de los fanáticos se quedaron “llorando” ante el clip y uno comentó: “Me atraganté cuando él se atragantó”. “Nunca había deseado tanto el regreso de alguien”, escribió otro.

Por si fuera poco, se acaba de confirmar su presencia como villano en la próxima cinta de Batgirl, dando continuidad al excelente momento que vive el actor tras quitarse un peso de encima.

El caso es que, a partir del 2018, los astros parecen -por fin- irse alineando para el actor que se creyó a sí mismo acabado muchas veces en los últimos años.

Un gran paso al frente se dio con el estreno de Trust en 2018. Danny Boyle, director de filmes como Trainspotting y su reciente secuela 28 días después, Slumdog Millionaire o 127 horas, produjo y dirigió este drama sobre el truculento secuestro de John Paul Getty III, nieto del multimillonario Jean Paul Getty, magnate del petróleo considerado como una de las figuras más icónicas y enigmáticas del siglo XX. En la miniserie Fraser interpretó a Fletcher Chace, ex agente de la CIA, a quien Getty encarga localizar a su nieto.

Poco a poco, Brendan se reencontraba a sí mismo, después de tantas batallas internas y de salud.

En un medio tan complicado y en el que decenas de actores y actrices han terminado por confesar que su trabajo les genera todo tipo de trastornos de ansiedad, no deja de ser admirable que Brendan Fraser esté acaparando titulares en todo el mundo gracias a su regreso por todo lo alto.

Y es que, a pesar de las malas experiencias, Brendan Fraser no se ha rendido. Desde su contribución a The Affair se ha volcado en las series de televisión. Lo hemos visto encarnando al ya mencionado Fletcher Chace en la serie Trust; a Nathan Fowler en Cóndor y actualmente tiene papeles en Professionals y en la exitosa comedia de ciencia-ficción Doom Patrol, que sigue en activo.

Además, puede que una de las grandes oportunidades cinematográficas recientes llegue en 2021 de la mano de Steven Soderbergh, mítico director de Traffic, Contagio y Erin Brokovich. El cineasta prepara No Sudden Move, la historia de un grupo de criminales que son reunidos bajo extrañas circunstancias y deben resolver un misterio.

Ojo: en la película colaborará con Matt Damon, Jon Hamm, Ray Liotta, Kieran Culkin, Benicio del Toro, David Harbour y Don Cheadle, entre otros, lo que puede suponer un empujón mediático para este juguete roto de Hollywood, al que los años han (habían) convertido en un hombre triste y desdichado.

Pero, ¿por qué entre tantísimas historias dramáticas de las estrellas artísticas la de Brendan Fraser se ha vuelto particularmente seductora por estos días,?

Posiblemente porque la historia de Brendan se convierte en una analogía de las vidas de los seres humanos comunes y corrientes... exactamente iguales que él y al resto de personajes que se dedican al espectáculo y que, con historias y testimonios como la del hoy “actor más querido de Hollywood” -como lo han calificado medios de todo el mundo-, el resto de los “mortales” nos mimetizamos con su historia de triunfos, luego muchas tragedias y finalmente lo más importante: su reaparición, pasados sus 50 años, venciendo a sus peores enemigos: los fantasmas que lo aquejaron durante tantos años.

Contra todos los pronósticos, hoy Brendan está sobresaliendo en proyectos de gran calibre, empezando por el próximo filme de Martin Scorsese, en el que compartirá escena con Robert De Niro y Leo Di Caprio. Tremendo voto de confianza para un actor por el que nadie daba un centavo, hasta hace pocos años.

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